Existe una serie de opciones disponibles para el tratamiento de aguas residuales, que incluyen un tanque séptico, un pozo negro o una planta de tratamiento de aguas residuales domésticas, como son los biodigestores. Estos últimos son la solución más práctica, ecológica y eficiente.
Los Biodigestores Rotoplas son de gran innovación y rendimiento, se consiguen en amplias capacidades como 950 y 2.000 litros. Son duraderos y muy prácticos. Conoce más de ellos a continuación.
¿Por qué es importante brindar soluciones para el tratamiento de aguas residuales?
Según la ONU, diariamente se vierten alrededor de 2 millones de toneladas de aguas residuales en los cuerpos de agua a nivel global. La principal causa de contaminación proviene de una inadecuada gestión y tratamiento de los desechos generados por actividades humanas, industriales y agrícolas.
Darle al agua residual un tratamiento adecuado elimina el riesgo de contraer enfermedades relacionadas al consumo de agua contaminada. Los sistemas de tratamiento de aguas residuales como los biodigestores eliminan las bacterias que causan enfermedades y matan los organismos nocivos. Retienen dichos contaminantes antes de que las aguas residuales salgan del tanque y entren al suelo. Este proceso de filtración evita que las bacterias ingresen a las fuentes naturales de agua o lleguen a las plantas y animales de granja, lo que ayuda a proteger el medio ambiente.
Biodigestores para tratar el agua
Los biodigestores son una opción ideal para las propiedades rurales que no están conectadas a los sistemas principales de alcantarillado. Funcionan reteniendo los residuos sólidos de las aguas residuales a través de procesos de sedimentación, aireación y descontaminación.
Los biodigestores deben contar con certificación que avale su funcionamiento. El mantenimiento y servicio es mínimo, si se lo compara con otros sistemas para el tratamiento de aguas residuales. Son de fácil transporte e instalación y su funcionamiento es muy económico.
Los biodigestores son sistemas de bajo costo y poco mantenimiento. Proporcionan una solución muy rentable para tratar el agua y mantener a raya a las bacterias no deseadas.
En comparación con los sistemas que se usaban anteriormente, los sistemas de aguas residuales modernos, como son los biodigestores, tienen una emisión mínima de olores. Las emisiones de olor a menudo disuaden a las personas de invertir en un tanque séptico o un sistema similar porque no pueden soportar los olores que a menudo pueden sobresalir. Con los sistemas modernos, como los biodigestores, los olores no son un problema.
Mayor funcionalidad y eficiencia. Otra de las razones principales por las que los biodigestores tienden a ser la opción más popular es porque, aunque los tanques sépticos requieren un mantenimiento bastante bajo y, por lo general, menos costoso, solo se pueden instalar junto con un sistema de drenaje. Esto se debe a que la legislación actual dicta que los tanques sépticos no deben descargarse en una fuente de agua natural debido a la contaminación y el daño ambiental, por lo que los tanques sépticos no se pueden usar en áreas donde el suelo no es lo suficientemente poroso para albergar un sistema de drenaje.
Además de cumplir con las reglamentaciones ambientales, las plantas de tratamiento de aguas residuales domésticas, como son los biodigestores, también tienden a ser más baratas de operar durante un período de tiempo más largo.
Los biodigestores también son la solución más ecológica para tratar los desechos de aguas residuales en un entorno rural, ya que no omiten el amoníaco, que puede ser dañino para la vida silvestre y el hábitat natural circundante, haciéndolos una opción ecológica y que no dañará el ambiente.
Cómo funcionan los biodigestores
Mientras que los tanques sépticos y los pozos negros se utilizan para recolectar y almacenar desechos de aguas residuales hasta que puedan vaciarse durante un servicio de rutina, las plantas de tratamiento de aguas residuales , como son los biodigestores, en realidad los limpian, de ahí el nombre, para que puedan descargarse sin causar contaminación o dañar el área circundante.
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Logran esto a través de tres etapas principales de tratamiento, que comienza con la sedimentación en la primera cámara dentro de la planta, que es donde se usa la gravedad para que los desechos líquidos floten hacia la parte superior y luego se separan de los desechos sólidos mediante máquinas de clarificación.
La etapa de aireación involucra la alimentación de aire comprimido a la cámara a través de una bomba eléctrica (o bombas múltiples en algunos casos), lo que eleva el nivel de contenido de oxígeno de los desechos líquidos. Esto facilita el crecimiento de bacterias útiles, que trabajan para desinfectar los desechos líquidos. Una vez que las aguas residuales se descontaminan y las bacterias se han asentado, las bacterias se trasladan a la primera cámara para su eliminación posterior, mientras que las aguas residuales tratadas están listas para descargarse.
Biodigestor Rotoplas
Si buscas una solución que funcione como una planta de tratamiento doméstica, de forma segura y eficiente, el biodigestor de Rotoplas es la opción. Este equipo sirve para el tratamiento primario de aguas negras y grises para luego su descarga a suelo (pozo de absorción o infiltración) o drenaje.
Una de sus grandes ventajas, es su sistema de autolimpieza que sirve para purgar el lodo. Lo que es muy conveniente, ya que no es necesario emplear un equipo especial.
Además este sistema utiliza un filtro anaerobio en su interior, lo que aumenta el tratamiento del agua haciéndolo más eficiente. Otra ventaja es que para tratar el agua no emplea electricidad, ni ningún tipo de químico.