¿Cómo combatir las enfermedades en los cultivos de maní?
Cada vez son más los productores argentinos que evalúan la posibilidad de sembrar maní: es sencillo, tiene potencial y presenta buenos rendimientos. En este artículo vamos a desarrollar algunos datos importantes sobre el maní y su situación en el mercado internacional. También nos enfocaremos en las enfermedades típicas del cultivo de maní y cómo se pueden controlar ante su aparición.

¿Por qué el cultivo de maní en Argentina está en crecimiento?
Argentina es un buen lugar para cultivar maní. Un dato: en Córdoba se produce el 80% de los cultivos de maní de la Argentina. ¿Por qué sucede esto? Porque en la provincia se encuentran las mejores condiciones climáticas y geográficas para el desarrollo del cultivo junto a una estructura agroindustrial que posibilita su procesamiento y exportación. En este punto, el cultivo de maní en la Argentina está dirigido a cubrir las necesidades de los mercados internacionales, que son exigentes en relación a su calidad.
Ya nombramos lo que sucede con respecto a los cultivos de maní en Córdoba. Además, en el último tiempo la producción manisera también se empezó a desarrollar en el sur de la provincia de Santa Fe, sobre todo en el Departamento General López. También en algunos sectores de Buenos Aires.
El INDEC ha publicado algunas cifras al respecto, expresando que en el período que abarca el 2020 y el 2021; las exportaciones en este tiempo superaron los mil millones de dólares. Por eso, el cultivo de maní es una excelente opción para cultivar en nuestros campos.
Desarrollemos un poco más estas ideas:
Pilares y condiciones para obtener una buena campaña de maní
Si estamos considerando la posibilidad de cultivar maní, es importante que tengamos en cuenta algunos elementos que son esenciales para obtener una buena producción:
Clima. El maní prefiere climas cálidos y tropicales. La temperatura óptima para su crecimiento se encuentra entre los 25 y 30 grados, de ahí que Córdoba sea un territorio ideal. Además, necesita una temporada de crecimiento larga, con al menos 120 días libres de heladas.
Luz solar. El maní requiere de una exposición adecuada a la luz solar para su crecimiento y desarrollo. Debe recibir al menos seis horas de luz directa al día.
Suelo. El maní crece mejor en suelos bien drenados, sueltos y con buen contenido de materia orgánica. El pH óptimo del suelo para el cultivo de maní se encuentra entre 5.8 y 7.0. Además, es recomendable que el suelo tenga buen contenido de potasio.
Riego. El maní necesita un suministro adecuado de agua durante su ciclo de crecimiento, especialmente durante la etapa de formación de las vainas. Es importante proporcionar un riego regular y uniforme para evitar el estrés hídrico, pero evitando el encharcamiento que pueda causar enfermedades.
Preparación del suelo. Antes de sembrar, es recomendable preparar el suelo adecuadamente. Esto implica eliminar malezas, arar y nivelar el terreno para facilitar la siembra y el crecimiento de las plantas.
Semillas de calidad. Utiliza semillas de maní de calidad, libres de enfermedades y con buen poder germinativo. Las semillas sanas y vigorosas aseguran un buen inicio del cultivo.
Rotación de cultivos. Evita sembrar maní en el mismo terreno de manera consecutiva. La rotación de cultivos ayuda a prevenir la acumulación de enfermedades y plagas específicas del maní, así como a mantener la fertilidad del suelo.
Control de malezas. Mantené el campo libre de malezas competidoras durante las etapas iniciales de crecimiento del maní. Las malezas pueden afectar el desarrollo de las plantas y reducir el rendimiento.

¿Qué plagas y enfermedades del cultivo de maní existen?
Para obtener los mejores resultados con nuestro cultivo de maní, es importante que apliquemos buenas prácticas agrícolas. Por eso mismo debemos tener en cuenta qué necesitamos para poder controlar las amenazas que puede tener el cultivo.
No solo eso: también hay que brindarle la mejor nutrición del cultivo, diseñar y ejecutar un plan eficiente con fitosanitarios. Si logramos optimizar las aplicaciones con el uso de coadyuvante lograremos maximizar el aprovechamiento de nuestros recursos y aumentar la productividad.
Viruela
Una de las enfermedades que más destacan en el cultivo de maní es la viruela en cualquiera de sus dos variantes: viruela tardía y viruela temprana.
Es la enfermedad con más incidencia en el cultivo de maní, pero esto no solo sucede en Argentina sino en todo el mundo. Aparecen en los folíolos, aunque también se pueden identificar en los tallos, pecíolos y gonóforos. Las manchas que podemos ver al momento de cultivar son áreas de tejido necrosado.
En el inicio podremos ver pequeñas manchas de color marrón, podremos identificarlas en la cara superior de los folíolos por varias razones:
- Círculos marrones de configuración irregular que varían entre los 2 y los 7 mm de diámetro. Suelen presentar un halo amarillento que resalta en los momentos de poca luz.
- En cuanto a la variedad de viruela temprana, esta presenta una coloración cercana al marrón claro y un aspecto más liso. En cuanto a la viruela tardía su marrón tiende más hacia el negro y su aspecto es más rugoso.
La defoliación es el daño que podremos encontrar en nuestros cultivos de maní, y afecta directamente a la producción. También veremos que muchas cajas sanas se pierden durante la cosecha por el debilitamiento de los gonóforos.
Sarna
Es una enfermedad fúngica que afecta los lotes aislados con una incidencia bastante baja. Aún así, en ciertos lotes y ciclos agrícolas puede presentar características epidémicas.
La sarna afecta a todos los órganos de las plantas más jóvenes. Presentan unas pequeñas manchas de color castaño claro, estas se ubican en los folíolos, cercanos a la nervadura principal. En los tallos y pecíolos se presentan de forma unilateral y afectan el crecimiento al generar un zigzag.
La sarna también afecta los clavos en formación y sus frutos. ¿Cómo podemos identificar las plantas afectadas? Por su aspecto achaparrado y su color es marrón rojizo. La mejor manera de conseguir buenos resultados en el cultivo de maní es la prevención y control de las enfermedades que están presente en la región.

Moteado del maní
Se trata ds una enfermedad que tiene un carácter viral, afecta los cultivos de maní y está presente en todas las regiones maniseras del planeta. ¿Cómo se produce su contaminación? A través de las semillas infectadas y algunos vectores como es el caso de los pulgones. Podremos reconocer las enfermedades en nuestros cultivos de maní por un suave moteado que se puede observar en sus hojas. Según el genotipo del virus y el estadio en el que se encuentre, afectará los rendimientos finales de nuestro cultivo de maní por la disminución del tamaño de los granos.