Los mejores cultivos de verano para maximizar la producción agrícola
Las altas temperaturas, las lluvias intensas y los días largos, con el sol que asoma temprano y se esconde tarde, forman un conjunto de circunstancias particulares para la siembra de nuestros cultivos. Cada etapa del año tiene sus características, con sus ventajas y desventajas, y el verano no es la excepción: especies como el maíz, el arroz y el girasol son ideales para sembrar en esta etapa del año.
En este artículo te explicamos cuáles son los mejores cultivos de verano y te damos algunos consejos para maximizar la producción agrícola.
¿Cuáles son las mejores verduras para cultivar en verano?
En verano en Argentina, además de las hortalizas más comunes en las huertas, también se cultivan varios cultivos extensivos que aprovechan las altas temperaturas y las largas horas de sol. Aquí te explico algunas de las principales:
- Maíz: Es uno de los cultivos de verano más importantes en Argentina. Necesita temperaturas cálidas y un suelo fértil y bien drenado para desarrollarse. Durante el verano, el maíz puede beneficiarse de la alta disponibilidad de agua en algunas regiones, lo que favorece su crecimiento rápido.
- Soja: Este cultivo es uno de los más extensivos en el país, ya que tiene un alto valor económico y es exportado masivamente, a tal punto que es el “caballito de batalla” de la producción argentina. La soja crece bien en clima cálido y necesita buen sol y suelos ricos en nitrógeno.
- Sorgo: Es una opción popular en las áreas más cálidas y secas porque es una planta muy resistente a la sequía. Su cultivo es más económico y puede ser usado como alimento para animales, además de ser una alternativa interesante para producir granos, forraje y hasta bioenergía en climas más secos.
- Girasol: Requiere mucho sol y suelo fértil. Se cultiva principalmente en verano porque el calor favorece la formación de sus semillas, ricas en aceite. Es otro cultivo con gran demanda en el mercado internacional y tiene un rol importante en la rotación de cultivos, ya que ayuda a mejorar la estructura del suelo.
¿Cuáles son las ventajas de cultivar en verano?
Cultivar en verano en Argentina ofrece varias ventajas, tanto para hortalizas como para cultivos extensivos. Aquí te menciono algunas de las principales:
- Mayor cantidad de luz solar: Durante el verano, los días son más largos y permiten que las plantas reciban más horas de luz, lo que mejora la fotosíntesis y acelera el crecimiento y desarrollo de las plantas.
- Clima cálido favorable para muchos cultivos: Muchas hortalizas y cultivos como el maíz, la soja, el girasol y el sorgo prosperan en temperaturas cálidas. El calor acelera la germinación y el crecimiento, además de reducir el riesgo de heladas, algo que puede afectar negativamente los cultivos en otras épocas.
- Disponibilidad de agua en muchas regiones: En muchas zonas de Argentina, las lluvias aumentan durante el verano, proporcionando riego natural para las plantas. Esto puede reducir la necesidad de riego artificial y los costos asociados, siempre que las precipitaciones estén bien distribuidas.
- Mayor biodiversidad de insectos polinizadores: El verano atrae una mayor cantidad de insectos como abejas y mariposas, esenciales para la polinización de muchos cultivos, especialmente aquellos que producen frutos como tomates, pimientos, y también el girasol.
- Condiciones ideales para cultivos comerciales: Los cultivos de verano, como la soja, el maíz, y el girasol, son estratégicos para el sector agrícola argentino debido a su alta demanda en los mercados internacionales. Cultivarlos en esta temporada permite aprovechar los precios de exportación y contribuir a la economía local.
- Rotación de cultivos: Cultivar en verano permite planificar la rotación de cultivos, una práctica que ayuda a mantener la salud del suelo y a evitar el agotamiento de nutrientes. Por ejemplo, el cultivo de soja, que enriquece el suelo con nitrógeno, puede prepararlo para una nueva cosecha en el siguiente ciclo.
Cuidados y consejos para cultivar en verano en Argentina
Cultivar en verano en Argentina ofrece buenas oportunidades, pero también requiere ciertos cuidados específicos: el calor intenso y la prolongada exposición al sol pueden deshidratar el suelo y afectar el desarrollo de las plantas, así que es importante seguir algunas recomendaciones sobre el riego.
En este sentido, la recomendación es regar temprano en la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más bajas y la evaporación es menor, lo que permite a las plantas aprovechar mejor el agua. El riego por goteo es particularmente efectivo, ya que suministra agua de manera gradual y dirigida, conservando así este recurso tan valioso y evitando encharcamientos que podrían favorecer enfermedades en las raíces.
La sombra también es un aliado importante durante el verano, sobre todo para aquellas plantas que son sensibles al calor, como la lechuga, la espinaca o la rúcula, que tienden a “espigar” o florecer rápidamente con el exceso de sol, perdiendo calidad y sabor. Nuestra recomendación es colocar mallas de media sombra o plantar cultivos altos, como el maíz o los girasoles, que puedan darles una sombra parcial, es una estrategia útil que ayuda a mitigar el estrés por calor.
El control de plagas es otro aspecto ineludible en esta temporada. En verano las plagas suelen estar más activas, y es común ver pulgones, hormigas, ácaros y otras plagas que pueden dañar seriamente los cultivos. Un método preventivo es realizar inspecciones frecuentes y utilizar productos naturales para el control, como el macerado de ajo o jabón potásico..
La rotación de cultivos es otro consejo importante. Cambiar los tipos de plantas que se cultivan en el mismo lugar de un año a otro no solo evita el agotamiento del suelo, sino que también ayuda a prevenir la acumulación de plagas y enfermedades. Por ejemplo, después de un cultivo de legumbres, que aportan nitrógeno al suelo, se puede sembrar maíz o girasol, que consumen más nutrientes, para equilibrar las demandas del suelo.
Por último, el verano trae sus propias inclemencias climáticas, como las fuertes tormentas que pueden causar daños. Por es, se recomienda asegurar las plantas con tutores para que estén firmes y evitar que se doblen o rompan, sobre todo en el caso de cultivos altos y de frutos pesados, como el tomate o el girasol.