Riego de cultivos: mantener humedad sin saturar
En esta nota te contamos todo lo que necesitás saber sobre la humedad del suelo en riego de cultivos, desde la importancia de no saturar hasta herramientas que pueden serte útiles para instalar un sistema de riego automático.
Importancia de la humedad del suelo en cultivos
En la antigüedad, se creía que las buenas cosechas eran obra de los dioses o de lo magia. Hoy sabemos que los buenos resultados provienen, además del clima favorable, de las buenas prácticas. Entre las tareas fundamentales del sector agroindustrial que optimizan los rendimientos de de los cultivos, una de ellas es medir la humedad del suelo.
Esta tarea es central: al conocer la humedad de los suelos, podemos saber que si hay un exceso de humedad, el agua está arrastrando los nutrientes que la planta necesita para crecer, o podemos regular la temperatura del suelo para homogeneizar la humedad que requieren los cultivos y favorecer el crecimiento de determinados microorganismos que tengan un impacto positivo.
Tener conocimiento sobre el contenido de humedad en suelos te puede evitar el gasto innecesario de agua del campo, valioso y escaso en muchas zonas, ya que te permite conocer la cantidad exacta de agua que les falta para un crecimiento adecuado.
Ahora bien, cómo medir la humedad del suelo puede ser la principal duda, y existen varios métodos para responderla, algunos más populares que otros. Si bien hoy predominan los métodos electrónicos, no viene mal conocer un poco más:
Método electromagnético
El método electromagnético consiste en someter el suelo a determinadas descargas eléctricas, cuyas respuestas permiten interpretar el contenido de humedad del suelo. Está compuesto de sensores de capacidad y reflectómenos de dominio de tiempo.
Utilización de tensiómetros
Un tensiómetro es un medidor de humedad de suelos: el dispositivo se coloca en la zona cercana a las plantas para medir la tensión del agua del suelo para retener el agua, es decir, que mide la cantidad de agua a la que la planta accede más fácilmente.
Método gravimétrico
Este método para calcular la humedad del suelo requiere de un poco más de trabajo, ya que deben recogerse muestras del suelo, pesarlas, secarlas, y pesarlas nuevamente. Con la lectura previa al secado y la de después de se calcula el porcentaje de la muestra de humedad del suelo.
Tipos de riego de cultivos
Una vez determinada la humedad del suelo, llega la hora de elegir el sistema de riego. Conocer los distintos tipos de riego te ayudará a elegir el sistema más adecuado para tus cultivos y a mantener la humedad del suelo que ellos necesiten. A continuación, te contamos sobre los sistemas de riego más utilizados:
Sistema de riego por aspersión
El riego por aspersión consiste en regar los cultivos de forma artificial, permitiendo controlar la cantidad de descarga de agua y el tiempo de riego. Utiliza emisores de agua llamados aspersores, y además, cubre la totalidad de la superficie.
Es uno de los sistemas de riego de cultivos en Argentina que más se utiliza, ya que permite mantener los suelos hidratados de manera uniforme durante la mayo parte del año. No consume grandes cantidades de agua, puede ser utilizado en distintos tipos de suelo, evita la degradación de los suelos e hidrata la totalidad del cultivo, no solamente sus raíces. En casos de utilizarlos en zonas cálidas hay que tener cuidado: puede generar hongos en las plantaciones por exceso de humedad. Los principales cultivos donde se utiliza el riego por aspersión son los extensivos. Es decir, soja, maíz, trigo, girasol, maní, papa.
Sistema de riego por goteo
El sistema de riego por goteo también es uno de los más utilizados en Argentina. Este consiste en conducir el agua o fertilizantes líquidos impulsados a presión, a través de una red de tuberías, regando los cultivos con pequeñas cantidades de agua de manera intermitente. Al irrigar directamente las raíces de las plantas, el riego por goteo evita la formación de malas hierbas que afectan al cultivo y contribuye al mantenimiento de la calidad del suelo, ya que el volumen de suelo mojado es menor.
La principal ventaja de este sistema de riego, además de mantener la calidad del suelo y de los cultivos, es que permite optimizar el recurso del agua, al que muchas veces es difícil acceder en zonas rurales, y que puede llevarse a cabo de manera automática, por lo que no requiere de tanto esfuerzo físico.
Los cultivos ideales para el riego por goteo son los intensivos, es decir, todo tipo de hortalizas.
Sistema de riego por inundación
El sistema de riego por inundación consiste en inundar la zona de cultivo, con la cantidad de agua que requiera para su crecimiento. El problema de este sistema es que, además de que el consumo de agua por cultivo es excesivo, también contribuye a la degradación de los suelos por su exceso de agua.
Este sistema de riego se utiliza mayormente en cultivos de árboles frutales, arroz y pastos.
Elementos que pueden ser de utilidad a la hora de instalar sistemas de riego
Es importante que cuentes con determinados elementos que te ayuden en la tarea diaria del riego de cultivos. Incorporar tanques de almacenamiento de agua para riego puede serte de gran utilidad para contar con una reserva de agua en caso de que haya cortes de varias horas. Por otra parte, las bombas de agua son esenciales para el sistemas de riego, ya que permiten suministrar la presión adecuada para los cultivos. En caso de tener interés en que sea un sistema de riego automático, puede instalarse también un regulador de presión y un temporizador de riego.
Por definición, un sistema de riego es una estructura, o más bien un conjunto de ellas, que garantiza que el área a cultivar disponga del agua que el cultivo previsto requerirá. Puesto en estos términos, queda claro que los múltiples tipos de sistemas de riego que existen son así de diversos porque se aplican a circunstancias de cultivo también diversas. Un sistema de riego para campo requerirá muchísima más infraestructura que un sistema de riego para jardín, por ejemplo, a la vez que un cultivo extenso en zonas áridas puede requerir tipos de riego de una infraestructura tal que en otros escenarios no se justificaría.
Ese gran universo de posibilidades que es un sistema de riego puede incluir una serie de elementos como los que mencionábamos antes, y muchos otros, sin que prácticamente ninguno de ellos sea universalmente necesario u obligatorio. Siempre dependerá de las características del terreno y el cultivo, y de los distintos tipos de riego por los que se opte. Un sistema de riego por aspersión tendrá requerimientos distintos a un sistema de riego por goteo, y así.
Sistemas de riego caseros
Como decíamos antes, el universo de tipos de riego en la agricultura es inmenso. Este universo de posibilidades incluye cosas como hacer un sistema de riego casero, y como comprobaremos en un momento, hay formas muy creativas, muy sencillas y sobre todo muy económicas. Desde luego, estos distintos tipos de riego son muy adecuados como sistema de riego para jardín o para huertas familiares o de pequeñísimos productores, pero un campo de varias hectáreas requerirá otro tipo de infraestructura. A continuación te presentamos 5 tipos de sistema de riego que podés implementar en tu casa con un mínimo de herramientas y materiales.
Riego por cordón
Se trata de uno de los tipos de riego casero más sencillo, y sirve principalmente para macetas o porciones de terreno bastante reducidas. Para llevarlo a cabo necesitamos un recipiente donde depositar el agua, que puede tranquilamente ser una botella o bidón de plástico, y un cordón o tira de tela, preferentemente de algodón o un material igualmente absorbente.
Lo que debemos hacer es introducir un extremo del cordón o tira de tela en la botella, que llenaremos de agua, y el otro extremo enterrado en el sector que pretendemos regar. De este modo, al estar el cordón en contacto con el agua, es esperable que funcione como transmisor de esa humedad y traslade muy gradualmente el agua a la tierra. Un modo de optimizar este dispositivo es ubicar cuatro macetas juntas, y en el medio de ellas poner la botella con agua, de la cual saldrán no uno sino cuatro cordones, uno a cada maceta. De este modo, con un solo instrumento regaremos simultáneamente muchas plantas. El del cordón es el mecanismo de riego casero más sencillo, pero también del menos sofisticado.
Riego por goteo con tornillos (versión simple y versión evolucionada)
Este es un sistema de riego por goteo casero, que también es muy sencillo y podemos fabricar con botellas de plástico recicladas. Para hacer uno de estos tipos de riego casero llenaremos la botella con agua, la taparemos y le haremos un pequeño agujero en la tapa. Este sistema tiene dos variantes, una más sencilla, la otra más eficiente.
La versión más sencilla consiste en apoyar la botella boca abajo sobre el suelo, y que la tapa perforada haga contacto con la tierra, en la cual se irá derramando el agua gradualmente. La opción un poco más elaborada consiste en suspender la botella en el aire, atándola o fabricándole un sostén de algún tipo, y dejar que gotee a través de la tapa perforada. Sin embargo, este sistema puede requerir varias pruebas hasta dar con la manera precisa de dosificar el agua. Un buen truco para resolver esta cuestión es usar el tornillo que se usó para perforar la tapa obstruyendo el propio agujero, de modo que el tornillo sea el dosificador y funcione como gotero.
Riego por evaporación y condensación
A diferencia de los anteriores dos sistemas, donde sencillez y sofisticación guardaban una relación de proporcionalidad inversa, este mecanismo de “goteo solar” es simple y sofisticado a la vez. Para construirlo necesitamos dos botellas de distintos tamaños. Cortaremos ambas botellas por encima de la mitad, llenaremos la botella más pequeña de agua, y colocaremos la más grande encima, boca abajo, como si fuera un invernadero (todo esto en la tierra, donde pretendamos que se efectúe el riego).
Cuando la acción del sol eleve la temperatura dentro de las botellas, el agua se evaporará, pero el invernadero logrado con la botella grande la retendrá dentro del dispositivo. De este modo, el vapor se depositará en las paredes de la botella grande, que está invertida sobre la pequeña, y luego se condensará nuevamente, resbalando hasta el suelo, regando la tierra.
Riego por goteo con mangueras
Un sistema de riego casero con manguera es algo un poco más complejo de fabricar, pero factible de todos modos y exponencialmente más eficiente que las variantes más sencillas. Para comenzar, es necesario de un barril o tacho grande (podemos usar tranquilamente un tacho de pintura de veinte litros), al cual le aplicaremos un conector de manguera a unos veinte centímetros de la base. Será necesario usar arandelas metálicas y también una arandela de goma, para evitar filtraciones indeseadas.
Una vez instalado el conector de manguera, conectaremos efectivamente la manguera, preferentemente de vinilo. Con un tornillo y dos tuercas mariposa en el extremo libre de la manguera puede fabricarse un sistema para regular el caudal de salida del agua y también para cerrar la salida por completo, a la forma de una canilla. Por otro lado, para que el agua salga con más facilidad, puede aumentarse la presión del sistema proporcionando una base que eleve nuestro barril. A mayor altura, mayor presión obtendremos. Esta base podría ser construida a los fines de este uso, pero también podría improvisarse con un balde o aprovechando una elevación del terreno.