La temporada de lluvias en Argentina, mayormente, tiene lugar en los meses de verano y puede superar los 1000 mm anuales. Argentina se extiende a lo largo de muchas latitudes diferentes y, como tal, existen grandes variaciones en el clima dentro del país: varía desde subtropical a lo largo de la frontera noreste con Brasil hasta subpolar en la región de Tierra del Fuego en el extremo sur.
En toda la región se puede echar mano del agua de lluvia para cubrir las necesidades de la población. A continuación, conocé por qué es importante aprovechar el agua de lluvia y cuáles son sus beneficios.
Clima en Argentina
En el norte de Argentina el clima es soleado y seco durante la mayor parte del año, alcanzando temperaturas de 35° C (95 ° F) y más. Durante la temporada de lluvias, de diciembre a marzo, puede ser más húmedo.
En el centro del país el clima es templado durante todo el año. Aunque puede ser bastante caluroso y húmedo en los principales meses de verano de enero y febrero y más fresco y húmedo en el invierno.
Más al sur, en la Patagonia, el clima es extremadamente frío durante la mayor parte del año, excepto en los meses de verano (noviembre – marzo). La Patagonia tiene condiciones secas, casi desérticas, protegidas de los persistentes vientos del oeste de los Andes del sur.
Las lluvias en Argentina sobre todo en el Chaco Pampeano, una de las zonas más lluviosas, pueden alcanzar un promedio de 1800 mm y en el resto del país ,aproximadamente, 800 mm anuales.
¿Por qué utilizar agua de lluvia?
El agua es la razón por la que existe vida en la Tierra, sin ella la vida es inimaginable. Sin embargo, las fuentes de agua dulce se están volviendo escasas. Los informes de varios organismos mundiales, incluidas las Naciones Unidas, indican que si la situación actual del agua no cambia y no se toman medidas preventivas, el mundo comenzará a quedarse sin agua dulce en 2050. Frente a este panorama, la recolección de agua de lluvia puede ser una buena alternativa.
¿Cómo se capta el agua de lluvia?
La captación de agua de lluvia es un proceso sostenible que permite reutilizar esa agua para diferentes propósitos y también para distintas necesidades. Se pueden emplear diferentes sistemas para captar el agua. Lo más simple es hacerlo mediante un sistema de canaletas que se ubican en los techos y que desembocan en un tanque de almacenamiento de agua.
También hay sistemas más integrales que se conectan a tanques de almacenamiento de agua y que alimentan la plomería interior y exterior.
Para mantener el agua en buenas condiciones y libre de contaminantes, los tanques de almacenamiento deben de contar con características especiales, como por ejemplo, estar hechos de un material resistente y que no suelte partículas al contacto con el agua.
Los tanques de almacenamiento de agua también deben ser seguros y contar con cierre hermético, de manera que no permitan la entrada de contaminantes. Un ejemplo es la línea de tanques de almacenamiento de agua que comercializa Rotoplas, que se caracterizan por su innovadora tecnología y seguridad.
3 Ventajas de captar y almacenar agua de lluvia
Recolectar agua de lluvia es una forma sencilla y sostenible que permite proteger los recursos naturales y los delicados ecosistemas de nuestro planeta. Cuando usamos agua de lluvia conservamos el agua subterránea, ahorramos energía y limitamos los efectos dañinos de la escorrentía de aguas pluviales.
1.Ahorro de energía. Utilizar agua de lluvia previamente almacenada, permite ahorrar energía. En la mayoría de los casos, el agua que sale de nuestros grifos es tratada y canalizada por sistemas municipales, los cuales emplean cantidades significativas de energía.
Si desperdiciamos el agua potable para tareas que no la necesitan, gastaremos aún más energía. La forma más ecológica de descargar el inodoro, lavar la ropa y regar el césped es utilizar el agua de lluvia disponible.
- Limita la escorrentía de aguas pluviales. La recolección y almacenamiento de agua de lluvia limita la escorrentía de aguas pluviales. Las aguas pluviales provienen de la lluvia y la nieve derretida. Cuando no se absorbe en el suelo, permanece en la superficie y arrastra sedimentos, metales, pesticidas y fertilizantes hacia las áreas de captación de agua. La contaminación en estas áreas puede provocar floraciones de algas nocivas en lagos y ríos, enfermedades en personas y fauna.
Además, la fuerza y el volumen de la escorrentía de aguas pluviales pueden inundar áreas bajas y erosionar riberas. Este daño resulta en la pérdida de tierra que alguna vez fue utilizable. También provoca cambios a largo plazo en los ecosistemas locales.
Tener un método de recolección de agua de lluvia limita estos efectos nocivos. Al manejar las oleadas de aguas pluviales en el sitio, evitan que los escombros ingresen a la cuenca. También reducen la presión de las alcantarillas pluviales que de otro modo podrían verse abrumadas.
- Ahorro económico. Muchas jurisdicciones facturan directamente a los residentes por el agua municipal que utilizan. Al recolectar y almacenar agua de lluvia en tu propiedad podés disminuir tu consumo de agua potable y reducir tus facturas de agua.
Los ahorros a largo plazo hacen que la compra e instalación de un recolector de agua de lluvia sea una opción rentable. El período de recuperación exacto varía según la tecnología que elijas y el tamaño de su instalación. Pero debido a que la mayoría de los sistemas tienen bajos costos de operación y mantenimiento, verás rápidamente un retorno de tu inversión.
Finalmente, guardar agua de lluvia en un tanque de almacenamiento también representa ahorros indirectos. Los impuestos municipales cubren el costo de administrar, tratar y distribuir millones de litros de agua. Podemos reducir estos costos del agua, y nuestros impuestos, reduciendo la presión que ejercemos sobre los sistemas de suministros públicos.