Tipos de suelo en Argentina

Argentina es un país de variedades. De hecho, se suele decir que en nuestras latitudes hay lugar para todos los relieves y climas: hay montañas y llanuras, costa marítima y desierto; hay zonas secas, zonas áridas y húmedas. Por eso, su relieve y los tipos de suelo presentes en cada región de nuestro país son muy diversos. 

En este artículo te explicamos cuáles son los tipos de suelo en Argentina, sus características y composición.

Cotizá tu tanque con nuestros expertos

¿Cuáles son los tipos de suelo en Argentina?

De acuerdo con la clasificación en función de sus características químicas, físicas y biológicas, podemos encontrar los siguientes tipos de suelo: 

  • Aridisoles: se encuentran en las regiones más áridas y semiáridas del país, como la región de Cuyo. Son suelos muy secos, con poca materia orgánica y nutrientes, y suelen ser poco aptos para la agricultura.
  • Alfisoles: son suelos muy comunes en la región pampeana, y se caracterizan por su alta fertilidad y capacidad de retener nutrientes. Son ideales para la agricultura y el cultivo de cereales, oleaginosas y pastos.
  • Lateríticos: este tipo de suelo se encuentra en las regiones tropicales y subtropicales del país, como la región de Misiones. Son suelos ricos en hierro y aluminio, pero pobres en nutrientes, lo que los hace poco aptos para la agricultura.
  • Andosoles: son suelos que se forman en regiones de alta montaña, como la Cordillera de los Andes. Son ricos en materia orgánica y nutrientes, y suelen ser muy adecuados para el cultivo de frutas y hortalizas.
  • Vertisoles: son suelos muy comunes en la región pampeana, se caracterizan por su alta capacidad de retener agua y nutrientes. Son ricos en arcilla extensible, lo que produce agrietamientos. Aún así, funcionan para el cultivo de pastos y para la producción ganadera.
  • Histosoles: Son suelos orgánicos, ricos en materia orgánica en descomposición, como turba o moho. Se encuentran principalmente en regiones húmedas, como en la región del Delta del Paraná. A pesar de que contienen mucha materia orgánica, no son los mejores para el desarrollo agrícola. 
  • Gelisoles: Son suelos que se encuentran en regiones de climas fríos y húmedos, como en la Patagonia. Se caracterizan por presentar una capa superficial de material orgánico que se encuentra congelado gran parte del año, lo que los hace poco aptos para la agricultura.
  • Oxisoles: la composición de óxido de hierro les otorga su color rojizo característico. Son suelos muy comunes en regiones tropicales y subtropicales, como en el noroeste de Argentina. Se caracterizan por ser muy ácidos y pobres en nutrientes, lo que los hace poco aptos para la agricultura sin una adecuada fertilización. Sin embargo, son muy ricos en hierro y aluminio, y por eso son importantes para la industria minera.

¿Cuáles son los componentes del suelo?

Los suelos están compuestos químicamente por una mezcla compleja de minerales, materia orgánica, agua y aire. En general, la composición química de los suelos varía dependiendo del tipo de suelo y la región en la que se encuentren.

En primer lugar, los suelos argentinos contienen una variedad de minerales como cuarzo, feldespato, mica, calcita, dolomita, arcilla y óxidos de hierro y aluminio, entre otros. Estos minerales provienen de la erosión de las rocas subyacentes y pueden influir en la fertilidad del suelo.

Otro componente de la tierra es la materia orgánica, un factor importante en la formación de suelos, y se encuentra en diferentes estados de descomposición. Los suelos argentinos pueden contener diferentes cantidades de materia orgánica, dependiendo del tipo de suelo y la actividad humana en la zona. La materia orgánica es importante porque contribuye a la estructura del suelo y a la retención de nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas. 

Párrafo aparte merecen los nutrientes. Los suelos contienen diferentes nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre, entre otros. Estos nutrientes provienen de la descomposición de la materia orgánica, la meteorización de las rocas y la actividad biológica.

Por último, aunque no menos importante, los suelos argentinos contienen agua y aire, que son esenciales para el crecimiento de las plantas y la actividad microbiana. El agua y el aire en el suelo se encuentran en los poros del suelo, y su cantidad y calidad pueden variar dependiendo del tipo de suelo y las condiciones climáticas.

Cotizá tu tanque con nuestros expertos

¿Cuáles son las características del suelo? 

​​El suelo es un recurso natural fundamental para el desarrollo de la vida. Es una verdad que todos conocemos, pero ¿a qué se debe? La respuesta es que proporciona nutrientes y soporte físico para las plantas y los animales. Las características del suelo pueden variar dependiendo de muchos factores, incluyendo su ubicación geográfica, clima, relieve, vegetación, y uso de la tierra. 

Veamos algunas de las características más importantes del suelo:

Textura

La textura del suelo se refiere a la proporción relativa de partículas minerales de diferentes tamaños. Los suelos pueden ser clasificados según su textura en arcillosos, limosos o arenosos, y su textura influye en la retención de agua y nutrientes.

Estructura

La estructura del suelo se refiere a la forma en que las partículas minerales se agrupan en agregados. La estructura del suelo influye en su porosidad y permeabilidad, lo que afecta la retención de agua y la circulación de aire.

Color

El color del suelo puede variar desde rojo oscuro a amarillento o gris, y puede indicar la presencia de minerales específicos, la actividad biológica y la presencia de materia orgánica.

pH del suelo

Como ocurre con otras sustancias como el agua, el pH del suelo se refiere al nivel de acidez o alcalinidad del suelo, e influye en la disponibilidad de nutrientes y la actividad microbiana.

Materia orgánica

Hemos hablado más arriba de la materia orgánica. Se trata del material vegetal y animal en descomposición en el suelo. La materia orgánica influye en la estructura y porosidad del suelo, y también proporciona nutrientes esenciales para las plantas.

Nutrientes

El suelo puede contener una variedad de nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre. La disponibilidad de estos nutrientes influye en la productividad del suelo.

¿Cómo se clasifica la textura del suelo?

Las texturas del suelo se clasifican en función del tamaño de las partículas minerales que lo componen. La clasificación más comúnmente utilizada se basa en la proporción relativa de arena, limo y arcilla en el suelo. 

Esta clasificación es importante en la agricultura y la jardinería, ya que influye en la capacidad del suelo para retener agua, nutrientes y aire, así como en la facilidad de cultivo de diferentes tipos de plantas.

Veamos una breve descripción de cada una:

Arena

Las partículas de arena son las más grandes, con un diámetro entre 0.05 mm y 2.0 mm. En principio diremos que la textura arenosa permite un excelente drenaje del agua, lo que evita el encharcamiento y proporciona un entorno óptimo para el crecimiento de ciertas plantas que prefieren suelos bien drenados.

Sin embargo, esta rápida filtración del agua también puede ser una desventaja, ya que los suelos arenosos tienden a retener menos agua y nutrientes, lo que puede requerir una irrigación y fertilización más frecuentes para mantener el crecimiento de los cultivos. Además, la falta de retención de agua puede ser un problema en áreas propensas a la sequía, ya que el suelo se seca rápidamente.

Los suelos arenosos son fáciles de trabajar y calentar rápidamente en primavera, lo que puede adelantar la temporada de siembra, y son ideales para el cultivo de plantas que prefieren un drenaje rápido y no son tolerantes al encharcamiento, como ciertos tipos de hortalizas y plantas ornamentales.

Limo

Las partículas de limo son más pequeñas que la arena, con un diámetro entre 0.002 mm y 0.05 mm. Los suelos limosos tienen una textura intermedia y pueden retener algo de agua y nutrientes.

Este tipo de suelos tienen una textura suave y sedosa que facilita su manejo y cultivo. Su textura intermedia proporciona una buena retención de agua y nutrientes, lo que resulta en una mejor disponibilidad de estos recursos para las plantas. A diferencia de los suelos arcillosos, los suelos de limo no tienden a compactarse fácilmente, lo que favorece el desarrollo de raíces y la actividad microbiana en el suelo.

Pero todo tiene su lado negativo: los suelos de limo pueden volverse resbaladizos y pegajosos cuando están mojados, lo que puede dificultar las labores agrícolas. Además, su textura fina puede facilitar la erosión del suelo en caso de lluvias intensas o prácticas agrícolas inadecuadas.

Arcilla

 Las partículas de arcilla son las más pequeñas, con un diámetro inferior a 0.002 mm. Los suelos arcillosos tienen una textura fina y retienen mucha agua y nutrientes, pero pueden ser propensos a la compactación.

Este tipo de suelos suelen ser ricos en nutrientes minerales debido a la alta capacidad de retención de la arcilla. Con el manejo adecuado, como la adición de materia orgánica y la implementación de prácticas de conservación del suelo, los suelos arcillosos pueden ser productivos para la agricultura.

No obstante, hay otros aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, su textura fina y pegajosa: esto puede dificultar el drenaje del agua y hacer que el suelo sea pesado y difícil de trabajar, especialmente cuando está mojado.

Otra característica es su alto potencial de retención de agua, lo que puede ser beneficioso en áreas con sequías, ya que el suelo retendrá la humedad por más tiempo. Hay que tener cuidado, porque un exceso de agua puede provocar encharcamiento y problemas de aireación para las raíces de las plantas.

La baja permeabilidad al agua y al aire de la arcilla puede afectar negativamente el crecimiento de las raíces y la actividad microbiana en el suelo. Además existe el riesgo de compactación, esto reduce la porosidad del suelo y dificulta el movimiento del agua, el aire y las raíces de las plantas.

Además de estas tres texturas primarias, existen texturas mixtas que combinan diferentes proporciones de arena, limo y arcilla, como loamy sand (arena limosa), sandy loam (limo arenoso), loam (limo), clay loam (limo arcilloso), entre otras.

Cotizá tu tanque con nuestros expertos

¿Cómo saber el tipo de suelo de un terreno?

Determinar el tipo de suelo de un terreno se puede hacer mediante diferentes métodos, algunos más precisos que otros. Aquí te presento algunas técnicas comunes:

Observación visual y táctil

La observación directa del suelo puede dar pistas sobre su textura. La arena se siente gruesa y áspera, el limo se siente suave y sedoso, y la arcilla se siente pegajosa y densa. La presencia de ciertas características, como la formación de grietas al secarse (arcilla) o la presencia de partículas brillantes (limo), también puede indicar el tipo de suelo.

Prueba de la bola de suelo

 Esta es una técnica simple en la que tomas un puñado de suelo húmedo y lo aplastas en la palma de tu mano. Si forma una bola que se mantiene unida y se siente suave y pegajosa, es probable que el suelo contenga arcilla. Si la bola se deshace fácilmente y tiene una textura granular, es más probable que sea arena o limo.

Análisis de laboratorio

En caso de que necesites una evaluación más precisa del tipo de suelo porque vas a realizar una plantación importante o porque está en juego la concreción de un proyecto, existe la posibilidad de enviar muestras a un laboratorio especializado en análisis de suelos. En ese tipo de sitios se pueden realizar pruebas específicas para determinar la proporción de arena, limo y arcilla, así como la composición química y otras características del suelo.

Mapas de suelos

En algunas regiones, especialmente en zonas agrícolas, se pueden consultar mapas de suelos elaborados por instituciones gubernamentales o agencias especializadas. Estos mapas proporcionan información detallada sobre los tipos de suelo presentes en una determinada área.

Por supuesto, cada método tiene sus ventajas y limitaciones, y la combinación de varios puede proporcionar la información más completa sobre el tipo de suelo de un terreno.

Estamos para ayudarte

Dejanos tus datos y un asesor se comunicará en las próximas 24 horas.

Otras notas que te pueden interesar

16 abril 2025 Por Rotoplas Agro
La biotecnología agrícola ha revolucionado el sector agropecuario al introducir técnicas innovado...
16 abril 2025 Por Rotoplas Agro
Si alguna vez te preguntaste qué es un semillero y por qué cada vez más personas lo utilizan en s...
16 abril 2025 Por Rotoplas Agro
La agricultura de regadío es una de las formas más efectivas de producción agrícola, especialment...