¿Qué tener en cuenta a la hora de cultivar en el verano?
Calor, muchas horas de sol y lluvias frecuentes. Tres factores que, en combinación, son ideales para llevar adelante determinados tipos de cultivos. Muchos productores esperan la temporada de primavera-verano para la siembra de vegetales y frutas que crecen mejor en estas estaciones. Al mismo tiempo las altas temperaturas requieren cuidados especiales, ya que son frecuentes las olas de calor y el granizo en acompañamiento de las tormentas.
En este artículo te explicamos cuáles son los cultivos de verano más frecuentes en Argentina, qué cuidados tener en cuenta para esta época del año y consejos generales para que los cultivos crezcan de la mejor manera.
¿Cuáles son los cultivos de verano en Argentina?
Los cultivos de verano son aquellos que se desarrollan mejor en condiciones de calor y alta luminosidad, aprovechando el clima cálido típico de la temporada estival. Veamos algunas plantas que suelen ser cultivadas durante el verano argentino debido a su resistencia al calor:
- Maíz. Es uno de los principales cultivos de verano en Argentina y se utiliza tanto para consumo humano como para la alimentación animal. En términos estadísticos, la siembra de maíz es una actividad fundamental: más del 75% del suelo cultivable, es decir, unas 24 millones de hectáreas, está ocupado por soja, maíz y algodón. Específicamente, el cultivo de maíz ocupa el segundo lugar, después de la soja.
- Soja. Otro cultivo importante en la agricultura argentina, especialmente en las regiones centrales y norte del país.
- Girasol. Es un cultivo que se adapta bien a los veranos calurosos y es cultivado principalmente por su aceite.
- Sorgo. Una planta de origen africano que se cultiva en Argentina como forraje y grano.
- Algodón. Es un cultivo de fibra importante en algunas regiones del país, especialmente en el norte.
- Zapallo. Se trata de una hortaliza de verano muy versátil y de fácil cultivo.
- Sandía. Otra fruta de verano muy popular debido a su refrescante sabor y alto contenido de agua.
- Melón. Similar a la sandía, es una fruta dulce y jugosa que se suele cultivar en verano.
- Tomate. Puede ser cultivado durante todo el año, pero la temporada de verano favorece su desarrollo.
- Pimiento. Al igual que el tomate, se cultiva en invernaderos durante todo el año, pero también se puede cultivar al aire libre en verano.
- Berenjena. Es una planta que prospera en climas cálidos y se cultiva principalmente en verano.
- Poroto. Algunas variedades de porotos se desarrollan bien durante el verano argentino.
- Batata (boniato). Es un cultivo que tolera el calor y se puede cultivar en verano.
- Pepino: Un cultivo que requiere calor y que se puede plantar en verano.
- Choclo (maíz tierno). Una variedad de maíz cosechado antes de que madure, muy consumido en verano.
Por supuesto, no debemos olvidar que la elección de los cultivos de verano puede variar según la región específica de Argentina y las condiciones climáticas locales. No es lo mismo cultivar en Jujuy que en la Patagonia, ya que la variedad de suelos y de clima, pese a ser verano, es muy grande. También es fundamental proporcionar el riego adecuado y las prácticas de manejo para asegurar un crecimiento óptimo de estas plantas durante la temporada cálida.
¿Qué cuidados y precauciones debemos tener para cultivar en verano?
Como decíamos antes, al cultivar en verano es fundamental tomar ciertos cuidados y precauciones para asegurar el éxito de los cultivos y proteger las plantas del estrés causado por el calor y las altas temperaturas.
En primer lugar, durante el verano el calor puede aumentar la evaporación del agua del suelo, lo que puede deshidratar rápidamente las plantas. Es esencial mantener un riego constante y adecuado para mantener el suelo húmedo y las plantas bien hidratadas. Es preferible regar temprano en la mañana o al atardecer para reducir la evaporación.
Un buen recurso es cubrir el suelo con mulch (material orgánico como paja, hojas o astillas de madera). ¿Por qué? Porque ayuda a mantener la humedad, reducir la temperatura del suelo y evitar el crecimiento de malezas. Esto también protege las raíces de las plantas del calor excesivo. Para algunas plantas sensibles al sol directo y el calor intenso, proporcionar sombra parcial durante las horas más calurosas del día puede ser beneficioso. Podés utilizar toldos, sombrillas o mallas de sombreado para proteger las plantas.
Desde luego, es conveniente elegir cultivos que sean más resistentes al calor y que se adapten bien a las condiciones del verano. Como mencionamos anteriormente, hay varias opciones que se desarrollan mejor en climas cálidos.
El calor puede favorecer la proliferación de plagas y enfermedades en las plantas. Por eso, encargate de monitorear regularmente tus cultivos para detectar signos de problemas y actuar rápidamente si observás algún síntoma que requiera intervención. El riego adecuado y mantener el área del jardín o huerto limpia de malezas también puede ayudar a prevenir problemas.
Por otra parte, las altas temperaturas pueden aumentar la necesidad de nutrientes en las plantas. Proporcioná fertilizantes adecuados para mantener un crecimiento saludable.
Por extraño que parezca, aunque estemos en verano, en algunas regiones las heladas pueden ocurrir al final de la temporada. Si se pronostica una helada tardía, cubrí tus plantas con mantas o paños para protegerlas. ¡Y cuidado con el viento! Las corrientes de aire cálidas y secas pueden aumentar la pérdida de humedad en las plantas. Si es posible, creá barreras naturales o artificiales para proteger tus cultivos del viento excesivo.
Si seguís estos cuidados y precauciones, vas a cultivar con éxito durante el verano y disfrutar de una cosecha saludable y productiva. ¡Éxitos!
