Cuando evaluamos el derecho al acceso digno al agua potable, a menudo se olvida una parte fundamental de todo este proceso, que es la necesidad del tratamiento de las aguas residuales. Cuando haces vida en el cono urbano es sencillo obviar todo lo relacionado al tratamiento de las aguas negras, pues todo ocurre de forma casi automática: las aguas residuales se van por el drenaje y son manejadas por una planta de tratamiento.
En las zonas rurales o más alejadas, en las que no hay plantas de tratamiento municipales, las soluciones suelen ser más precarias y menos eficientes. El problema es que un tratamiento inadecuado de las aguas negras tiene repercusiones negativas para todos, no sólo a nivel local. De ahí la importancia de entender y manejar métodos accesibles y alternativos para enfrentar esta situación. Por esta razón vamos a explicarte de qué se trata el tratamiento biológico de aguas residuales, sus ventajas frente a otros métodos y cómo puedes aplicarlo con la simple adquisición de un Biodigestor Autolimpiable Rotoplas.
Cómo funciona el tratamiento biológico de aguas residuales
El tratamiento de aguas residuales busca estabilizar la materia orgánica contaminante, sólo que en vez de usar químicos para hacerlo (como el cloro, por ejemplo, que sencillamente destruye los microorganismos), se emplea una biomasa activa, es decir bacterias. Estas bacterias degradan los desechos, pues emplean la materia orgánica y nutrientes como el nitrógeno y fósforo como alimentos. Luego de ser ingeridos, se transforman en sólidos mineralizados y estables, conocidos como lodos.
De este modo se logra reducir el contenido de materia orgánica, el exceso de nutrientes y hasta eliminar los patógenos y parásitos, antes de devolver las aguas al medio ambiente para que continúen su ciclo. Este proceso se logra por medio de procesos aeróbicos y anaeróbicos, en los que la materia orgánica que existe en las aguas residuales se metaboliza por diferentes grupos de bacterias.
Este artículo también te puede interesar si quieres saber más: ¿Qué son las aguas residuales tratadas?
Tipos de tratamientos biológicos
Aerobios
El grupo de bacterias empleadas para estos tratamientos requieren oxígeno para poder respirar. Esto hace que se obtenga un buen rendimiento energético y se genera una gran cantidad de fangos, pues la cantidad de bacterias crecerá de forma exponencial. Una desventaja de estos sistemas es que requieren mayor espacio para su instalación.
Anaerobios
No requieren oxígeno para sobrevivir, pues lo toman directamente de la materia orgánica. Por los procesos metabólicos, se emplea una buena parte del carbono de los desechos para formar subproductos de crecimiento, como el biogás (que es CO2 y metano). Este proceso crea cantidades de lodos más reducidas. Asimismo, requiere menos espacio para su aplicación.
Anóxicos:
En estos sistemas no se requiere la presencia de oxígeno ni de materia orgánica, sino que se emplean los nitratos, sulfatos, hidrógeno, entre otros elementos para lograr la metabolización. Esto es particularmente útil para el tratamiento de cierto tipo de desechos, como los industriales, en los que la carga orgánica no es tan elevada.
Ventajas del tratamiento biológico de aguas servidas
El mayor beneficio del tratamiento de las aguas negras es que estás evitando contaminar las fuentes de agua, los alimentos y de este modo previenes enfermedades mortales por agua contaminada. Sólo por esto se está haciendo una gran diferencia; pero en lo que a método se refiere, hay ventajas relacionadas al tratamiento biológico de las aguas residuales frente a opciones más radicales y orientadas al uso de tratamientos químicos. Algunos de estas ventajas son:
– Menor costo de funcionamiento y mantenimiento. No hacen falta inversiones continuas en materia prima para el tratamiento.
– Menos emisiones de nitrógeno y fósforo.
– Funcionamiento más estable.
– Lodos que pueden ser reutilizados como fertilizantes de ornamentales.
– Es más natural, no altera el equilibrio natural del medio ambiente.
Biodigestor Rotoplas: tratamiento biológico a tu alcance
Uno de los grandes problemas cuando se trata del tratamiento de las aguas servidas es que la implementación de plantas y políticas de tratamiento deberían estar implementadas por entes gubernamentales; pero esto rara vez ocurre con la celeridad requerida. Los centros poblados crecen y los sistemas de acueductos colapsan en vez de expandirse.
Frente a esta realidad las opciones son limitadas. Hay sistemas como pozos negros o fosas sépticas, que además de anacrónicos resultan poco eficientes, así que empeora el problema de la contaminación, además de requerir mantenimiento especializado. Por esta razón la propuesta del Biodigestor Autolimpiable de Rotoplas resulta más que novedosa, necesaria.
Este biodigestor emplea un dispositivo de acondicionamiento de agua anaerobio interno, en el que ocurre la degradación de la materia orgánica. No requiere electricidad para su funcionamiento, ni químicos o mantenimiento especializado. El Biodigestor Autolimpiable tiene un diseño y tecnología patentada, que se encargará del tratamiento primario de aguas negras y grises. Luego de este tratamiento se podrá descargar a un pozo de absorción, dejando sólo una cantidad mínima de lodo que deberá purgarse una vez al año, sin la necesidad de equipos especiales.
Gracias a su construcción en una sola pieza, hermético, evita la fuga de olores y gases. No se agrieta, es resistente a la corrosión e impactos. De fácil instalación, es la solución perfecta para espacios rurales o alejados de la ciudad. También puede usarse para complementar el uso de sistemas de tratamiento colapsados. Sustentable, ecológico y con la mejor relación entre calidad y precio, el Biodigestor Rotoplas es la solución independiente para el tratamiento de las aguas residuales en casa.