Cómo purificar el agua de nuestro campo
En este artículo te enseñamos en qué consiste el agua purificada, cuál es su diferencia con el agua potable y algunos trucos para que puedas purificar el agua estés donde estés.
No siempre tenemos asegurada el agua pura en nuestro campo, y se trata de una necesidad sumamente importante para el consumo humano, animal y el riego. Una primera aclaración: no es lo mismo agua potable que agua purificada. Afortunadamente, existen procesos para purificar el agua corriente: siguiendo algunos pasos simples, vas a poder tanto potabilizar el agua como purificar el agua de tu campo.
Agua potable y agua purificada
El agua potable es aquella considerada lo suficientemente salubre como para el consumo humano. Sin embargo, y aunque el agua potable no presente ningún sabor particular, puede contener sustancias disueltas que nos perjudiquen al consumirlas. Tampoco es necesario que cambie el color o el aspecto del agua potable para que requiera un proceso de purificación de agua. El agua purificada está siempre un paso más adelante que el agua potable, y por eso es importante aprender a purificar el agua.
Para considerar que el proceso de potabilización del agua está completo, es simplemente necesario que ésta no contenga sustancias riesgosas para la salud y puedan causar enfermedades de alto riesgo en humanos. Entre otras cosas, se eliminan en un proceso de potabilización virus, bacterias y sustancias nocivas.
Sin embargo, el proceso de potabilización del agua lleva, en muchas ocasiones, la utilización de cloro para eliminar este tipo de sustancias. Si bien las cantidades de cloro que tiene el agua potable a veces son imperceptibles, a largo plazo puede afectar a nuestra salud estar consumiendo agua potable con alguna proporción de cloro disuelta. Otras sustancias que pueden encontrarse en el agua potable no purificada son el aluminio, cobre, hierro y otros metales pesados que en el proceso de potabilización son notablemente reducidos pero muchas veces no son eliminados del todo.
El agua purificada es el agua que, luego de determinados procesos, no contiene sustancias nocivas o las reduce a niveles muy bajos para reducir el riesgo que podamos tener al consumirla.

Procesos de purificación del agua
Una forma eficiente de purificar el agua para eliminar cualquier bacteria, virus o sustancia que pudiera quedar incluso en agua potabilizada es el hervido. El agua en su punto de ebullición se desprende de sustancias, virus y bacterias que pueden afectarla. Un ejemplo claro es el del cloro disuelto en ella. Ciertas sustancias como el cloro se evaporan cuando el agua hierve, y es por eso que el hervido de agua es un buen método de purificación del agua.
Otro sistema de purificación es la utilización de sistemas de filtrado de agua. El agua corriente se hace pasar por estos sistemas de purificación de agua en donde el filtro, de un grosor de 0,1 a 0,2 micrones de diámetro, no permite el pasaje de ciertos virus, bacterias y sustancias mayores a este diámetro. Los sistemas de filtrado pueden ser diversos, hay sistemas de ósmosis inversa o sistemas de adsorción que filtran el agua de distintas maneras y se encuentran en el mercado.
Este sistema de filtrado para la purificación del agua puede implementarse tanto en un purificador conectado a los grifos y canillas como también estar presentes en bidones y bombillas aptas para excursiones. Pero el sistema más eficiente para la purificación de agua en el campo es el de sistemas de filtrado conectados a la salida de agua.
Otra manera de purificar el agua contaminada es a través de un sistema de luz ultravioleta que elimina las bacterias y los virus e indica en qué momento está en sus condiciones óptimas de consumo. El inconveniente es que no sirve para grandes cantidades de agua. Pero aun así, algunos sistemas mixtos incluyen filtros con luz ultravioleta para una mejor purificación del agua posiblemente contaminada o que pueda contener virus y bacterias.

¿Cómo potabilizar el agua?
Ahora, si hablamos de cómo potabilizar el agua, hay sistemas químicos basados en pastillas o gotas de cloro y otras sustancias como el yodo que, al diluirse en grandes cantidades de agua ayudan a eliminar virus, bacterias, hongos y la suciedad del agua que pudiera quedar.
En el caso de utilizar yodo, se recomienda diluir de cinco a diez gotas por cada litro de agua y el agua potabilizada debe dejarse reposar 30 minutos a más de 5 °C. En cambio, si se potabiliza el agua a través del cloro, se recomienda una sola gota por cada litro de agua. Por otro lado, en caso de implementar la potabilización química del agua a través de pastillas, cada pastilla trae instrucciones acerca de la cantidad y la forma de utilización en función de la cantidad de agua y de sus condiciones previas. La utilización de cloro para potabilizar el agua hace necesario agitar el recipiente antes de dejar reposar 30 minutos. Esto es dificultoso en depósitos de agua de gran tamaño. A través de este método químico de potabilización del agua, ella es apta para consumo. Pero esto no nos asegura que el agua esté purificada. No solamente puede quedar con sabor, sino que las mismas partículas de cloro, con el uso frecuente y prolongado, puede dañar nuestra salud a largo plazo.

Como sabemos, purificar el agua contaminada es muy importante para la salud humana y de nuestro campo, tanto de los animales como de las plantaciones que requieren del riego. En muchas zonas, el abastecimiento no es de agua potable, por lo que es sumamente necesario implementar algún sistema de potabilización del agua sucia o contaminada. Pero aun en casos en los que el agua sí es potable, siempre es óptimo buscar formas más eficientes de purificación del agua.
En este artículo de Rotoplas, hemos hablado de las diferencias entre purificar y potabilizar el agua y hemos visto que hay diversidad de métodos para obtener agua purificada.