Agroindustria sostenible: ¿Cómo priorizar el consumo de agua eficiente?
El consumo de agua en la agroindustria Argentina es considerablemente alto, siendo el sector agropecuario el mayor consumidor de agua a nivel nacional.
Aproximadamente el 70% del agua dulce en Argentina se destina a la agricultura, incluyendo el riego y la producción de alimentos, mientras que en regiones con climas áridos y semiáridos este porcentaje puede superar el 95 %. Según datos de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, Argentina dispone de 21.315 metros cúbicos de agua anuales por persona.
Un investigador del INTA aclaró que “hay que considerar que casi el 76 por ciento del territorio nacional es semiárido o árido y dispone de tan solo 18% del agua superficial disponible.
En estas zonas, la utilización del recurso para el sector agrícola puede rondar el 90 por ciento, lo que provoca que estas regiones tengan números cercanos o hasta a veces inferiores a los 1.000 metros cúbicos por persona y por año”.
La importancia de la sustentabilidad
La agricultura sostenible se enfoca en mantener la productividad a largo plazo sin agotar los recursos naturales. Esto se traduce en prácticas como la rotación de cultivos, un consumo de agua eficiente y la reducción de la dependencia de agroquímicos.
La agricultura sostenible se centra en satisfacer las necesidades actuales sin comprometer a las futuras generaciones.
El agua como elemento vital
El agua es un recurso vital en la agroindustria, fundamental para la producción de alimentos, la limpieza, saneamiento y mantenimiento de equipos.
Aproximadamente el 70% del agua dulce del planeta se destina al cultivo de alimentos. En la agroindustria, se utiliza generalmente para:
–Riego: En la agroindustria es crucial para asegurar la producción de cultivos, especialmente en zonas con limitaciones hídricas o donde las lluvias son insuficientes.
–Cría de ganado: El agua es esencial para la cría de ganado en la agroindustria, tanto para el consumo directo del ganado como para la higiene y limpieza de instalaciones y equipos.
–Procesamiento de alimentos: Para el procesamiento de alimentos, desde la producción de cultivos hasta la elaboración de productos finales, pasando por la limpieza y sanitización de instalaciones.
–Saneamiento: El agua se utiliza para diversas funciones, desde la limpieza de equipos y superficies hasta la producción de alimentos y la prevención de enfermedades.
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¿Cómo optimizar el uso del agua en la agroindustria sostenible?
- Tecnología de Riego de Precisión:
La tecnificación de riego incrementa el ahorro del agua además mejora las condiciones agroecológicas, al aplicar al cultivo el agua que requiere en cantidad y calidad para optimizar la producción y contribuir a una mayor disponibilidad de alimentos.
El riego de precisión permite ahorrar hasta un 30% de agua en comparación con los métodos tradicionales de riego y así reducir el impacto ambiental.
De manera general, el riego de precisión comprende un conjunto amplio de tecnologías enfocadas en realizar la programación óptima del riego, para así poder establecer el momento, la frecuencia y el tiempo de riego adecuados.
Esto según las características específicas de cultivo, dependiendo de su etapa fenológica, pero también dependiendo de la configuración de la red de riego, el suelo y el clima, de modo que son muchos los factores que hay que tener en cuenta al mismo tiempo.
- Sensores de humedad del suelo:
Los sensores son dispositivos cruciales en la agroindustria sostenible para monitorear y controlar procesos, optimizando la eficiencia y la productividad de las operaciones agrícolas.
Permiten la recolección de datos sobre el suelo, plantas, clima y más, facilitando la toma de decisiones informadas para mejorar el rendimiento de los cultivos y la gestión de recursos.
Estos sensores funcionan midiendo la humedad como los de matriz granular, potencial mátrico y los de contenido volumétrico de agua.
Sensores utilizados en la agroindustria sostenible
Algunos sensores utilizan tecnología TDR (Time Domain Reflectometry) o FDR (Frequency Domain Reflectometry) donde se envían ondas electromagnéticas para medir el tiempo de propagación y captancia del suelo.
Algunos sensores como los CropX envían datos a la nube para análisis y recomendaciones. Los beneficios incluyen riego eficiente, monitoreo en tiempo real, aumento de productividad, optimización de recursos y agricultura de precisión.
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3. Riego con Inteligencia Artificial:
El riego con Inteligencia Artificial optimiza el consumo de agua en la agricultura mediante sensores, algoritmos y análisis de datos en tiempo real.
Estos sistemas detectan la humedad del suelo, las condiciones climáticas y el estado de los cultivos para ajustar el riego de manera automática y precisa.
La IA permite analizar grandes volúmenes de datos y aprender patrones para mejorar la eficiencia del riego.
Al integrar información de sensores IoT, imágenes satelitales y modelos predictivos, los sistemas identifican las necesidades hídricas de cada área cultivada y aplican la cantidad exacta de agua requerida.
La incorporación de Inteligencia Artificial en el riego no solo mejora la producción agrícola, sino que también contribuye a la sostenibilidad.
- Reutilización de aguas residuales tratadas:
La reutilización del agua en la agroindustria sostenible implica volver a utilizar el agua que ha sido utilizada en procesos anteriores, como la limpieza de materia prima, el riego de cultivos o la producción de alimentos.
Esto puede incluir la reutilización directa de agua tratada en la misma industria o su transferencia a otras aplicaciones, como el riego en la agroindustria.
La reutilización del agua ofrece numerosos beneficios, incluyendo la reducción del consumo de agua potable, la disminución del impacto ambiental, la reducción de costos y la mejora de la sostenibilidad.
El uso de agua residual tratada en la agroindustria sostenible se ha convertido en una práctica cada vez más común y necesaria debido a la escasez de agua dulce y la necesidad de optimizar el uso de los recursos hídricos.
El agua residual tratada puede utilizarse para riego, procesos industriales, o incluso para la generación de energía o nutrientes, según el Banco Mundial.
- Mulching:
El «mulching» en la agroindustria, también conocido como acolchado agrícola o mantillo, es una técnica que consiste en cubrir el suelo con una capa de material para proteger las plantas y el suelo.
Según un artículo de la Fundación Global Nature, “El mulching no solo reduce la temperatura del suelo y conserva la humedad, sino que también mejora la calidad del suelo a largo plazo al incrementar la materia orgánica y evitar la proliferación de hierbas adventicias.
Esta técnica, junto con otras, tiene el potencial de transformar la manera en que enfrentamos los desafíos del cambio climático en la agricultura”.
La capa que puede ser de materiales orgánicos o inorgánicos ofrece varios beneficios, como la conservación de la humedad, ayudando a reducir el riego, lo que es crucial en la agroindustria, donde la eficiencia del agua es un desafío constante.