Guía completa sobre el riego de cultivos en Argentina
En esta nota te contamos qué es el riego de cultivos y cuál es el que más se utiliza en Argentina.
A lo largo de los años fuimos sofisticando el modo de relacionarnos con la naturaleza. En el ámbito de la agroindustria, logramos aumentar la producción con el objetivo de alimentar a una mayor cantidad de personas o para otros fines, como medicamentos, producción textil o aceites, entre otros. Con ellos también se fue perfeccionando el riego de los cultivos, herramienta de las más influyentes a la hora de incrementar la eficiencia, garantizando el cuidado de los suelos y evitando su degradación. En esta nota, te contamos todo sobre ellos y sobre el riego de cultivos en Argentina.
Riego de cultivos
El riego de cultivos, también conocido como riego complementario, se trata de hacer llegar el agua a los cultivos con el método que más los beneficie. El objetivo es solventar aquellos momentos en los que el agua de las lluvias no es suficiente para abastecer los cultivos. Entre los distintos métodos que se utilizan para el riego de los cultivos, se encuentran los siguientes:
Riego de cultivos por goteo
También conocido como microirrigación, es un sistema de riego que suministra agua a los cultivos en la zona de las raíces a través de pequeñas dosis y de manera intermitente. Este proceso se lleva a cabo a través de un sistema de red de tuberías. Las ventajas de utilizar este método para el riego de los cultivos es que evita la degradación de los suelos, optimiza el recurso del agua, y que, al enfocarse en las raíces, evita el crecimiento de malas hierbas en los cultivos.
Riego de cultivos por aspersión
Consiste en un sistema de regadío artificial que utiliza emisores de agua, llamados aspersores, para el riego de los cultivos. Entre sus ventajas se cuenta la capacidad de cubrir la totalidad de la planta y no sólo sus raíces, que permite el control de las cantidades de agua que se utilizan y que las plantas requieren. Además, este tipo de riego de cultivos mantiene a los suelos hidratados durante la mayor parte del año y brinda un uso propicio en distintos tipos de suelos.
Riego de cultivos por inundación
Este método consiste en inundar la zona de cultivo con grandes cantidades de agua. No es el sistema de riego de cultivos más utilizado dado que acelera la degradación de los suelos y requiere de grandes cantidades de agua, recurso al que muchas veces puede ser difícil de acceder.
Riego de cultivos en Argentina
En Argentina, el riego de cultivos permite continuar con el suministro de agua a los cultivos cuando las condiciones meteorológicas no lo permiten. En el país se utiliza mayormente el riego por aspersión y el riego por goteo para los cultivos.
Con respecto a los sistemas de riego en Argentina, según el Censo Nacional Agropecuario de 2002, sólo 0.5% del territorio del país realizaba riegos complementarios. El fenómeno evolucionó hacia 2005 a 1.81 millones de hectáreas en las provincias de Mendoza, Jujuy y Salta, donde se utilizan en mayor medida el riego por goteo. A su vez, en el 21% de estos territorios se utiliza mayormente el riego por aspersión.
La región pampeana es un ejemplo de esto: allí se utiliza el riego de cultivo complementario por aspersión, que permite optimizar sobre todo los cultivos de granos y mantener una producción estable.
Riego de los cultivos según especies
A continuación te contamos sobre el riego de cultivos que conviene utilizar según la especie. Para ello, elegimos las que más se plantan en el país.
Cultivo de soja
El cultivo de soja en Argentina constituye uno de los pilares de la economía nacional, llegando incluso a cubrir mayor parte, según cada campaña, que la industria ganadera.
El cultivo de soja requiere de una humedad pertinente y constante para crecer adecuadamente, pero no en abundancia: se trata de una planta resistente a las sequías. El tipo de riego más frecuente en los cultivos de soja es el riego por aspersión con pivots de riego.
Cultivo de papa
Dentro del riego de cultivos agrícolas, el riego de la papa requiere un suministro de agua constante que representa el 15% de los gastos de la producción. A la hora de realizar el cultivo de papa en Argentina, dado las diferentes condiciones de los suelos y climáticas del país, es importante tener en cuenta qué tipo de papa se cultivará, la calidad de los suelos, las condiciones climáticas, y a partir de ahí esbozar las cantidades de agua que necesita. Luego, es fundamental que la tierra se encuentre bien humectada, pero que a su vez no se estanque el agua ni se produzcan encharcamientos, ya que podría arruinar al cultivo o producir una merma en el sabor. También puede arruinarse si hay escasez de agua, lo que puede atraer plagas y enfermedades que afecten al tubérculo, sobre todo si se encuentra en zonas áridas.
Cultivo de maíz
El maíz también es una especie que necesita un riego constante. Si bien al comienzo de su crecimiento no requiere de una gran cantidad de agua, es importante mantener la humedad del suelo para que los cultivos de maíz crezcan de manera sana.
En este caso, en el país se utiliza comúnmente para los riegos de maíz el riego por aspersión, porque permite mantener hidratada la totalidad de la planta.
Cultivo de cebolla
La cebolla también es una planta muy sensible a la humectación del suelo, por lo que el riego de la cebolla también puede planificarse la instalación de un cultivo de bajo riego. El riego por goteo es el que mejor se adapta a sus necesidades porque permite mantener la humedad en la zona de cultivos ante la falta de lluvias.
Cultivo de arroz
El riego de los cultivos de arroz suele ser por inundación. El cultivo de arroz debe debe permanecer inundado durante la mayor parte de su ciclo. por lo que sus plantaciones se realizan en zonas de abundantes lluvias. Pero al igual que todos los mencionados, en caso de que no sean suficientes las precipitaciones es necesario complementar con otro método de riego.
¿Cuál es la importancia del riego en los cultivos?
Cada día más, los productores grandes y pequeños toman conciencia de la importancia del riego en sus cultivos. No se trata de un paso más en la actividad agrícola, sino que el sistema de riego y el método de aplicación tienen consecuencias directas en los rendimientos, la calidad de las cosechas y mayores ingresos. Además, un eje fundamental a la hora de seleccionar un tipo de riego está relacionado con el uso sustentable del agua, un recurso cada vez más valioso por su escasez que debe ser utilizado con moderación.
Por fortuna, con los avances tecnológicos del siglo XXI y la expansión de la conciencia ambiental en empresas y Estados, el problema de la escasez y contaminación del agua es tratado cada vez con mayor seriedad. Al día de hoy, el sistema agrícola puede hacer uso de los recursos tecnológicos que permiten ahorrar agua, reducir los niveles de contaminación y aprovechar el recurso de modo más amigable con el medioambiente.
Contaminación del agua: causas y consecuencias
Cuando hablamos del uso del agua en agricultura, estamos hablando también de un peligro que sobrevuela la actividad: la contaminación. Del sinfín de actividades que contaminan el agua, una de ellas es la actividad agrícola: los fertilizantes y pesticidas infiltran a las capas inferiores del suelo para posteriormente juntarse con los acuíferos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (FAO), los contaminantes agrícolas más peligrosos para la salud humana son los patógenos del ganado, nitratos de agua subterránea, oligoelementos metálicos y sustancias para combatir las plagas.
¿Cómo se produce el circuito que causa la contaminación del agua en la agricultura? La producción de alimentos para satisfacer el mercado local –y, en países como Argentina, también el mercado internacional–, requiere un alto volumen de rendimiento, y este rendimiento se acelera con el uso de fertilizantes y estiércol. Dado que el suelo solo absorbe una determinada cantidad de nutrientes, el excedente se incorpora al agua, añadiendo olores y colores característicos del agua contaminada. Como resultado se produce el crecimiento de algas que no son compatibles con el ecosistema original.
Además, la contaminación del agua puede producirse a causa de derrames y residuos de aceites y compuestos ácidos en circuitos que confluyen en las aguas de los campos y las napas subterráneas. De esto se trata cuando hablamos de contaminación del agua por la actividad agroindustrial.
Sin embargo, a pesar del panorama poco favorable, hay medidas que se pueden tomar para hacer un uso más sustentable del agua.
Acciones para evitar la contaminación del agua
- Supervisar y revisar la calidad de agua que pueda ser influida por la actividad agrícola.
- Reducir al máximo la producción de escorrentías (agua proveniente de las lluvias) en los cultivos.
- En caso de utilizar fertilizantes, hacer un uso racional que conduzca a su reducción.
- Las comunidades involucradas en la actividad agrícola deben estar informadas sobre el impacto de la agricultura en la región, sus características y los efectos en la salud de la contaminación del agua.
Cómo reducir el consumo de agua en la agricultura
El gran desafío al que se enfrenta el mundo en el siglo XXi es el de producir grandes volúmenes con un uso de agua lo más reducido posible. Basta una sola cifra para comprobarlo: el 70% del agua dulce consumida en el mundo está destinado a la agricultura. Por eso, es importante utilizar el recurso hídrico con el mayor cuidado posible.
Riego por goteo: un sistema para ahorrar agua
Hace cincuenta años, la tecnología del riego por goteo empezó a desarrollarse en el mundo. Nació en Israel, un país que por su geografía suele tener escasez de agua, y no tardó en implementarse en otros países. De a poco, el riego por goteo fue reemplazando a otros sistemas de riego menos eficientes como el riego por rodado y el riego por aspersión. Es una tendencia fuerte en todo el mundo.
Desde hace algunos años, la tecnología del riego por goteo llegó a Latinoamérica. No solo en los cultivos hortícolas y fruticultura, sino también, y de a poco, en los cultivos extensivos: granos, soja, maíz, caña de azúcar. En este tipo de riego, el uso de agua es mucho menor, con lo que permite su ahorro y, además, posibilita el cultivo en zonas secas o áridas.
Tecnología digital para hacer el riego más eficiente
El sistema de riego, en Argentina y en el mundo, es fundamental para combatir la escasez del agua en la agroindustria, pero no es el único factor. Las nuevas tecnologías digitales proponen innovaciones que resultan beneficiosas en el uso del agua y su racionalización.
Tanto en Europa como en Latinoamérica, se hace cada vez más popular el uso de sensores que se distribuyen en puntos estratégicos de las superficies de cultivo y ofrecen datos que, luego, son de utilidad para la toma de decisiones en cuanto a las acciones para el uso sustentable del agua en la agricultura. Entre ellos podemos mencionar el PH del agua y el control de temperatura, datos que facilitan el ahorro de por lo menos un 20% en el recurso hídrico.
La ciencia de datos, es decir, la disciplina que se encarga de registrar y computarizar información sobre un determinado fenómeno, tiene un gran futuro en materia agroindustrial, y sin duda es protagonista a la hora de pensar cómo hacer un uso sustentable del agua. La Comisión Europea se propuso poner en marcha una plataforma digital para gestionar la sustentabilidad del agua y de los cultivos. Se trata de una aplicación que aporta información sobre la cantidad de riego necesario en cada área de cultivo y cuándo es conveniente regar de acuerdo a los vaticinios meteorológicos.
Las tecnologías que utilizan ciencia de datos son nuevas y se están perfeccionando, pero ya hay aplicaciones y aportes concretos que permiten hacer un uso sustentable del agua, en beneficio del planeta y la biodiversidad que lo habita.
