Estimación de agua necesaria para los cultivos de verano
Para poder estimar cuánta agua necesitan los cultivos de verano, es importante tener en cuenta el balance hídrico. Acá te contamos todo lo que necesitás saber sobre la estimación del agua para los cultivos de verano en Argentina.
Los cultivos de primavera-verano en Argentina son pilares de la economía nacional, porque de ellos depende parte de la estabilidad del país para el ingreso de divisas. A su vez, es una época en la que las temperaturas son cada vez más elevadas. Por eso, es necesario atender a las demandas de agua de los cultivos de verano y realizar el balance hídrico adecuado para su estabilidad. Hacer uso de una gran herramienta y conocimiento te va a permitir conocer mejor tus cultivos y tu tierra, como también atender a la importancia del acceso al agua.

Importancia del agua para los cultivos
Las temperaturas son cada vez más elevadas en el verano, y los cultivos requieren la porción justa de agua para crecer adecuadamente. De lo contrario, enfrentar las pérdidas de cosechas por no haber podido garantizar un riego adecuado no es nada agradable. Para eso, es importante conocer bien las condiciones en las que se realiza un cultivo: su zona, realizar un seguimiento minucioso y tomar decisiones sobre las condiciones meteorológicas que se presentan.
Para saber cuánta agua requerirá el cultivo, es necesario saber cuánto demanda la especie que plantemos, cuál es el estado del agua en el suelo y las temperaturas que podrán llegar durante el crecimiento de los cultivos de verano. A partir de esto, podremos estimar cuánta agua necesitarán los cultivos de primavera-verano en Argentina y planificar las reservas con las que contamos.
Para garantizar la cantidad necesaria, también hace falta realizar un seguimiento de acuerdo al crecimiento del cultivo, y, en paralelo, sobre los acontecimientos meteorológicos de la localidad en el tiempo. A partir de esto, podés elaborar tu propia hoja de balance hídrico, una guía que resulte de utilidad para futuros cultivos de verano. Un mapeo sobre las reservas hídricas para saber dónde encontrar agua en casos de emergencia también puede servir para evitar cualquier disgusto que una temperatura demasiado elevada pueda traer.
Qué es el balance hídrico
El balance hídrico se emplea para mantener un equilibrio entre la cantidad de agua que sale de un determinado sistema como los cultivos y la cantidad de agua que entra ellos. Si bien el balance hídrico se utiliza para distintos ámbitos como el de la salud, países y cuencas hidrográficas, nosotros nos enfocaremos en pensar su uso para la agricultura.
En la agricultura el agua puede ingresar de diversas maneras, ya sea con precipitaciones, condensaciones, granizos, riego, nieve, entre tantos otros. A su vez, el agua también egresa de muchas otras formas: por desvíos de canales, desagües, evaporación, evapotranspiración o sequías, entre otros.

Ahora bien, sabemos que durante el verano las lluvias no suelen ser tan frecuentes, por eso es fundamental saber qué es el balance hídrico: nos va a permitir conocer las condiciones del agua en el suelo, del cultivo que planeamos plantar y lo que estas condiciones demandarán. En base a eso, podemos tomar las decisiones más pertinentes, ya sea para cambiar de cultivo u obtener las reservas necesarias de agua.
Por eso es importante que en todo cultivo se lleve adelante una hoja de balance hídrico. En ella deben tenerse en cuenta: las temperaturas, la influencia de precipitaciones, el estado de humedad del suelo y la completación del esquema de agua necesaria.

Consumo de agua por diferentes cultivos
No debe desestimarse que los cultivos de verano absorben agua de diferentes maneras según la especie de la que se trate. Para poder estimar la cantidad de agua que requeriremos para realizar el riego complementario, entonces, servirá conocer algunos otros puntos.
Por un lado, la evapotranspiración que cada cultivo produce, especialmente los cultivos de verano. Esta consiste en la transpiración de la vegetación, que conduce a una pérdida directa de humedad en la superficie. A través del tejido de las plantas, el suelo transporta el agua, haciendo que estas transpiren, y por lo tanto el agua se evapora. Si bien parte de ella puede ser absorbida por las raíces junto con los nutrientes, la mayoría se pierde. Por eso, una buena opción puede ser plantar cultivos hortícolas de verano.
Otro punto importante a tener en cuenta es saber cuál es la velocidad de infiltración del agua en el suelo para evitar que esta se filtre rápidamente sin ser absorbida por los cultivos. En parte influirá sobre este punto la profundidad de las raíces o el crecimiento de las hojas por fuera de la tierra.
Finalmente, si se realizan rotaciones de cultivos y no se cultiva la misma especie que el verano anterior, realizar muestreos constantes del suelo y el estado de los cultivos va a ser de gran ayuda para gestionar mejor el riego y hacer, así, un balance hídrico.