La salud materna es muy importante y debe ser parte de la agenda de todos los gobiernos en los países. El seguimiento durante el embarazo y la atención durante, así como después del parto, debe encontrarse garantizada y ser de calidad.
A continuación descubrí algunas claves sobre cómo mejorar la salud materna y qué papel juega la hidratación durante el embarazo y la lactancia.
Datos claves de la maternidad
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, todas las mujeres necesitan acceso a una atención de alta calidad durante el embarazo, durante y después del parto.
Según la Organización Mundial de la Salud el 94% de todas las muertes maternas ocurren en países en vías de desarrollo y con condiciones precarias de salud.
La mortalidad materna es más alta entre las mujeres que viven en áreas rurales y comunidades más pobres, identifica la Organización Panamericana de la Salud.
Las adolescentes más jóvenes (de 10 a 14 años) enfrentan un mayor riesgo de complicaciones y muerte como resultado del embarazo que otras mujeres, determina la Organización Panamericana de la Salud.
En Argentina, de acuerdo a datos del Ministerio de Salud, el aborto séptico es la causa más frecuente de muerte materna.
Entre 2016 y 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el objetivo es reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos.
Principales causas de mortalidad materna
El sangrado severo después del parto puede matar a una mujer sana en cuestión de horas si no recibe la atención adecuada. La inyección de oxitócicos inmediatamente después del parto reduce eficazmente el riesgo de hemorragia.
La infección después del parto puede eliminarse si se practica una buena higiene y si los primeros signos de infección se reconocen y tratan de manera oportuna.
La preeclampsia tiene que detectarse y tratarse antes que aparezcan las convulsiones (eclampsia) y otras complicaciones que pueden ser potencialmente mortales.
Para evitar muertes maternas, también es fundamental prevenir los embarazos no deseados. Todas las mujeres, incluidas las adolescentes, necesitan acceso a métodos anticonceptivos, servicios de interrupción del embarazo seguro con todo el alcance de la ley y atención postaborto de calidad.
En Argentina, de acuerdo a datos del Ministerio de Salud, en 2018, la razón de mortalidad materna para el total país se ubicó en 3,7 muertes maternas cada 10.000 nacidos vivos. Debajo de este valor, con una razón de mortalidad materna de 3,3; 2,4 y 3,6 por cada 10.000 nacidos vivos respectivamente, se ubican las regiones de Centro, Patagonia y Cuyo.
Salud materna y agua potable
El acceso al agua potable es una parte esencial de la prevención de infecciones en los servicios de atención materna. El lavado de manos adecuado es una de las formas más efectivas de reducir la propagación de infecciones en los entornos de atención médica.
El VIH, la bacteria del tétanos y muchos otros agentes infecciosos pueden introducirse en el útero mediante instrumentos o manos contaminados durante los partos realizados en condiciones antihigiénicas.
Para fomentar el lavado de manos, los administradores de programas deben asegurarse de que haya jabón y un suministro continuo de agua limpia disponible.
El agua potable y el saneamiento básico están estrechamente relacionados con el resultado de un embarazo saludable. En la declaración de Alma Ata de 1978, el agua potable, el saneamiento básico y los servicios materno infantiles se han perfilado como componentes de la estrategia de Atención Primaria Integral de Salud de “Salud para Todos” (OMS, 1978).
Embarazo e hidratación
Mantenerse hidratada durante el embarazo es vital, ya que disminuye el estreñimiento, las hemorroides y reduce la hinchazón. Ayuda a transportar los nutrientes por el torrente sanguíneo. Además suaviza la piel y aumenta la energía. También te mantiene más fresca y reduce el riesgo de infecciones del tracto urinario.
Tener, durante todo el embarazo, acceso al agua potable de calidad es imprescindible. Contar con tanques de agua para almacenarla de manera segura es indispensable.
Otra gran ventaja de beber agua durante el embarazo es que disminuye el riesgo de parto prematuro.
¿Cuánta agua beber durante el embarazo?
Dado que necesitás más agua durante el embarazo, ¿cuánta es suficiente? Se aconseja beber de 9 a 12 vasos de agua al día, o 2 litros. Esto depende también de la actividad física que se realice, así como de la temperatura del lugar donde se vive.
Si tenés dificultades para beber suficiente agua todos los días, seguí algunos de estos consejos que sirven para ayudar a prevenir la deshidratación:
- Agregá frutas como limones, limas y frambuesas congeladas a tu agua, para darle sabor.
- Evitá la cafeína y los refrescos.
- Aumentá tu consumo de frutas y verduras (¡también tienen agua!).
- La leche, el jugo, el agua con gas, el té y las sopas cuentan como agua o ingesta de líquidos.
- Escuchá a tu cuerpo; incluí suficientes líquidos para que no sientas sed.
- Hidrátate suficiente para que tu orina sea de color amarillo claro.
- No te expongas al calor. Haz ejercicio en el interior temprano durante el día.
- Aumenta tu ingesta de líquidos cuando aumentes tu nivel de actividad.
¿Qué riesgos puede causar la deshidratación?
La deshidratación durante el embarazo puede provocar síntomas leves o complicaciones graves. Algunos signos de deshidratación son:
- Sobrecalentamiento materno
- Dolores de cabeza / lentitud
- Orina oscura o concentrada
- Serias complicaciones
- Líquido amniótico bajo
- Cálculos renales
- Hinchazón
- Defectos de nacimiento
- Infecciones del tracto urinario, que pueden provocar un parto prematuro
¿Cómo podés mantenerte hidratada si tenés náuseas matutinas?
Si tenés náuseas con frecuencia, podés tener un mayor riesgo de deshidratación. Seguí bebiendo líquidos y trata de beber poco pero con mayor frecuencia, esto puede ser más fácil que beber grandes cantidades de agua a la vez.
Finalmente, trata de mantener un vaso o una botella de agua cerca y bebe pequeños sorbos con regularidad en lugar de grandes tragos.