¿Qué es la siembra directa?
En este artículo de Rotoplas te contamos todo lo que necesitás saber sobre la siembra directa, las ventajas que trae para la agricultura y cómo se implementa en la Argentina.
En Argentina, las ventajas de la siembra directa son bien conocidas. Basta una cifra para comprobarlo: es un tipo de siembra que abarca el 81% del área de cultivo de nuestro país. Sin embargo, suele predominar una confusión. No se trata de esparcir las semillas “directamente sobre el suelo”, sino en evitar el labrado. Sus beneficios son múltiples y variados, pero vayamos por partes.

Qué es la siembra directa
La siembra directa es una tecnología relativamente nueva para la agricultura. Surgió a mediados del siglo XX en Estados Unidos, y fue pensada para que el cultivo permitiera mantener una relación con la naturaleza que no implicara su deterioro.
Es normal confundirla con la siembra convencional o con sembrar directamente el suelo, pero no se trata de ninguna de estas dos. Para la siembra convencional es necesario arar la tierra antes de sembrar, lo que trae diferentes inconvenientes, entre ellos la problemas para captar las precipitaciones de agua por los movimientos de suelo realizados, llegando a perder un 50%. Esto representa una verdadera desventaja porque ya que de por sí es difícil acceder al agua en muchas zonas de cultivo. Además, la labranza disminuye la materia orgánica del suelo al removerlo constantemente.
La siembra directa, en cambio, consiste en sembrar sobre la cobertura de residuos orgánicos de cosechas anteriores, sin labrar la tierra. Así, la erosión del suelo no tiene lugar, y los residuos orgánicos aportan nutrientes al suelo y a los cultivos. Entonces, la siembra directa, por definición, es una técnica de cultivo que no altera las condiciones del suelo mediante el arado. Es un tipo de siembra que presenta ventajas.
¿Cómo realizar la siembra directa?
Hay distintas formas de realizar la siembra directa, acá te contamos algunas de ellas:
Siembra en hilera
Para esta forma de siembra directa hay que cavar zanjas que sean levemente más profundas que el tamaño de las semillas. Luego, hay dos maneras para plantar las semillas. La siembra directa a chorrillo: se las puede colocar en filas, dejándolas caer dentro de la zanja, cubrirlas con tierra y después regar, o bien se pueden cavar pequeños agujeros para colocarlas, dejando la misma distancia entre ellas, se las cubre también con tierra y se las riega.
Siembra a voleo
En este caso se esparcen las semillas intentando que queden bien distribuidas. Después se las cubre con tierra sin compactar y se las riega.
Es importante, además, que tengas en cuenta algunas características de la siembra directa que pueden contribuir a los beneficiarte si las implementás, que son:
- Rotación de cultivos. Así, al alternarlos, el suelo podrá regenerar los nutrientes con las plantaciones que requieran menos de estos, y estar fortalecido para los que más los exijan. En otras palabras, la rotación de cultivos genera los niveles adecuados de biomasa. Además, permite controlar mejor las plagas, enfermedades y malezas que puedan surgir en los cultivos.
- Los residuos orgánicos de cultivos anteriores deben estar distribuidos de manera uniforme.
- En caso de agregar cultivos de cobertura, deben ser controlados mediante herbicidas, ya que podrían contaminar los cultivos y a los beneficios de la siembra directa.

¿Qué se puede sembrar en forma directa?
Las especies más propicias para el sistema de siembra directa son las del zapallo. melón, maíz, poroto, remolacha, espinaca y acelga, ya que se trata de semillas grandes, más fuertes para germinar. Asimismo las de rabanito, lechuga, zanahoria y perejil son adecuadas para este tipo de siembra.
Siembra directa: ventajas y desventajas
Ventajas
- La principal ventaja de la siembra directa es que contribuye al aprovechamiento del agua.
- Reduce el uso de maquinarias y por lo tanto amplía su vida útil, reduce el consumo de combustibles fósiles.
- Evita la erosión de los suelos y contribuye al aumento de su fertilidad.
- Contribuye al balance de los niveles adecuados de materia orgánica que requiere el suelo.
- Disminuye las emisiones contaminantes
- Requiere de menor mano de obra ya que posibilita el manejo de mayor cantidad de hectáreas por persona.
- La siembra directa previene la proliferación de plagas al mantener el equilibrio que requiere el uso de los recursos naturales.
- No requiere del labrado del suelo.
Desventajas
- Es fundamental retirar las malezas que puedan perjudicar al cultivo. Es posible que esto deba realizarse manualmente, lo que conlleva un tiempo extra en el mantenimiento del cultivo. Para evitar que la situación se descontrole y no traiga desventajas a la siembra directa, colocar una malla sobre el terreno puede ser de ayuda, dejando los agujeros necesarios para la siembra.

Siembra directa en Argentina
Si bien el sistema de siembra directa fue ganando reconocimiento a lo largo y ancho del planeta, en Argentina particularmente su uso se extendió rápidamente. Hoy por hoy es el que más se utiliza: abarca el 81% de las áreas destinadas al cultivo en el país.
El uso de la implementación de la siembra directa a comienzos de los ‘90 en el país contribuyó, junto a otros factores como el avance en la sofisticación de maquinarias o sociales, como la creación de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), no sólo a una creciente producción del sector agrícola en los últimos años sino también al aumento de áreas cultivables.
Después de décadas en las que predominaba el mecanismo de labranza en la producción agroindustrial, lo que traía como consecuencia la contaminación del agua y degradación de la conformación biológica del suelo, entre otros perjuicios, la implementación de la siembra directa a gran escala representó un gran cambio en los modos de producción en el país.