La escasez de agua y saneamiento es un problema que va en aumento en todo el mundo. Argentina no es la excepción. A continuación te decimos por qué es importante cuidar el agua y contar con tecnologías más eficientes.
Algunos datos:
De acuerdo a datos del Banco Mundial, en los suburbios de Buenos Aires, 3.7 millones de personas no tienen acceso a la red de agua y 6.8 millones no cuentan con alcantarillado. Además, en 2020, la provincia de Buenos Aires estimó que tenía un déficit habitacional de 3.8 millones.
A nivel mundial, 785 millones de personas carecen de acceso a agua potable y 2.000 millones de personas no tienen inodoro.
Las enfermedades relacionadas con el agua, el saneamiento y la higiene causan la muerte de más de 1 millón de personas cada año.
La falta de acceso a agua potable también afecta el bienestar físico de las mujeres y los niños, que no tienen más remedio que recorrer largas distancias en busca de agua. El esfuerzo físico de estas actividades afecta su salud y, si están embarazadas, la salud de sus hijos por nacer.
Las mejores prácticas de agua, saneamiento e higiene conducen a una mejor salud para las personas, sobre todo los niños y niñas. Reduce las enfermedades, la desnutrición, las lesiones causadas por la recolección de agua y el estrés.
El acceso al agua potable ayuda directamente a las familias más vulnerables de todo el mundo a prepararse y protegerse de enfermedades y dolencias. Experimentan una mejor salud porque con agua potable pueden practicar una buena higiene, como lavarse las manos, y no tienen que salir de sus hogares para recoger agua.
Tener acceso a agua de mejor calidad, saneamiento e higiene podrían salvar la vida de 297.000 niños menores de 5 años cada año.
El agua potable segura es fundamental para el desarrollo de la niñez. Significa que los niños y niñas no experimentarán enfermedades transmitidas por el agua como la fiebre tifoidea. La diarrea es una de las tres principales causas de muerte infantil y, a menudo, se desencadena por el consumo de agua contaminada. Además, cada 2 minutos muere un niño a causa de una enfermedad transmitida por el agua. Ya sea que consuman agua contaminada o sufran deshidratación debido a la diarrea, la causa es la falta de acceso a agua potable.
160 millones de niños sufren retraso del crecimiento y desnutrición crónica, que se ha relacionado con la falta de acceso a agua potable y saneamiento.
Agua, un recurso valioso
Hacer frente a la próxima era de escasez de agua requerirá una revisión importante de todas las formas de consumo, desde el uso individual hasta las cadenas de suministro de las principales corporaciones. Revisando el consumo, se puede reducir el desperdicio de agua y energía. Pero…¿qué otras medidas se pueden poner en práctica?.
Mejorar la tecnología e información. La tarea más crítica es asegurarse de que el problema se comprenda mucho mejor en todo el mundo. Inventar nuevas tecnologías de conservación del agua y reciclar o tratar aguas residuales es uno de los grandes desafíos.
Mejorar las prácticas agrícolas y de riego. Aproximadamente el 70% del agua dulce del mundo se utiliza para la agricultura. Mejorar el riego puede ayudar a cerrar las brechas de oferta y demanda. En ciertos casos, las prácticas de riego derrochadoras destinadas a una era anterior han debilitado la capacidad de los agricultores para proporcionar alimentos, afirma un documento del Banco Mundial.
Poner un precio adecuado al agua. Los precios del agua y los derechos van de la mano, y los consumidores cuestionan el beneficio de precios más altos. Según expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el aumento de los precios ayudará a reducir los desechos y la contaminación.
Mejorar la captación de agua. Los sistemas de recolección de agua de lluvia son esenciales para áreas sin otras fuentes de agua confiables. Pakistán e India, dos países que enfrentan algunos de los peores efectos del cambio climático, están renovando los sistemas de captación de agua de lluvia para contrarrestar los efectos de las sequías.
Desarrollar y promulgar mejores políticas y regulaciones. Dado que la escasez de agua complica la seguridad alimentaria y la contaminación, los gobiernos deben redefinir su papel e implementar sistemas para castigar el desperdicio y mejorar el aprovechamiento.
Gestionar ecosistemas de forma holística. Buenos ejemplos de gestión holística son las comunidades que operan plantas de tratamiento de aguas residuales mientras buscan asociaciones con productores de energía limpia. Un ejemplo es usar las aguas residuales para fertilizar algas y otros cultivos de biocombustibles.
Mejorar la infraestructura de distribución. Una de las claves es mejorar la infraestructura y asegurar que los servicios lleguen a toda la población. Invertir en calidad , eficiencia y tecnología resolvería múltiples problemas de gestión y administración de recursos.
Reducir la huella hídrica corporativa. El uso de agua industrial representa aproximadamente el 22 por ciento del consumo del mundo, dice el Banco Mundial. Reducir la huella hídrica industrial y apostar por tecnologías más sostenibles permitiría ahorrar dinero y causar un menor impacto ambiental.
Acceso equitativo. Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) clave de las Naciones Unidas es garantizar el acceso al agua potable. Mientras se debaten los pasos para lograr este objetivo, entra en juego la tesis de que el agua es un derecho básico.
Estás son sólo algunas de las medidas que pueden ser efectivas contra los problemas de saneamiento y falta de agua. Recuerda: ahorra agua e invierte en productos de calidad para tus instalaciones de agua.