¿Cómo afecta la sequía a los cultivos y cómo evitarlo?
La falta de agua en cultivos es un desastre de evolución lenta que se caracteriza por la falta de precipitaciones y puede tener graves repercusiones en la salud, la agricultura, la economía, la energía y el ambiente. Conocé más sobre cómo afecta la sequía a los cultivos y cómo puede llegar a prevenirse.
Algunos datos importantes
La sequía amenaza a las personas y a sus estilos de vida, aumentado el riesgo de enfermedad y muerte, y fomentado la migración masiva.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas la escasez de agua afecta al 40% de la población mundial. Según proyecciones, para 2030, más de 700 millones de personas corren el riesgo de ser desplazados como resultado de la sequía.
Agricultura en tiempos de sequía
Debido a las pequeñas diferencias en el suelo o la topografía, un campo puede tener plantas en varias etapas de estrés por sequía. En una situación en la que el agua escasea, es mejor racionar el riego según sea necesario y también ahorrar en costos.
Debido a estos tiempos de mayor sequía y lluvias irregulares, la agricultura de precisión se está volviendo cada vez más popular.
En situaciones en las que la mayor parte del campo se ve afectado por la sequía, es posible que los agricultores deseen cosechar temprano para evitar pérdidas adicionales. Si la sequía es menos intensa o cubre menos área, pueden permitirse esperar a que se desarrolle más el cultivo.
Efectos de la sequía
Crecimiento de cultivo. El efecto de la sequía en las plantas dependerá de la etapa de crecimiento del cultivo. En la etapa de plántula, la sequía severa puede acabar con todo un cultivo, ya que las plantas pequeñas no pueden sobrevivir.
Desarrollo de cultivo. Durante el desarrollo del cultivo, cuando las plantas crecen, pueden sobrevivir a sequías leves, pero la salud de las plantas puede verse afectada. Es posible notar que las plantas son más pequeñas y tienen menos hojas mientras que las raíces crecen más profundamente. El mayor daño al rendimiento se produce cuando hay una sequía durante la mitad de la temporada, es decir, durante las etapas de floración del grano.
Crecimiento de cultivo. La etapa de crecimiento que se ve más afectada por la sequía diferirá según los cultivos. Para el maíz, como ocurre con muchos otros granos, la sequía a mitad de temporada puede ser más devastadora.
Algunos cultivos son más sensibles a la sequía que otros. Como muestra una investigación publicada en el Journal of Applied Meteorology and Climatology, mientras que el arroz sufre sólo un 3% de pérdidas, un solo evento de sequía puede causar un 8% de pérdida de cultivos en el trigo y un 7% en el maíz y la soja.
Para cualquier agricultor, esta es una gran pérdida. Sin embargo, si utilizan la agricultura de precisión para detectar el estrés hídrico, incluso antes de que aparezcan los síntomas visibles, se podrían contener los daños a la planta.
¿Cómo prevenir la sequía?
Los métodos de agricultura de precisión mejoran la gestión de la sequía mediante un seguimiento y una evaluación de riesgos rápidos y fiables, al identificar las diferencias en el rendimiento de las plantas.
La sequía agrícola depende de la intensidad de la escasez de agua, las condiciones del suelo, el tipo de suelo, la variedad de cultivo y la etapa de crecimiento, todos los cuales también son importantes para la respuesta final al estrés hídrico.
Debido a las variaciones en las granjas y localidades, incluso a los expertos les resulta imposible calcular dónde se producirá el estrés agrícola. La única forma de comprobar si un cultivo está sufriendo es midiendo realmente lo que está sucediendo en el campo.
Como medio para mitigar los efectos de la sequía, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD) ha diseñado diferentes estrategias para hacer frente a la sequía. Ellos recomiendan:
- Vigilancia de los cultivos
- Evaluación de vulnerabilidad y riesgo
- Uso de la tecnología, como el análisis de imágenes de drones
La planificación de una sequía implica prepararse no solo para las condiciones medias, sino también para las extremas. Por lo tanto, los productores deben conocer el alcance de sus condiciones de sequía actuales y cuáles son las expectativas para la próxima semana, mes y temporada.
Un buen conocimiento del clima de su ubicación será indispensable en un esfuerzo exitoso de mitigación de la sequía. Un plan debería ayudar a que su operación dure más que las condiciones climáticas extremas.
Evalúa todos los tipos de sistemas de riego apropiados para su operación y elegí el que ayudará a perder menos agua por evaporación, percolación y escorrentía.
Buscá formas de hacer que el sistema de riego sea más eficiente y más fácil de mantener.
Incluí un sistema de almacenamiento de agua que contenga agua para su uso durante la temporada de sequía. Una excelente opción son los tanques de almacenamiento de Rotoplas destinados para el sector industrial.
La precipitación es el factor determinante más importante de la sequía. La temperatura y otros elementos climáticos también son importantes. No es raro que los períodos de sequía vayan acompañados de temperaturas estivales más altas.
Causas de las sequías
Las sequías pueden tener efectos devastadores en la agricultura, la seguridad alimentaria y el medio ambiente en general. Si bien es verdad que se suele asociar las sequías cada vez más frecuentes con el cambio climático, las causas del fenómeno son múltiples, en parte por factores naturales y en parte por factores humanos. Algunas de las principales causas de las sequías en la agricultura son las siguientes:
- Cambio climático. El calentamiento global debido a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera está alterando los patrones climáticos y aumentando la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, incluidas las sequías y el derretimiento de glaciares, por mencionar solo algunos de sus efectos.
- Deficiencias en las precipitaciones. La falta de lluvias o nevadas suficientes durante la temporada de crecimiento puede llevar a una sequía en la región afectada.
- Agotamiento de fuentes de agua. El uso excesivo de recursos hídricos, como aguas subterráneas y ríos, para el riego agrícola, puede llevar al agotamiento de las fuentes de agua locales y a la sequía.
- Desvío de agua. En consonancia con la causa anterior, el redireccionamiento de ríos y corrientes para proyectos de desarrollo o uso urbano puede alterar el flujo de agua hacia áreas agrícolas, provocando sequías.
- Deforestación. Aunque no se vea la relación a simple vista, la tala masiva de bosques reduce la capacidad de retención de agua del suelo y afecta el ciclo hidrológico, lo que puede contribuir a la sequía. Esto es particularmente relevante en América del Sur, donde se siente cada vez más la reducción del Amazonas, principal reserva de bosques del mundo.
- Prácticas agrícolas inadecuadas. El uso ineficiente del agua en la agricultura, como el riego inadecuado o la falta de técnicas de conservación de agua, puede aumentar la vulnerabilidad de una región a la sequía. Al día de hoy, las nuevas tecnologías y métodos distintos de riego promueven un uso más racional del agua.
- Urbanización y crecimiento de la población. El aumento de la población y la expansión urbana pueden aumentar la demanda de agua, presionando aún más los recursos hídricos disponibles para la agricultura. Al mismo tiempo, la contaminación de fuentes de agua puede afectar su calidad y disponibilidad para el riego y el consumo humano.
- Sobrepastoreo y degradación del suelo. Prácticas agrícolas y ganaderas mal gestionadas pueden dañar el suelo y reducir su capacidad para retener agua, lo que puede agravar la sequía.
- La Niña. Además de las causas generales mencionadas antes, hay un motivo concreto que condujo a la sequía en nuestras latitudes. Se trata del fenómeno de la Niña, la contracara del más conocido Niño, que trae más lluvias. Se trata de un fenómeno climático que ocurre en el Océano Pacífico, pero de impacto planetario, que afecta la intensidad y la circulación de los vientos. Iniciado en 2020, los especialistas afirman que recién en 2023 La Niña se retira lentamente.
Cómo afecta la escasez de agua a la agricultura
La escasez de agua puede tener impactos negativos importantes en la agricultura. Como sabemos, la agricultura es uno de los sectores más dependientes del agua y necesita recursos hídricos adecuados para el crecimiento y desarrollo de los cultivos. Cuando la disponibilidad de agua se reduce, ya sea por sequías o por fallas en el suministro de la red, pueden surgir diversos problemas que afectan la producción agrícola y, en última instancia, la seguridad alimentaria.
En concreto, la falta de agua puede afectar directamente el crecimiento y el rendimiento de los cultivos, porque las plantas necesitan agua para fotosintetizar y producir alimentos. Sin suficiente agua, su crecimiento se ve limitado, lo que puede llevar a una menor producción de nuestras cosechas.
Consecuencias de la sequía en la comunidad
En casos extremos de sequía como los que vimos en nuestra región los últimos dos años, los cultivos pueden secarse y morir, lo que conduce a una pérdida total de la inversión y la producción. Incluso en casos en los que las plantas no mueren, se produce una reducción de su calidad y, por lo tanto, de los productos agrícolas: esto puede disminuir su valor en el mercado y afectar la rentabilidad de los agricultores.
Al mismo tiempo, en el mercado interno puede ocurrir lo contrario: cuando la producción agrícola disminuye debido a la falta de agua, puede haber una escasez de alimentos disponibles en el mercado, lo que puede llevar a un aumento de los precios y dificultar el acceso a alimentos nutritivos para la población.
El impacto de la escasez de agua no tarda en manifestarse hacia adentro de las poblaciones que viven de la agricultura. En muchas localidades es una fuente importante de ingresos para el grueso de sus habitantes. Por eso, la escasez de agua puede afectar la capacidad de los agricultores para obtener ingresos y puede generar desempleo y una disminución de la actividad económica en estas áreas, ya que el efecto se derrama hacia sectores que no dependen directamente de la agricultura: almacenes, comercios, el sector gastronómico, etc.
Daños ambientales ocasionados por la falta de agua
La escasez de agua también puede afectar el suministro de agua para el ganado, lo que puede poner en peligro su salud y productividad. En algunos casos, la escasez de agua puede llevar a los agricultores a recurrir a prácticas de riego no sostenibles, como la extracción excesiva de aguas subterráneas, lo que puede agotar aún más los recursos hídricos a largo plazo.
En última instancia, la falta de agua puede afectar los ecosistemas naturales y la biodiversidad, especialmente cuando se desvían recursos hídricos para uso agrícola.
Enfrentar los desafíos de la escasez de agua en la agricultura requiere enfoques integrados, como la adopción de prácticas de riego más eficientes, la gestión sostenible de los recursos hídricos, la promoción de cultivos resistentes a la sequía y el desarrollo de políticas que fomenten la conservación del agua y la protección del medio ambiente. No es tarea sencilla, pero es la única manera de que los cultivos sobrevivan a un mundo cada vez más revulsivo en materia climática.