El saneamiento deficiente puede tener efectos negativos y de gran alcance para quienes deben utilizar instalaciones sanitarias insalubres. El saneamiento hídrico en algunas zonas de Argentina es una materia pendiente. Conocé porque es un derecho y qué opciones ofrece Rotoplas para cubrir este derecho fundamental para las personas.
¿Por qué son tan importantes las buenas prácticas de saneamiento?
En los países del primer mundo damos por sentado tener agua limpia y sanitaria: simplemente abrimos un grifo y tenemos acceso a agua potable limpia casi ilimitada. Lo mismo ocurre con las instalaciones sanitarias.
Muchos patógenos e infecciones transmitidas por el agua se propagan a través de agua contaminada y contribuyen a problemas como la diarrea y el cólera, que tienen un efecto letal en las personas, especialmente en los muy jóvenes y ancianos. Por ejemplo, según la Organización Mundial de la Salud, la diarrea es la segunda causa principal de muerte en niños menores de cinco años, y en su mayoría se puede prevenir con agua potable y saneamiento.
Es una realidad que sensibilizar a las comunidades sobre los procedimientos de saneamiento adecuados e implementar soluciones simples y seguras de saneamiento del agua, como inodoros de compostaje, biodigestores y tanques de almacenamiento adecuados, puede ayudar a reducir los patógenos transmitidos por el agua y la disminución de enfermedades como la diarrea y el cólera. Además permite una mejor
protección de las aguas subterráneas y se reduce la propagación de parásitos y patógenos lo que mejora la salud del medio ambiente.
Problemas de la falta de saneamiento
- Defecación al aire libre. La defecación al aire libre contamina el medio ambiente y es una causa importante de propagación de enfermedades prevenibles.
- Agua potable insegura. Se estima que el agua potable insalubre, no tratada y contaminada causa más de 500.000 muertes por diarrea cada año. Muchos de estos podrían prevenirse con prácticas sanitarias simples y agua potable. Enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la polio abundan en zonas donde no hay agua potable disponible.
- Vida de alta densidad. En áreas donde surgen asentamientos informales o temporales/semipermanentes, la naturaleza de alta densidad de estas áreas junto con un menor acceso a programas y productos de saneamiento significa que existe una alta probabilidad de que las aguas residuales y los desechos no se traten adecuadamente.
- Falta de educación. Este es un problema relativamente fácil de combatir, ya que la educación comienza típicamente en forma de programas escolares que enseñan a los niños la importancia de hábitos saludables en lo que respecta al saneamiento, el control de desechos, el agua potable y el lavado de manos.
Florencio Varela: una deuda pendiente
De acuerdo a notas periodísticas, publicadas en medios de circulación nacional, en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, existe un panorama alarmante respecto a servicios esenciales como el acceso a la red de cloacas y al agua potable. Los vecinos de la zona utilizan agua de pozo, la cual suele estar contaminada.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el 60% de los habitantes varelenses no tienen acceso a las cloacas. La mayoría de las viviendas tienen pozo y deben contratar regularmente camiones atmosféricos para poder desagotarlos.
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Otro faltante es el agua potable. El agua que consumen los habitantes del barrio también proviene del pozo, pero en algunos lugares esa agua no es apta para su consumo y se ha presentado importantes cantidades de plomo.
¿Qué pasa con las comunidades con saneamiento deficiente?
Los efectos de un saneamiento deficiente pueden causar una amplia gama de problemas, que pueden afectar la salud y el bienestar, hasta graves dificultades de impacto económico y social.
Los riesgos para la salud a menudo se ven exacerbados por prácticas deficientes de saneamiento e higiene, y muchos problemas de salud y enfermedades prevenibles se pueden evitar con un poco de educación y los productos adecuados (agua limpia, jabón, dispositivos de acondicionamiento de agua, sanitarios de compostaje, sistemas de aguas grises, biodigestores).
Existen muchas enfermedades y patógenos transmitidos por el agua que son dañinos para los humanos y que prosperan en condiciones insalubres provocadas por el agua no tratada y problemas relacionados con la defecación al aire libre. En algunos países, el costo del tratamiento de enfermedades transmitidas por el agua, como la malaria, la diarrea y las infecciones por gusanos, puede representar hasta un tercio de los ingresos de los hogares. Esto se puede evitar con algunas prácticas de higiene seguras, acceso a agua limpia y soluciones de saneamiento del agua.
Enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la polio pueden transmitirse y se transmiten a través del agua contaminada. Las comunidades donde hay una alta densidad de personas combinada con malas condiciones sanitarias significan que estas horribles enfermedades pueden propagarse a través de las comunidades causando graves problemas de salud y hasta la muerte en casos graves.
Biodigestor Rotoplas: herramienta eficaz para el saneamiento hídrico
Una manera de hacer frente a la ausencia de saneamiento es eligiendo las soluciones de Rotoplas. De gran tecnología y muy modernas brindan eficiencia y seguridad en todos sus productos.
Un ejemplo es el Biodigestor Autolimpiable Rotoplas, sus capacidades van desde los 600 a los 3000 litros. Los Biodigestores Rotoplas realizan el tratamiento de aguas residuales a favor del medio ambiente; no contaminan las napas freáticas. En aquellas zonas donde no existe drenaje, es una solución económica ya que al ser autolimpiable no utiliza mano de obra extra.
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