Qué es la agroindustria y por qué es importante en Argentina

A diferencia de lo que podría parecer a primera vista, la agroindustria es más que actividad agrícola: involucra otro tipo de procesos y está presente en actividades muy distintas. En este artículo te explicamos de qué se trata y cuál es su impacto ambiental. 

Un lector desprevenido o fuera del universo agro podría creer que agroindustria es sinónimo de agricultura. Nada más lejos de la realidad: al hablar de actividad agroindustrial, el concepto es más amplio y constituye una serie de actividades y procesos que van desde el cultivo elemental hasta el proceso de industrialización y comercialización.

¿Qué es la agroindustria Argentina?

La actividad agroindustrial abarca un horizonte más amplio que la simple actividad de cultivo y cosecha: es un conjunto de actividades que involucra los sistemas agrícolas y ganaderos para su procesamiento en fábricas, con el fin de elaborar productos que luego son consumidos en la sociedad. Como ejemplos de productos industriales se pueden mencionar el azúcar, cuadernos, harina, maderas y prendas de vestir. 

La cadena agroindustrial comprende, entonces, tres fases: la producción, industrialización y comercialización de los productos que provienen de las actividades agropecuarias con una finalidad económica. Como ejemplo de la agroindustria alimentaria vale el caso del maíz. De su cultivo y procesamiento se obtienen harinas, almidones, gluten y aceites, entre otros.

Según lo establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, la actividad agroindustrial se refiere a la transformación de productos que provienen de la agricultura, la actividad forestal y la pesca.

La producción de alimentos y materias primas del campo provee a la agroindustria, sector que luego se encarga de industrializar y comercializar los productos agropecuarios, forestales y biológicos con valor agregado. A este esquema se le suele llamar circuito agroindustrial.

La importancia de la agroindustria en el mundo es insoslayable: la transformación de materias primas en productos agroindustriales genera desarrollo económico y social, lo que produce una cadena agroindustrial integrada por el sector primario y el secundario.

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¿Cuáles son los tipos de la agroindustria?

La actividad agroindustrial se divide, según su producción, en dos tipos o ramas:

Alimentarias

Este tipo de producción refiere a la transformación y procesamiento de los productos obtenidos de las actividades rurales en productos alimenticios, orientados al consumo. La clasificación de agroindustria alimentaria Incluye también la selección de calidad, clasificación, almacenamiento y empaquetamiento del producto, además de las transformaciones posteriores de los productos y subproductos que deriven de la primera transformación. 

Como ejemplos de agroindustria alimentaria se pueden mencionar: fideos, café instantáneo, alfajores, polenta. 

Foto de Pexels por Mark Stebnicki

No alimentarias

La rama no alimentaria de la producción agroindustrial es un tipo de producción que consiste en la transformación de productos que son utilizados como materias primas para realizar otros productos no destinados a la alimentación. Como ejemplos de productos agroindustriales no alimentarios se pueden mencionar: prendas de vestir, cueros, maderas, muebles y papel entre otros muchos.

Por lo general, las actividades agroindustriales no alimentarias consisten en el aprovechamiento de materias primas biológicas que no sean de consumo humano- Por ejemplo, las cáscaras de los frutos, residuos de la caña o desechos de la industria pesquera. Esto involucra procesos ligados a la biotecnología: desde biocombustibles y biopolímeros hasta biosensores y nanoproteínas. 

¿Cuáles son los productos agroindustriales en Argentina?

La agroindustria en Argentina es una actividad absolutamente fundamental: constituye el 25% de la industria manufacturera y abarca el 40% de las exportaciones, lo que genera 600.000 puestos de trabajo en todo el país.

El dinamismo económico y social que impulsa la producción agroindustrial obedece, en parte, a causas inherentes a la geografía argentina. La agroindustria en Argentina se ve beneficiada por la diversidad y abundancia de recursos naturales, por las condiciones climáticas, que varían de acuerdo a la región, y por la riqueza de los suelos. Entre las actividades agroindustriales nacionales, las más relevantes son las industrias lácteas, las harineras, la agroindustria azucarera y las forestales, entre otras.

El sector resulta de una importancia estratégica para el desarrollo económico y social del país, lo cual implica que sobre lo ya hecho hay por delante un gran potencial de crecimiento. En conjunto, el sector que que trabaja regularmente en los procesos agroindustriales son actores que proveen de un mayor nivel de producción, agregado de valor y exportaciones, que en última instancia se traducen en ingreso de divisas internacionales para el país. 
El sector agroindustrial representa una porción más que significativa en la economía y empleo del país. En números, es responsable del 7,5% del Producto Bruto Interno (PBI) y de alrededor de 750 mil puestos de trabajo registrado, correspondientes a aproximadamente 80 mil empresas. A pesar de lo elocuente de las cifras, estas no dan cuenta de la participación total de la agroindustria porque no consideran el aporte sobre el total de la cadena de valor. La actividad agroindustrial representa el 60% de las ventas externas argentinas.

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¿Qué productos agroindustriales exporta Argentina?

El rol de Argentina como país exportador es de importancia sustancial. La gran cantidad de productos que vende en el mercado internacional, tanto materias primas como productos agroindustriales, realiza una aporte a la seguridad alimentaria del mundo, sobre todo en cuanto al sector oleaginoso (soja, girasol y sus derivados) y al complejo cerealero (arroz, cebada, maíz y trigo). 

Actualmente, las ventas agroindustriales argentinas presentan una marcada concentración en cuanto al tipo de productos que se exportan, y una amplia diversidad en lo relativo a los destinos de exportación. El complejo sojero (poroto, aceite, harina de soja y biodiesel) constituye el 50% de los productos agroindustriales que exporta Argentina. 
En cuanto a la agroindustria de exportación, Argentina ocupa el primer puesto como exportador de aceite y harina de soja, yerba mate y porotos. Ocupa el segundo puesto como proveedor de maní, y el tercero en venta internacional de girasol, maíz, soja y peras. Además, se destaca en la exportación de cebada cervecera, carne vacuna, té negro y leche en polvo.

Todo sobre la nueva ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial

En este apartado te mostramos los principales ejes del proyecto que busca dinamizar el circuito agroindustrial en Argentina a través de incentivos fiscales.

Un nuevo panorama se abre en el sector agroindustrial después de que se anunciara, a fines de septiembre, el proyecto de ley denominado «Fomento al Desarrollo Agroindustrial». Presentadas por el presidente Alberto Fernández, las medidas están orientadas a promover inversiones y aumentar la productividad, la dinamización del empleo y el agregado de valor.

Los ejes centrales de la iniciativa que busca favorecer el circuito agroindustrial en Argentina son: la amortización de las inversiones en un lapso de diez años, la recuperación anticipada del IVA, un bono a futuro que promueva la inversión en semillas e insumos sustentables, y la definición de la ganadería como un bien público de consumo popular.

Ahora bien, ¿qué beneficios concretos significan las medidas para el sistema agroindustrial argentino? A continuación, destacamos los principales puntos de la iniciativa.

Principales beneficios de la nueva ley agroindustrial

Amortización acelerada en Ganancias

Las inversiones en máquinas y equipos van a poder amortizarse en una cantidad menor de cuotas: en lugar de las 10 cuotas habituales, podrá hacerse de tres en adelante. El beneficio máximo está destinado para bienes que cuentan con oferta nacional. No forman parte del programa los automóviles y las viviendas.

Por su parte, las obras de infraestructura que beneficien el circuito agroindustrial van a contar con la reducción del 50% como máximo de su vida útil, lo que incrementa la rentabilidad del proyecto de inversión. 

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Devolución del IVA para inversiones en sector agroindustrial

En el régimen vigente, la devolución del IVA tiene un plazo de seis meses. Sin embargo, de acuerdo con la nueva ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial, el plazo para solicitar la devolución de IVA se reduciría a tres meses. “Se flexibiliza el requisito de que, luego de devuelto el IVA, debe generar en 60 meses un monto de IVA igual al impuesto devuelto. A tal fin se usará para el cómputo en todos los casos la alícuota general del 21%”, se indicó desde el Poder Ejecutivo.

Crédito fiscal para el cuidado ambiental

El proyecto busca propiciar el uso de semilla fiscalizada de especies autógamas de producción nacional y, en segundo lugar, estimular en el sector agroindustrial la producción sustentable utilizando fertilizantes e insumos, incluidos los biológicos, y optimizar la productividad de la ganadería vacuna.

Para este fin, de acuerdo con las fuentes oficiales, se da origen al Sistema de Promoción Agroindustrial para la Producción Sostenible. Además, se comienza a otorgar un bono de crédito fiscal equivalente al 15% del monto gastado en los productos arriba mencionados. El crédito fiscal podrá deducirse del impuesto a las ganancias, señaló el titular del Ministerio de Agricultura, Julián Dominguez.

Ganado: Valuación de la hacienda en Ganancias

Por otra parte, el nuevo régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial determina que los productores ganaderos, frente a la obligación de valuar la hacienda vacuna para calcular el impuesto a las Ganancias correspondiente, van a tener la posibilidad de valuar sus existencias al momento de la venta y no durante el tiempo de engorde.

Este beneficio, que apunta a favorecer a las empresas agroindustriales, está enmarcado en una serie de condiciones: comprende a la hacienda cuyo peso promedio iguale o supere los 400 kg vivo, o, como segunda opción, que los animales tengan un rendimiento en playa de faena equivalente a 225 kilogramos res con hueso en gancho.

Se espera que esta medida redunde en un aumento de la cantidad de carne para consumo en más de 60 mil toneladas anuales, según calcularon en el Consejo Agroindustrial.

Por último, con el fin de aumentar y dinamizar el sector económico de la ganadería vacuna, la nueva iniciativa prevé beneficios promocionales para los ganaderos que cumplan las siguientes condiciones: deben obtener, con respecto al promedio de los tres últimos ejercicios fiscales, incremento en los porcentajes de destetes de terneros logrados o, en su defecto, aumento del peso promedio de los animales que se mandan a faena.

agroindustria argentina
Foto por Jed Owen en Unsplash

Objetivos a conseguir fomentando la agroindustria

  • Profundizar el crecimiento del sistema agrondustrial sustentable con nuevas inversiones, articulada con un Plan Estratégico sectorial cuyo horizonte de consolidación se estima en el año 2030.
  • Incrementar las exportaciones de bienes y servicios que pertenezcan al sector agroindustrial sustentable, recuperando el objetivo de alcanzar los u$s100 millones en el año 2030, lo que implica la creación 700.000 puestos de trabajo tanto directos como indirectos.
  • Uno de los grandes objetivos para dinamizar el circuito agroindustrial en Argentina es conseguir, también para el año 2030, la meta de 200 millones de toneladas de producción de cereales, oleaginosas y legumbres.
  • Favorecer nuevas inversiones de las empresas agroindustriales que agreguen valor en origen, en la búsqueda de un camino de desarrollo sostenible que permita reducir la pobreza y la desigualdad.
  • Fertilizar el suelo y mejorar los rendimientos con estímulos fiscales que promuevan un sector agroindustrial sustentable. 

Lineamientos del proyecto

El «Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial» cobraría vigencia de forma retroactiva a partir de enero del corriente año, y regiría hasta diciembre de 2030. El objetivo de las medidas que favorecen al sector agroindustrial es aumentar las exportaciones en 7.000 millones de dólares y crear más de 150 mil puestos de trabajos en todo el país.

Las medidas afectan a más de 150 actividades agrobioalimentarias y agrobioindustriales. Esto incluye distintos eslabones de la cadena agroindustrial, desde productores, cooperativas, formas asociativas y emprendedores, hasta empresas de base tecnológica y empresas agroindustriales.

La iniciativa fue trabajada en conjunto por los ministerios de Agricultura, Economía, Desarrollo Productivo, Ganadería y Pesca, Cancillería, AFIP y el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), organización que propuso el proyecto en primera instancia.

¿Cuál es el Impacto ambiental de la agroindustria?

El impacto ambiental agroindustrial es un proceso que refiere al efecto que causan las actividades agroindustriales en el suelo, el aire y las masas de agua. La agroindustria produce y desecha desperdicios de todo tipo, y además conlleva muchas veces prácticas nocivas para el medioambiente, como ocurre, por ejemplo, con distintos modos de utilizar la tierra. Sin embargo, si se tienen determinados cuidados, es posible hacer de la agroindustria una actividad más sustentable.

Los residuos de la contaminación agroindustrial pueden ser tanto aceites y compuestos ácidos, como también pesticidas y todo tipo de sustancias que desembocan en las aguas que recorren los campos, además de las napas de agua subterránea. Es por eso que existe peligro de infección por contaminación a través del agua debido a la contaminación agroindustrial.

Otras partes del proceso agroindustrial, posteriores a la plantación o la ganadería en el campo, tienen que ver con las operaciones posteriores sobre la materia prima. La contaminación agroindustrial proveniente de esta actividad se relaciona con la emisión de gases varios, material pulverizado, azufre, hidrocarburos, entre otros. 

En cada una de las etapas de la agroindustria hay a menudo materias primas mal almacenadas que se descomponen y degradan, cuya eliminación además es inadecuada o poco cuidadosa del ambiente, los suelos, etc. 

En la agroindustria la producción intensificada, que busca una producción masiva, a gran escala y eficiente, puede contaminar. La agroindustria genera deforestación, monocultivo y uso de fertilizantes y pesticidas que potencian la producción y la hacen más eficiente, pero con un impacto sobre el medioambiente que se denomina contaminación agroindustrial.

La contaminación agroindustrial no solamente afecta a los consumidores de agua y alimentos de manera directa, sino que produce cambios en el clima, inundaciones y otros efectos que llevan a las personas a tener que trasladarse de un lugar a otro o perder su lugar de vivienda, trabajo, etc., por lo que tiene un impacto social profundo. Es por eso que el manejo del agua y de la tierra sustentable para la agroindustria, prácticas sostenibles en el agro como la rotación de cultivos, ayudan a generar una agroindustria menos nociva en el corto, mediano y largo plazo. La intensificación agroindustrial además genera erosión del suelo, cambios físicos y químicos en el sustrato e impactos sobre la vegetación y la fauna. 

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El impacto ambiental en cada una de las partes del circuito de agroindustria

Si profundizamos en detalle, ¿cuál es el impacto ambiental de cada una de las partes del circuito agroindustrial? Es importante definir y diagnosticar el factor involucrado en la contaminación por agroindustria de manera precisa para poder elegir la solución adecuada. Daremos dos ejemplos de la forma en la que diferentes factores pueden contribuir a la contaminación agroindustrial. Uno de ellos es el sitio donde se ubican las instalaciones para la agroindustria. Hay lugares más frágiles ecológicamente hablando, mientras que los mejores lugares son aquellos que naturalmente poseen la capacidad de absorber mejor los desperdicios que haya, si bien estos deben recibir un tratamiento adecuado en todos los casos. Además, por ejemplo, la agroindustria alimentaria debe ubicarse en sitios donde no reciba afluentes provenientes de otras industrias, porque podría contaminarse la producción con los desechos arrastrados. 

Si bien la elección del lugar debería ser tomada sobre la base de la búsqueda de una agroindustria sustentable, lo cierto es que en esta decisión intervienen otros tipos de intereses, tanto políticos como económicos. Es necesario también tener en cuenta la reglamentación vigente. La investigación en agroindustria aporta conocimiento cada vez más sofisticado acerca de las características de cada lugar y la necesidad de cada agroindustria para poder ubicar las instalaciones de la mejor manera. 

Otro factor importante a tener en cuenta para diagnosticar el problema y reducir la contaminación agroindustrial es la manera en que se utilizan los residuos. De no reciclarse, los residuos y desechos de la agroindustria generan un nivel de contaminación muy elevado. Es importante tener en cuenta el tipo de residuo para decidir su destino. El tipo de residuo y su uso potencial o reciclaje depende de la materia prima y del proceso agroindustrial de producción. Con la tendencia a la mayor productividad se busca que los residuos sean aprovechados. Para esto existen diferentes proyectos: la utilización de residuos de aceites como combustibles, la extracción de grasa de los mataderos para producir alimentos balanceados, semillas de algodón para generar aceite dentro de la agroindustria alimentaria; y dentro de la agroindustria no alimentaria, el aceite desechado para producir cosméticos.

La actividad agroindustrial, a pesar de generar impactos ambientales, puede ser sostenible con cuidados como los ejemplificados. Además, medidas tales como la rotación, los cultivos de servicio, la utilización de abono verde, la instalación de infraestructura contra inundaciones ayudan a la sustentabilidad de la agroindustria desde los inicios del proceso agroindustrial, que está ligado directamente a la producción agrícola. A pesar de que ha tenido muchísimo impacto ambiental, la contaminación agroindustrial es solamente una desventaja dentro de una de las actividades más importantes en países como el nuestro. No hay que olvidar que el sector agroindustrial genera trabajo local e incrementa la entrada de capital al país. 

agroindustrias
Foto por Kateryna Ivanova en Unsplash

¿Cuál es la importancia de la investigación para la agroindustria?

Como dijimos, la agroindustria es esencial para nuestro desarrollo económico, y el cuidado sustentable de sus prácticas es fundamental. Las prácticas implementadas en la agroindustria alimentaria como en la agroindustria no alimentaria serán mejores cuanto más conocimiento tengamos acerca de las posibilidades y los impactos que estas actividades presentan. 

El conocimiento en el rubro de la agroindustria es por demás valioso para la implementación en la actividad concreta, para su eficiencia y sustentabilidad. Es el método científico el que mayores garantías tiene de darnos conocimiento confiable, y es por eso que la investigación en agroindustria resulta vital para el desarrollo del sector agrario y, por lo tanto, del país y su población. 

En este sentido, quienes toman las decisiones deben basarse e informarse de fuentes objetivas y certeras. Un buen ejemplo de cómo aporta la investigación en agroindustria es el del uso de biocombustibles, la investigación acerca de las propiedades que aportan a través de sus raíces los distintos cultivos de servicio, además de la investigación acerca de cómo, dónde y por qué motivos ocurre la contaminación agroindustrial, entre otros muchos temas de investigación. 

Regiones agroindustriales en Argentina 

La actividad agroindustrial es uno de los pilares de la economía argentina, ya que es un importante generador de empleo y divisas. El país cuenta con diversas regiones agroindustriales, cada una con características particulares en términos de cultivos y producción.

En primer lugar, la región pampeana es la principal zona agroindustrial de Argentina, abarcando las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Esta región es reconocida por su producción de granos como la soja, el trigo, el maíz y la cebada, además de la cría de ganado vacuno y porcino.

La región norte es otra importante región agroindustrial del país, que se extiende por las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero. En esta zona se destacan la producción de tabaco, caña de azúcar, frutas cítricas y tropicales, además de la cría de ganado caprino y ovino.

Por su parte, la región cuyana abarca las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis. La principal actividad agroindustrial es la producción de vinos y frutas finas como la uva, el durazno y la pera. Asimismo, en esta región se desarrolla la cría de ganado vacuno y ovino.

En la Patagonia, región que comprende las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, se destacan la producción de frutas finas como la frutilla y la cereza, además de la producción de lana y carne ovina. También se desarrollan la pesca y la acuicultura.

Finalmente, la región del Chaco, que abarca las provincias de Chaco y Formosa, se dedica principalmente a la producción de algodón, caña de azúcar, mandioca y tabaco, además de la cría de ganado vacuno y porcino.

El hecho de que cada región de la Argentina desarrolle un modelo productivo diferente, con materias primas diferentes y circuitos comerciales diferentes hace que sea difícil hablar de un modelo agroindustrial uniforme en Argentina, ya que cada una cuenta con sus particularidades. Sin embargo, es posible delinear algunos de los desafíos que afronta la industria nacional en la generación de productos a partir de tareas agrícolas. A continuación te contamos algunos de ellos.

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Cuáles son los desafíos de la agroindustria en Argentina 

La agroindustria en Argentina se enfrenta a una serie de desafíos en el contexto actual. Uno de los principales desafíos es la necesidad de modernizar y diversificar el circuito agroindustrial para mejorar su competitividad y sostenibilidad a largo plazo.

En este sentido, es importante avanzar en la aplicación de tecnologías y prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles, como la agricultura de precisión, el uso de semillas mejoradas y la reducción del uso de agroquímicos. También es fundamental fomentar la diversificación de cultivos y el agregado de valor a la producción, para evitar la dependencia de unos pocos productos, mejorar la rentabilidad de los productores y aumentar el flujo de empleos directos e indirectos asociados a la actividad..

Otro desafío importante es mejorar la logística y la infraestructura para la distribución de los productos agroindustriales, tanto a nivel interno como externo. La falta de infraestructura adecuada para el transporte y el almacenamiento de los productos, así como la burocracia y los problemas de coordinación en el circuito agroindustrial, pueden afectar la calidad y el valor de los productos y limitar su capacidad de competir en los mercados internacionales.

Además, la agroindustria en Argentina también enfrenta desafíos en términos de sustentabilidad ambiental y social. La producción agroindustrial a gran escala puede tener impactos negativos en el medio ambiente, como la deforestación, la erosión del suelo y la contaminación del agua y del aire. Asimismo, el trabajo en la agroindustria puede ser precario y estar caracterizado por la informalidad y la falta de protección social.

La innovación y tecnología en la agroindustria argentina

A la hora de hablar de producción agroindustrial en Argentina es imposible no hablar de la innovación y los avances tecnológicos. ¿Por qué? Porque son herramientas clave para el desarrollo y la sostenibilidad de la agroindustria argentina. En cada una de las instancias, desde la producción de alimentos hasta la comercialización de productos, la tecnología y la innovación están transformando la forma en que se llevan a cabo los procesos en la cadena agroindustrial. Veamos cada parte por separado.

En la producción agrícola

En la producción agrícola, la adopción de tecnologías como la agricultura de precisión y la utilización de drones y satélites para el monitoreo de cultivos han permitido optimizar el uso de los recursos naturales y reducir el impacto ambiental de las actividades agrarias. Además, la introducción de semillas genéticamente modificadas aumentó la productividad de los cultivos, aunque por otro lado esto genera una tensión con la sostenibilidad ambiental y el impacto en la salud de los consumidores.

En la industria alimentaria

En la industria alimentaria la tecnología ha permitido mejorar la calidad y seguridad de los productos alimenticios, así como también reducir los tiempos de producción y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. La implementación de sistemas de trazabilidad y etiquetado electrónico de los productos ha mejorado la transparencia en la cadena de suministro y ha aumentado la confianza del consumidor en los productos alimenticios, no solo en Argentina sino en el mundo. 

En la comercialización 

Por otro lado, la innovación también ha generado nuevas oportunidades en la comercialización de los productos agroindustriales. La implementación de plataformas digitales y sistemas de e-commerce ha permitido a los productores y empresas comercializar sus productos de manera más eficiente y llegar a nuevos mercados y consumidores en todo el mundo.
A modo de recapitulación, la innovación y la tecnología están transformando la agroindustria argentina, generando nuevas oportunidades para mejorar la eficiencia en la producción y comercialización de alimentos y productos agroindustriales, aunque el desafío es que el aumento del flujo productivo debe conjugarse armónicamente con una práctica sustentable, amigable con el medio ambiente y saludable para los trabajadores que lo llevan adelante.

Argentina, granero del mundo

¿Qué es el modelo agroexportador?

Como hemos mencionado, desde la segunda mitad del siglo XIX ha primado el modelo agroexportador en Argentina. Lo que se impone entonces es una definición de modelo agroexportador. Nos referimos con ello, en primer lugar, a un sistema de producción agropecuaria, es decir, de explotación del campo con toda su gran diversidad de actividades comprendidas en la agricultura y la ganadería. Pero lo que define al modelo agroexportador por definición es que esos productos obtenidos se comercializan en el extranjero, se venden a otros países, es decir, se exportan.

De este modo, los países que se constituyen como agroexportadores consiguen una buena parte de su Producto Bruto Interno de las divisas percibidas en dichas exportaciones. Sin embargo, el modelo agroexportador no implica sólo producir y exportar, sino que implica una configuración de la matriz productiva en un sentido bastante integral. Los productos involucrados en la explotación del modelo agroexportador se resumen en distintas formas de la materia prima. Desde luego, existe la agroindustria, pero en el modelo agroexportador la dimensión industrial se verá aplicada a aumentar la eficiencia en la producción de materias primas y no a la producción de valor agregado. Por este motivo podemos decir como parte del significado de agroexportador, que implica la priorización de la producción de materias primas sobre el desarrollo industrial. 

Ventajas y desventajas del modelo agroexportador

Como todo modelo productivo, el modelo agroexportador presenta sus puntos fuertes y débiles. Entre sus ventajas se cuentan una gran capacidad de revitalización y dinamización de la matriz económica del país en cuestión en el corto plazo, y una relativamente baja necesidad de inversión (sobre todo si se la compara con la que requiere el desarrollo industrial). Por otro lado, posibilita el ingreso de capitales extranjeros al país, ingreso que puede redundar (no siempre lo hace) en mejoras de infraestructura para el país exportador.

Por otro lado, en relación a los puntos débiles, hay que decir que el país que adopta un modelo agroexportador renuncia en parte a su autonomía: en adelante necesitará de los otros países no sólo para que le compren sus productos primarios, sino que necesitará que los países industrializados le vendan los productos manufacturados que él mismo no produce. De más está decir que los productos con mayor valor agregado son más caros, de modo que equilibrar la relación entre compras y ventas exige grandes esfuerzos de los países no industrializados. Además, como se ha visto en aquella primera configuración del modelo agroexportador en Argentina, de 1880 a 1930, acontecimientos de fuerza mayor como los conflictos bélicos a escala internacional pueden poner en jaque la delicada red comercial de la que la economía del país agroexportador depende.

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El modelo agroexportador en Argentina

Cuando se le dice granero del mundo a Argentina, en general se está haciendo referencia al período comprendido entre 1880 y 1930, período en que las grandes oligarquías terratenientes explotaron sin descanso las tierras de que disponían y acumularon también sin descanso las riquezas que hicieron de principios del siglo XX “la belle époque argentina”.

En aquellos tiempos, decir de Argentina “el granero del mundo” era visto como algo positivo, ya que se la consideraba como el proveedor privilegiado de granos y materias primas de los países más desarrollados y de las mayores potencias (Inglaterra en primer lugar). Si bien hoy seguimos hablando en muchos casos del modelo argentino como un modelo agroexportador, sabemos sin embargo que nuestro país ha andado y desandado en múltiples ocasiones diferentes caminos de industrialización, a veces más estructurales, a veces menos. Sin embargo, los principales productos de exportación en Argentina en aquellos años eran apenas un puñado de materias primas, sin valor agregado en absoluto. A partir de 1880 y ya hasta finales del siglo XIX, los productos exportados por la Argentina del granero del mundo eran sencillamente lana de oveja y cereales, y más tarde, ya con la llegada del siglo XX y el centenario, se sumaría la explotación ganadera vacuna, sumando como producto estrella la carne vacuna.

Agroindustria en la Argentina de hoy

Como se ve, la de fines del siglo XIX y principios del XX se trataba de una producción muy poco variada, que poco tiene que ver con la gran variedad que produce Argentina hoy. En la Argentina de hoy se ampliado el qué y también el cómo se produce. Por eso es que podemos hablar de agroindustria, y de producción láctea, harinera, azucarera, forestal entre muchas otras.

Un aspecto importante en relación a qué productos exporta Argentina hoy tiene que ver, como mencionábamos al principio de este artículo, con las cadenas agroindustriales. ¿Por qué? Porque además de la ampliación del universo de productos logrados, el desarrollo de múltiples y consecutivos eslabones de la elaboración y el valor agregado sobre las materias primas genera mayores ingresos, más puestos de trabajo y, por supuesto, mayor autonomía productiva y autosustentabilidad para un país, incluso si la mayor parte de la producción estuviera destinada a la exportación.

¿Qué productos exporta Argentina?

Las principales exportaciones de Argentina en la actualidad coinciden con las cadenas agroindustriales más fuertes con que cuenta el país. Con cadenas agroindustriales nos referimos a los llamados “complejos agro”, entre los cuales se cuentan la soja, el maíz, los productos bovinos como carne y cuero, el complejo pesquero, el girasol, la cebada, el trigo, el complejo lácteo, el maní, la uva, la mayor parte de los cereales, los frutales como limón, pera, manzana, los porotos, el complejo olivivícola, la papa, el tabaco, la producción avícola, la miel, el complejo del arroz, el azucarero, entre un largo etcétera.

Aunque las exportaciones argentinas en 2023 cayeron en algunos casos hasta un 40% respecto del año anterior, las principales exportaciones de Argentina mantuvieron su predominio, aunque algo golpeadas. Se trata de las cadenas agroindustriales de la soja (que cayó alrededor de un 44%), del maíz (que cayó un 33%), las carnes y cueros bovinos (que cayeron un 17%), el girasol (que cayó un 29%) y el trigo, que cayó hasta un 70%.

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