Las consecuencias de las crisis del agua en Argentina son muchas. A la disminución de la cosecha se suma el deterioro económico que ha sufrido el país y el escaso nivel de desarrollo. La pobreza toca sus picos más altos desde hace décadas y algunas zonas del país siguen siendo algunas de las más vulneradas.
Impactos de la falta de agua en Argentina
Argentina tiene un 83% de cobertura del para el abastecimiento de agua de red. Pero la marginación y pobreza sobre todo en el norte del país es notoria.
Ya sea poder beber agua de buena calidad o contar con un baño que funcione, el agua y el saneamiento son necesidades básicas que a menudo damos por sentado. Pero a nivel mundial, 1 de cada 4 personas no tiene acceso a agua potable y casi 1 de cada 2 personas no tiene un baño decente. En Argentina el agua también es escasa y las consecuencias son graves impactando, mayormente, en los sectores más vulnerables, advierten las organizaciones no gubernamentales internacionales.
- Impacto en las mujeres y en las niñas. La falta de servicios de agua y saneamiento es especialmente dura para las mujeres y las niñas. A menudo son ellas las responsables de recoger agua, lo que las aleja del trabajo y de la escuela. En el norte del país está problemática se acrecienta.
Las mujeres del norte argentino destinan entre 4 y 6 horas diarias al acarreo de agua, ya sea en agua o en bidones.
Aunque Argentina dispone de grandes recursos hídricos (cobertura del 80% para el abastecimiento de agua de red) la distribución es deficiente y la brecha entre algunas poblaciones del país es notable.
En el norte argentino el consumo promedio de agua es de 20 litros por persona. En la Ciudad de Buenos Aires es de 500 litros.
- Impacto económico. Al cargar agua durante varias horas diariamente o al contraer enfermedades transmitidas por el agua las personas pierden tiempo y en algunos casos hasta su vida siendo los niños, niñas y mujeres las poblaciones más vulneradas. En Argentina 7 de cada 10 niños son pobres. Cuando las familias recuperan su tiempo y su salud, pueden convertirlos en educación y oportunidades laborales que conduzcan a un futuro mejor.
- Impacto en la salud. Sin acceso a agua potable, la gente recurre a utilizar y beber agua de fuentes contaminadas, lo que provoca enfermedades prevenibles como la diarrea y el cólera.
En los años ochenta, en Argentina, la diarrea era una de las primeras causas de mortalidad en niños menores de cinco años. En la región del chaco salteño, al noreste del país las enfermedades transmitidas por el agua contaminada o las enfermedades contraídas por el escaso acceso al agua potable no dan tregua. Y en algunas zonas, aunado a la crisis económica, se ha declarado la emergencia socio sanitaria.
- Impacto en la educación. El tiempo perdido por ir a buscar agua o enfermarse por enfermedades transmitidas por el agua mantiene a muchos niños fuera de la escuela. Una vez que las escuelas y las familias tengan instalaciones de agua y saneamiento y recursos de higiene menstrual para las niñas, los niños podrán permanecer en la escuela y las familias podrán prosperar. Contar con sistemas seguros de saneamiento y de almacenamiento de agua es indispensable en este tipo de poblaciones.
- Impacto en el desarrollo. El agua constituye la base misma de la sociedad. Sin agua potable y accesible, persiste un ciclo de pobreza. Al no disponer de acceso al agua potable, las poblaciones no pueden prosperar y quedan relegadas. Se reproduce aún más la pobreza, y el desarrollo se estanca. Ejemplo de estas poblaciones vulnerables se ven a lo largo y lo ancho del país. En el noreste argentino, por ejemplo, la pobreza no da tregua y supera el 60 %.
- Impacto ambiental. Al no disponer de fuentes de aguas limpias, el medio ambiente sufre un grave deterioro. El impacto en las poblaciones y en la flora y fauna locales es evidente. Por ejemplo, la presencia de químicos contaminantes ,como arsénico, en las aguas subterráneas de más de una docena de provincias ha causado serios problemas de salud.
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- Impacto en la agricultura. La salud de los cultivos en Argentina es la más pobre en 40 años, y se esperan graves impactos en las cosechas de trigo y soja. Argentina ya experimentó una disminución del 61 por ciento en los ingresos por exportaciones de cereales y oleaginosas entre enero de 2022 y enero de 2023, según datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)
Simultáneamente a la sequía, una serie de olas de calor sin precedentes, han afectado a la región. Según un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) el calor actual exacerba los impactos de la sequía en la agricultura al provocar, por ejemplo, estrés por calor además del estrés hídrico en los cultivos.
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Durante 2022, la sequía detuvo las cosechas anuales de trigo y soja en Argentina, generando déficits de exportación del 25-50%. Finalmente, los impactos de la sequía afectan a la población además de la ya alta inflación y el debilitamiento de la moneda local.