El agua potable es un recurso escaso y en muchas regiones inexistente. Frente a este panorama las tecnologías antiguas y modernas aprovechan al máximo los recursos hídricos que están al alcance, sin embargo, es necesario cuidarla y no desperdiciarla. A continuación, conocé qué es el agua potable y como almacenarla adecuadamente con productos que fabrica Rotoplas, líder en el sector.
Agua potable: segura y saludable
El agua potable es el agua segura para ser utilizada por los seres humanos. Sin embargo, cada vez es más escasa en el mundo.
El uso creciente de agua está estresando los recursos de agua dulce en el planeta. Existe una lista aparentemente interminable de contaminantes que pueden convertir el agua, que alguna vez fue potable, en un peligro para la salud.
De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud, de los más de 2 mil millones de personas que carecen de agua potable en sus hogares, 844 millones no tienen ni siquiera el servicio más básico. Millones de ellas, sobre todo mujeres y niñas, deben hacer más de 30 minutos por viaje para recolectar agua y 159 millones beben agua superficial no tratada.
El mismo organismo internacional alerta que el agua potable contaminada es una de las principales causas de las enfermedades diarréicas, que matan a unos 800.000 niños y niñas menores de 5 años al año, generalmente en los países en desarrollo. Asimismo se espera que 90 países no alcancen la meta de cobertura universal para 2030.
¿Qué hace que el agua no sea apta para el consumo humano?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la contaminación del agua potable como orgánica, inorgánica, radiológica y microbiológica, e incluye medidas de aceptabilidad de sabor, olor y apariencia.
Los contaminantes orgánicos son productos químicos a base de carbono, incluidos solventes y pesticidas, que se introducen a través de escorrentías agrícolas o descargas industriales.
Los contaminantes inorgánicos, como ácidos minerales, sales inorgánicas, metales, cianuros y sulfatos, persisten en el medio ambiente. Los metales pesados pueden causar problemas neurológicos en los seres humanos, especialmente en el feto y los niños, y también se bioacumulan en algunos alimentos.
Las floraciones de algas a partir de nutrientes como el fósforo y el nitrógeno también pueden introducir cianotoxinas en el agua potable.
Los patógenos transmitidos por el agua, incluidas bacterias, virus, protozoos y parásitos, generalmente se introducen en el agua a través de las heces y pueden causar una variedad de enfermedades, desde gastroenteritis leve hasta diarrea potencialmente fatal, disentería, hepatitis, fiebre tifoidea, cólera y criptosporidiosis.
También amenazan el agua potable los llamados “contaminantes emergentes” o “contaminantes de preocupación ambiental emergente”, que incluyen productos farmacéuticos introducidos a través de las aguas residuales y la escorrentía de las operaciones ganaderas.
La turbidez (falta de claridad causada por partículas mezcladas) puede darle al agua un sabor, olor o apariencia inaceptables. Para un tratamiento eficaz del agua potable, es importante analizar cuidadosamente la fuente de agua y luego adaptar el tratamiento a las condiciones y estándares específicos del agua.
¿Cómo se obtiene el agua potable?
La historia del tratamiento del agua se remonta a miles de años. Algunos ejemplos son la civilización minoica, que mejoraba la calidad del agua alrededor del 1700 a. C., o los antiguos egipcios, que utilizaron por primera vez la floculación y sedimentación de alumbre para clarificar el agua alrededor del 1500 a. C.
El alumbre y otros aditivos “pegajosos” conocidos como polielectrolitos ayudan al proceso de sedimentación por floculación o pegando partículas juntas en “flóculos”. La floculación y sedimentación con clarificadores es común en las plantas de tratamiento de agua.
La comprensión de la microbiología que surgió con el trabajo del Dr. John Snow y Louis Pasteur en el siglo XIX tuvo grandes implicaciones para el tratamiento del agua. La investigación relacionó la turbidez con los patógenos, y los tamices de arena se utilizaron por primera vez para el tratamiento de un suministro público de agua en 1829 en Londres.
Actualmente los suministros de agua municipales se precloran de manera rutinaria para evitar el crecimiento biológico y de algas, o se cloran en las etapas finales del tratamiento del agua. La cloración junto con la aireación también se usa para eliminar el hierro disuelto, y la aireación elimina eficazmente los compuestos orgánicos volátiles (COV). Otros métodos de desinfección incluyen la luz ultravioleta (UV) y el ajuste del pH.
El futuro del agua potable
Actualmente, los avances tecnológicos se han construido sobre la base de tratamientos más antiguos. Por ejemplo, los procesos aeróbicos han sido durante mucho tiempo el pilar del tratamiento de aguas residuales, particularmente para las aguas residuales y otras corrientes de desechos con alto contenido de orgánicos o biodegradables.
Se proyecta, según la OMS, que la demanda de agua dulce en todo el mundo aumentará en un 55% entre 2000 y 2050. Los científicos de la NASA han advertido que los recursos de agua dulce se utilizan más rápido de lo que se reponen. De hecho, el nivel freático está cayendo en todo el mundo y no hay un suministro infinito de agua.
¿Cómo almacenar el agua potable de manera adecuada?
Uno de los grandes problemas de contaminación del agua potable es que los contenedores donde se guarda no son seguros y pueden causar contaminación del recurso.
Si el agua es almacenada en lugares donde pueden entrar animales e insectos, es muy probable que se mezcle con materia orgánica de los mismos.
Por otro lado, si se almacena en contenedores con materiales que desprenden particulas al contacto con el agua, o se oxidan, este recurso no podrá ser apto para beber.
Por ello, es importante guardar el agua en tanques de almacenamiento fabricados en materiales resistentes, que eviten las fugas y la entrada de contaminantes. Todos los tanques de almacenamiento de agua fabricados por Rotoplas cuentan con gran seguridad.
Un ejemplo es el Tanque Flat que sirve para almacenar agua de manera adecuada y cuenta con un dispositivo de acondicionamiento que evita la entrada de micro partículas. Además, incluye una capa antibacterial con tecnología Expel que inhibe la reproducción de bacterias. Es fácil de limpiar y no genera olor ni sabor al agua almacenada.