Tener agua limpia y saneamiento hídrico es un derecho de todas las personas. Sin embargo, en algunas zonas, sobre todo de acceso limitado a la infraestructura, cumplir este derecho puede ser complicado. Conocé su importancia y por qué los productos de Rotoplas son el mejor aliado para lograrlo.
Agua limpia y acceso universal
La importancia de una buena higiene mediante el lavado de manos y el acceso a agua limpia ha sido aún más destacada por la pandemia de COVID-19. A pesar de los avances tecnológicos de las últimas décadas, miles de millones de personas en todo el mundo todavía carecen de acceso a agua potable y saneamiento hídrico.
“Lograr un acceso universal, adecuado y equitativo a los servicios de agua y saneamiento gestionados de forma segura es el núcleo del desarrollo sostenible”, así lo expresa uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La meta 6 de los ODS tiene como objetivo que todos tengan acceso a agua potable gestionada de manera segura, lo que significa una fuente de agua mejorada (como una tubería, un pozo de perforación o un pozo protegido) que esté cerca del hogar de las personas, con agua disponible durante todo el día y libre de contaminación.
En 2017, según datos del Banco Mundial, el 71% de los hogares, con 5.3 mil millones de personas, cumplieron con este criterio.
El mismo organismo revela que el 19% de los hogares, con aproximadamente 1.400 millones de personas, tienen acceso solo a los servicios básicos de agua. Por lo general, la fuente no se encuentra en las instalaciones de su hogar y la calidad del agua no está garantizada.
En 2017, 785 millones de personas aún carecían de acceso incluso a los servicios básicos de agua, destaca la ONU.
Agua potable: un recurso esencial
El agua gestionada de forma segura es un estándar exigente. Para muchos países de ingresos bajos y medianos, la prioridad sigue siendo ampliar el acceso a los servicios básicos de agua. Pero muchos de ellos aún no han logrado hacer frente a ese desafío.
En 2017, revela un informe de la ONU, aproximadamente un tercio de los países había logrado un acceso casi universal a los servicios básicos de agua, lo que significa una cobertura de más del 99 por ciento. Pero muchos países, expresa el mismo documento, aún no están ni cerca de lograr este objetivo. En 39 países, más de una cuarta parte de la población carece de acceso a los servicios básicos de agua.
El acceso dentro de los países también difiere considerablemente. En las zonas rurales existen menos probabilidades de acceso al agua sobre todo en los países de bajos ingresos, donde la brecha más amplia entre las zonas rurales y urbanas supera los 40 puntos porcentuales, menciona el informe. También existen disparidades en algunos países de ingresos medios, como Azerbaiyán y Colombia, que tienen promedios nacionales superiores al 95 por ciento.
Saneamiento, otra deuda pendiente
Otro gran problema que tiene que ver con la salud y el bienestar de las personas se relaciona con el saneamiento. Es un aspecto clave en todos los entornos (urbano, rural) para evitar enfermedades y no contaminar.
Las personas, según la ONU, también acceden al saneamiento de diversas formas, y estas se clasifican en niveles que son paralelos a las categorías de acceso al agua. Solo el 45 por ciento de la población mundial tiene acceso a servicios de saneamiento gestionados de forma segura. Esto significa una instalación mejorada (una diseñada para separar higiénicamente las excretas del contacto humano, como un inodoro con descarga de agua conectado a una alcantarilla, un tanque séptico o una letrina de pozo) que no se comparte con otros hogares, con las excretas desechadas.
Durante las últimas dos décadas, el acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene ha aumentado constantemente en muchas partes del mundo. Pero la desigualdad en el acceso persiste en algunos países de ingresos bajos y medianos. Las personas que viven en áreas rurales y de los hogares más pobres tienen más probabilidades de verse desfavorecidas en el acceso a los servicios de agua y saneamiento.
Aproximadamente el 29 por ciento de la población mundial tiene acceso a servicios básicos de saneamiento, lo que significa una instalación mejorada que no se comparte con otros hogares, pero donde la eliminación segura de excretas no está garantizada, lo que presenta un riesgo de contaminación ambiental, dice la ONU
3 Medidas para disponer de agua limpia y saneamiento
- Disponer de un correcto almacenamiento del agua. Contar con un correcto sistema de almacenamiento es prioritario para conservar el agua. Se recomienda que se haga en tanques con las características adecuadas. Un ejemplo son los tanques de almacenamiento de agua que fabrica Rotoplas, líder en el mercado.
- Contar con soluciones eficientes. Elegir soluciones eficientes es fundamental para aprovechar al máximo los recursos y hacer un uso racional, en este caso del agua. Estas propuestas, se pueden combinar con tecnologías verdes de bajo impacto ambiental.
- Supervisar las instalaciones regularmente. La mejor manera de ahorrar agua y prevenir enfermedades es supervisando las instalaciones con regularidad. Esa actividad previene fugas, detecta filtraciones en tanques de almacenamiento y previene situaciones de derroche y contaminación, que pueden tener como consecuencia, enfermedades.