La contaminación del agua es un estado en el que sustancias nocivas como productos químicos o microorganismos contaminan un cuerpo de agua: un arroyo, río, lago u océano. Esta contaminación degrada la calidad del agua y la vuelve tóxica para los humanos, las plantas o el medio ambiente.
En algunos casos, la contaminación del agua puede ocurrir cuando la energía, en forma de radiactividad o calor, se libera en cuerpos de agua. Por lo tanto, es muy importante saber cómo prevenirla. Mayormente, la contaminación del agua en Argentina, de acuerdo a estudios del Banco Mundial, proviene de la presencia del arsénico en aguas subterráneas.
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Contaminantes del agua ¿cuáles son?
Los contaminantes del agua, como las bacterias y los parásitos, pueden causar enfermedades o actuar como veneno en los sistemas de alcantarillado mal tratados. Podrían ingresar a los suministros de agua potable y causar problemas digestivos como cólera y diarrea. Lo mismo puede suceder cuando productos químicos peligrosos, pesticidas y herbicidas de industrias, granjas u hogares ingresan al sistema de agua.
Contaminación de aguas superficiales. El agua superficial se refiere al agua natural que fluye sobre la superficie de la tierra, como ríos, lagunas, lagos y océanos. Las fuentes de contaminación de las aguas superficiales se dividen generalmente en dos clases según su origen:
Contaminación de fuente puntual: la contaminación de fuente puntual es cuando los contaminantes ingresan a una vía fluvial desde una fuente identificable, como una tubería o zanja. Las descargas de una fábrica, una planta de tratamiento de aguas residuales o un desagüe pluvial de la ciudad son ejemplos de contaminación del agua de fuente puntual.
Contaminación de fuentes no puntuales: proviene de fuentes dispersas que incluyen la agricultura, la escorrentía de aguas pluviales o los restos transportados desde la tierra a las vías fluviales.
Contaminación por nutrientes. Aunque los nutrientes son vitales para que florezca la flora y la fauna submarina, una cantidad excesiva de ellos puede alterar el equilibrio de los ecosistemas acuáticos. Los fertilizantes contienen una alta concentración de nutrientes que, si penetran en lagos, ríos y zonas costeras, pueden provocar la proliferación de algas que pueden bloquear la luz solar y evitar el crecimiento de otros organismos. Por lo tanto, el exceso de nutrientes puede tener efectos nocivos para las especies que viven allí, el acceso a los alimentos debido a la limitación de luz y el crecimiento de algas no deseadas.
Una consecuencia de la proliferación de algas es que consumen los suministros de oxígeno. Las especies que dependen del oxígeno, que se denominan organismos aeróbicos, suelen morir en presencia de la proliferación de algas. Por otro lado, los organismos anaeróbicos pueden sobrevivir en este ambiente e incluso prosperar. Desafortunadamente, algunos organismos anaeróbicos producen amoníaco, sulfuro y otras toxinas dañinas, que hacen que el agua sea aún más peligrosa para los animales y los humanos.
Contaminación de las aguas subterráneas. La agricultura es una gran fuente de contaminación del agua. Los fertilizantes y pesticidas que se aplican a los cultivos se filtran en el suelo y contaminan los ríos y lechos de agua bajo el agua. Por lo tanto, la calidad del agua subterránea, que normalmente se extrae para uso humano, se ve comprometida.
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Otras formas de contaminación:
- Eventos naturales (por ejemplo, deslave de rocas)
- Sistemas de saneamiento in situ
- Aguas residuales
- Fugas comerciales e industriales
- Fracturamiento hidráulico
- Lixiviados de vertedero
- Contaminación Microbiológica
Contaminación química. La contaminación química es el tipo más común de contaminación del agua. Los productos químicos pueden penetrar tanto en aguas subterráneas como superficiales. Dado que los productos químicos son un componente integral de la industria agrícola, gran parte de la contaminación química del agua proviene de los pesticidas y fungicidas utilizados en la agricultura. Los metales y solventes de sitios industriales también contribuyen.
Rotoplas aliado para prevenir la contaminación
La contaminación microbiológica es una forma natural de contaminación del agua. Microorganismos como bacterias y virus pueden infiltrarse en los suministros de agua y causar enfermedades. Las personas son más susceptibles a este tipo de contaminación en lugares donde aún no existen sistemas de tratamiento de agua.
Según datos del Banco Mundial, solo el 58% de la población de Argentina cuenta con un sistema de cloacas.
Una gran opción para el tratamiento de aguas es el Biodigestor de Rotoplas; una herramienta eficiente que supera al funcionamiento de una fosa séptica. El Biodigestor utiliza un proceso anaerobio que permite el tratamiento primario del agua. Se instala en casas sin servicio de drenaje y recibe aguas negras y grises.
¿Cómo prevenir la contaminación del agua?
Consume menos agua: en realidad, hay una cantidad limitada de agua limpia y fresca disponible en la tierra. Invertí en dispositivos de ahorro de agua en lavabos, inodoros y duchas.
Consume menos plástico: es muy difícil descomponer el plástico una vez que se ha producido. Gran parte del plástico que usamos termina en el suministro de agua del mundo, donde es aún más difícil desecharlo de manera segura. Por lo tanto, compra menos productos envasados en plástico y reduce su consumo.
Reutiliza artículos: cada vez que compres algo que no sea reciclable, como el plástico, reutilízalo tantas veces como sea posible. Si lo haces, disminuye su consumo, lo que significa que menos cantidad de estos productos terminarán en los suministros de agua del mundo.