Qué es el DPV o Déficit de Presión de Vapor
En este artículo, te explicamos todo lo que necesitás saber sobre el déficit de presión de vapor: qué es, cómo calcularlo, y cómo se relaciona con los cultivos.
Todo productor busca que sus cultivos crezcan en las mejores condiciones. Para eso, hay que tener en cuenta todas las condiciones del entorno: clima, tipo de suelo, temperatura y, tema no menor, el nivel de humedad del aire. En la búsqueda del equilibrio entre el cultivo y el medio que lo rodea, la transpiración de la planta es un factor clave: el productor puede calibrar el flujo de agua a través del DPV, también llamado déficit de presión de vapor.
¿Qué es la presión de vapor?
Para saber que es el déficit de presión de vapor (DPV) primero hay que entender qué es la presión de vapor. La presión de vapor consiste en la fuerza o presión que ejerce la fase gaseosa o vapor de un material sobre su fase líquida, en un sistema cerrado y a una temperatura determinada. Esto también puede producirse con materiales sólidos: cuando se pasa directamente de un estado sólido a uno gaseoso, sin pasar por el estado líquido, también se trata de presión a vapor.
Dado que todos los materiales (sólidos y líquidos) producen vaporación -o sea, átomos y moléculas que se evaporaron de su forma condensada-, la presion de vapor de saturación mantiene un equilibrio entre aquellas que se escapan y las que retornan a él. La presión de vapor de un líquido en los casos de recipientes cerrados, donde no pueden hacerlo rápidamente, se establece un equilibrio dinámico entre ellos.
Sus valores no se condicen por la cantidad de líquidos o vapor presente cuando están ambas. Es decir que son independientes. Es importante remarcar que la presión de vapor del agua puede producirse en una situación de equilibrio entre ambas fases, entre líquido saturado y vapor saturado.

En la presión de vapor, a medida que la cantidad de vapor va en aumento, la presión hacia el interior del recipiente también lo hace, por lo tanto se incrementa la velocidad de condensación, hasta que ambas velocidades se igualan. Después se alcanza la máxima presión posible en este punto (es decir, la presión de vapor o saturación), gracias a la presión total del volumen de gas (el cual consiste en una mezcla de vapor y aire), será equivalente a la presión parcial de la fase de vapor (que es la presión de saturación). Esta presión sólo se puede superar cuando se aplica más energía -es decir, temperatura- sobre ella, y es mayor a la temperatura atmosférica. Por lo tanto, se lograría incrementar la presión de vapor y la presión total de la mezcla del recipiente cuando son cerrados.
Lo que vale la pena tener en cuenta aquí, es que los valores de la presión de vapor varían según el material líquido que utilicemos.
¿Qué es el déficit de presión de vapor?
El déficit de presión a vapor, entonces, consiste en la cantidad de vapor de agua que en un momento determinado necesitamos para saturar la presión atmosférica. Por lo que se trata de la diferencia entre cantidad de vapor de agua que el ambiente puede retener, que depende de la temperatura de saturación del vapor. Para saber cuáles son los valores de vapor de agua de un ambiente, es necesario calcular la humedad relativa.
A partir de esto, entenderemos mejor de qué se trata: la cantidad de vapor de agua que potencialmente podría concentrarse en la atmósfera y la que existe realmente. A partir de esto, podremos calcular el déficit de presión de vapor.

¿Cómo se calcula el DPV?
Para calcular el DPV de un invernadero, podés guiarte de la siguiente tabla:
¿Cómo usar el déficit presión de vapor en los cultivos?
El déficit de presión a vapor es ideal para utilizarlo en cultivos de invernaderos, ya que con él sabremos si nos encontramos en las mejores temperaturas para ellos sin causar estragos. El DPV hace que las plantas transpiren, abran sus estomas y liberen la humedad que adquirieron por las raíces. Esto optimiza la actividad fotosintética, agilizándola y acelerándola, por lo que el crecimiento de las plantas se hará con más fuerza. El DPV también permite programar riegos, determinar si es necesario realizar intercambios de aire, o si la temperatura de saturación del vapor debe aumentarse o disminuirse para regular la humedad.

Para ver si nos estamos excediendo de los parámetros de DPV, es necesario tener en cuenta algunas nociones de los rangos y así saber qué déficit de presión de vapor conviene mantener en tus cultivos de invernadero. Entendiendo al estado entre 0,5 y 2 de kPa como estado óptimo, te ofrecemos los siguientes parámetros para que puedas guiarte:
- Déficit de presión de vapor alto:
Cuando el déficit de presión de vapor supera los 2 kPa, se produce una transpiración excesiva en el ambiente, provocando que las plantas cierren sus estomas. Esto les permite evitar la deshidratación y la excesiva pérdida de agua, produciendo lo que se denomina como “estrés hídrico” en las plantas.
Generalmente, los valores más altos del DPV se obtienen durante las horas centrales del día, es decir, al mediodía. Mientras no se produzca por tiempos muy prolongados, y las plantas puedan absorber el agua necesaria durante la noche para recuperarse (manteniendo el DPV adecuado durante las horas nocturnas), no va a representar un problema. Si por el contrario, estos periodos son muy recurrentes y no se pueden regular, pueden provocar daños irreversibles en los cultivos. Por ejemplo, las quemaduras.
- Déficit de presión de vapor bajo:
Cuando el déficit de presión de vapor es menor a los 0.5 kPa, la atmósfera se encuentra saturada. Esto significa que las plantas no pueden respirar correctamente, ya que cierran sus estomas para no perder agua. Así, se termina afectando su proceso de fotosíntesis.