Sólo el 1% del agua en el mundo es apta para el consumo humano. Esta escasez del recurso es una de las consecuencias de la contaminación del agua, por lo que no es una exageración tomar todas las medidas posibles para mantener la pureza del líquido en todas las etapas que recorre hasta que llega a casa. Sigue leyendo este artículo, porque con unos pocos cambios será posible prevenir la este problema.
El recorrido del agua: de la planta a la casa
En nuestro país existen varias plantas potabilizadoras para cada sistema de acueducto. Por ejemplo, para el Acueducto Jorge Carstens (que provee de agua a las localidades de Sarmiento, Comodoro Rivadavia y Rada Tilly) se cuenta con 2 plantas. Estas se encargan de procesos orientados a mejorar la calidad del agua. En la primera etapa eliminan las impurezas físicas, comenzando con el desarenado, retención de las partículas de arcilla suspendidas en el líquido, después la decantación y filtración.
Luego el agua se somete a un proceso de desinfección que elimina los microorganismos presentes. De este modo se eliminan aquellos patógenos que pudieran quedar luego de la primera fase de tratamiento. Esto se hace con el uso de activos como el cloro, ozono, entre otros. El agua, ya potable, se pasa a las estaciones de bombeo que se encargarán de distribuirla a través del sistema de acueducto.
Como podrás notar, el agua sale de las plantas de potabilizadoras lista para el uso humano pero al pasar por las cañerías de conducción puede contaminarse nuevamente. Algunas cañerías están construidas en hormigón y algunas secciones reforzadas con metal, cuentan con un sistema que previene la corrosión; pero cuando se tiene un sistema tan extenso es completamente normal que existan zonas sin mantenimiento y que por ello se arrastren partículas, sedimentos y más.
Esto se trata de contrarrestar añadiendo al agua cloro una concentración un poco mayor a lo necesario, pero esto no suele ser suficiente. Por otra parte, si a esto se le suma el mal estado de las tuberías dentro de las ciudades (incluyendo en edificios) es normal que el agua que ingresa a las casas ya tenga algo de contaminación, que puede empeorar si no se toman las medidas adecuadas para conservar su pureza.
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¿Cómo se contamina el agua en casa?
Ya sabemos por qué la pureza del agua que llega a casa puede estar alterada, por partículas en suspensión o patógenos, pero ¿cómo puede contaminarse una vez llega a casa? Estas son algunas de las razones:
– Cuando las tuberías del edificio o la casa son muy antiguas. Las tuberías de metal suelen sufrir invariablemente de corrosión con el paso del tiempo, por lo que se añaden partículas y residuos en el agua que circula por ella.
– El agua se almacena en recipientes no adecuados para esta labor. De nada sirve contar con agua potable si esta se mantiene en contenedores que no cierran herméticamente y la dejan expuesta a los contaminantes externos.
– Se almacena en tanques o recipientes que no son de los materiales adecuados o peor aún, que no han sido lavados o sometidos a mantenimiento en mucho tiempo.
– Los filtros o purificadores que se usan en casa no reciben el mantenimiento adecuado y los cartuchos internos no se han cambiado en mucho tiempo, por lo que lejos de retener partículas y patógenos, pueden contaminar el agua.
Cómo evitar la contaminación del agua en casa
Si bien lo ideal sería cambiar por completo los sistemas de tuberías antiguos, esto no siempre es posible por razones económicas o logísticas. Pero si es viable enfrentar una de las razones más comunes por las que se altera la pureza del agua potable que llega a casa, pues está directamente relacionada con el almacenamiento.
Muchos hogares cuentan con tanques de almacenamiento de agua para garantizar un suministro constante, en caso de cortes a la distribución; mientras que otros tienen tanques para mejorar la presión de agua.
El problema es que si estos tanques no tienen el diseño ni los materiales adecuados pueden convertirse en el espacio perfecto para la cría y reproducción de agentes patógenos. Las consecuencias de la contaminación del agua son variadas, pero las más comunes se relacionan a las enfermedades gastrointestinales.
Almacenar el agua adecuadamente
Para evitar la contaminación del agua que llega a casa necesitas invertir en un tanque de almacenamiento de agua que cumpla con una normativa de calidad y permita conservar la pureza del líquido.
Los tanques de agua Rotoplas son el estándar de la industria, pues están elaborados en polipropileno, 100% virgen y de una sola pieza. Como si fuera poco, su interior cuenta con una capa interna con tecnología exclusiva Expel, que inhibe el crecimiento bacteriano
Gracias a su diseño, que carece de esquinas y dobleces, se evita la concentración bacteriana en lugares de difícil acceso pues es muy fácil de limpiar. Su tapa tipo Click aísla su contenido, por lo que no podrá contaminarse con el polvo o partículas del exterior. Para garantizar que el agua sea siempre cristalina y limpia, los tanques Rotoplas pueden complementarse con un dispositivo de acondicionamiento de agua con tecnología Hydro-net, que retendrá la tierra y sedimentos que provengan del sistema.
Ninguna medida es extrema cuando se trata de cuidar la salud de toda la familia y proteger tu inversión, los tanques Rotoplas ofrecen las mayores ventajas en su fabricación y funcionamiento. Contar con un tanque Rotoplas en casa es garantía de tener a disposición siempre agua limpia, cristalina y apta para su uso.