Agua adecuada para el consumo humano.
El agua potable es el agua de superficie tratada y el agua no tratada pero sin contaminación que proviene de manantiales naturales, pozos sanitarios y otras fuentes. Puede beberse sin peligro alguno pues no provoca ningún daño a la salud, y a la vez es útil para el desarrollo de diversas actividades humanas.
En promedio, una persona necesita unos 20 litros de agua potable todos los días para satisfacer sus necesidades metabólicas, higiénicas y domésticas. Sin agua potable, la gente no puede llevar una vida sana y productiva.
De acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), el agua potable debe cumplir con los siguientes requisitos:
- No debe contener sustancias nocivas para la salud, es decir, carecer de contaminantes: biológicos (microbios y/o gérmenes patógenos), químicos, tóxicos (orgánicos o inorgánicos), y radiactivos.
- Poseer una proporción determinada tanto de gases (O2 y CO2), como de sales inorgánicas disueltos (as).
- Debe ser incolora o translúcida, inodora y de sabor agradable.
Un derecho humano
Un comité de las Naciones Unidas declaró formalmente, y por primera vez, que el acceso a agua potable segura es uno de los derechos humanos. “El agua debe tratarse como un bien social y cultural, y no principalmente como un bien económico.”
Según las evaluaciones de la OMS, se estima que 1.1 mil millones de personas en el mundo, aproximadamente una de cada seis, no tienen acceso a agua potable limpia. También ha sido lento el progreso sanitario, y unas 2.4 mil millones de personas, aproximadamente una de cada 2.5 individuos, todavía no tiene acceso a una letrina segura.