¿Qué es el Balance hídrico?
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El balance hídrico consiste en mantener un equilibrio entre la cantidad de agua que sale de un sistema y la cantidad de agua que entra en un periodo determinado. Este sistema de balance puede utilizarse en distintos ámbitos, como el de la salud, en cuencas hidrográficas, a nivel país e incluso en la agricultura, entre otros.
En el caso de la agricultura, el agua puede ingresar a un sistema de diferentes maneras: a través de precipitaciones, riego, condensaciones, granizo, inundaciones, nieve, extracciones de acuíferos, lagos o glaciares, canales; y egresar de muchas otras: por evaporación, sequías, desvíos hacia otros canales o desagües.Es importante saber qué es el balance hídrico porque puede ser determinante en la vida de los cultivos. En la agroindustria, es un aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de realizar una plantación.
Para todo cultivo, es importante determinar la cantidad de agua que se va a necesitar. Es decir, llevar a cabo un balance del agua. Sobre todo en verano, que es cuando el agua más escasea en Argentina. Así, al conocer las necesidades que tendrá la plantación, el estado del agua en el suelo y las posibles temperaturas, podrá estimarse la cantidad de agua para cultivos que se necesitará, y de este modo planificar, en caso de ser necesario, cómo obtener reservas de agua para ello.
A partir del conocimiento de la cantidad de agua que posee el suelo y la demanda de agua para riego de cultivos, se puede determinar el balance hídrico que debe hacerse, cómo influirán las precipitaciones, las temperaturas, para ver cómo completar el esquema de agua necesaria.
Para mantener el balance hídrico, además de incluir la variables climáticas y establecer la capacidad de campo, se debe planificar y contar con un sistema adecuado de medición y con reservas de agua.
¿Por qué es importante el balance hídrico?
- Estimaciones. Al conocer las necesidades que tendrá la plantación, el estado del agua en el suelo y las posibles temperaturas, podrá estimarse la cantidad de agua para cultivos que se necesitará, y de este modo planificar, en caso de ser necesario, cómo obtener reservas de agua para ello.
- Seguimiento. Para realizar un seguimiento de los almacenajes en una localidad dada a través del tiempo.
- Mapas. Para la creación de mapas de estado de las reservas hídricas de toda una región en un momento particular de la campaña.Decisiones. A partir del conocimiento de la cantidad de agua que posee el suelo y la demanda de agua para riego de cultivos, se puede determinar el balance hídrico que debe hacerse, cómo influirán las precipitaciones, las temperaturas, y en función de ello decidir cómo completar el esquema de agua necesaria.
Consejos para un buen balance hídrico
- Cuando se trabaja con sistemas de riego por aspersión, es bueno conocer la velocidad de infiltración de agua característica del suelo. Así, se usa la mayor lámina de agua por evento de riego sin riesgo de que el agua se vaya por escorrentía.
- Es aconsejable tomar muestreos frecuentes del suelo para conocer el estado hídrico y, en caso de ser necesario, corregir el balance, sobre todo cuando empieza el periodo crítico de los cultivos.
- Al gestionar un sistema de riego, es indispensable conocer los atributos del agua, del suelo y del clima.
- A medida que se avanza en el ciclo de cultivo se pueden cargar los datos reales de precipitaciones. Es decir, no hace falta esperar al final de la campaña
