¿Qué son las raíces adventicias?
Las raíces son una parte de la planta que se encuentra bajo la tierra. Su función es absorber el agua, las sales y los nutrientes que el cultivo necesita para la fotosíntesis. Además, son de apoyo para que la planta se mantenga erguida. La raíz adventicia es un tipo de raíz que nace sobre el nivel del suelo y es empleada por algunas plantas como método de expansión. Si bien se encuentra por encima del suelo, tiene contacto con él, lo que le permite una mejor distribución en el espacio, a la vez que puede captar los minerales y el agua que necesita para vivir.
En este artículo te explicamos qué son las raíces adventicias o aéreas, qué función cumplen, cuáles son sus beneficios, cuáles son las plantas con raíces adventicias, y más.
¿Qué son las raíces adventicias?
La raíz adventicia, también llamada raíz aérea, se diferencia de otro tipo de raíces porque no proviene de la radícula del embrión, sino de otras partes de la planta. Una raíz aérea puede surgir de tallos subterráneos, raíces o viejas o porciones del vástago. Este tipo de raíces puede generar ramificaciones nuevas o no; en todo caso, suelen tener una forma y tamaño homogéneos.
En cuanto a la vida útil, no hay una duración estándar porque depende de las condiciones biológicas y ambientales de cada planta. Las hay perennes, es decir, pueden vivir años sin secarse, absorbiendo nutrientes y haciendo de anclaje. En cualquier caso, la raíz adventicia va a producir nuevas raíces adventicias siempre que se le presente la ocasión.
¿Qué función tiene la raíz adventicia?
Las raíces adventicias cumplen varias funciones. A continuación te explicamos cuáles son:
Colonizar nuevos territorios
Toda planta tiene el objetivo, entre otros, de ocupar nuevas superficies. Gran parte de ellas lo hace a partir de sus semillas al dejar que el viento, la corriente de agua o los animales las transporten lejos de sus progenitores. Otras, sin embargo, necesitan la ayuda de las raíces adventicias para expandirse en nuevos territorios.
Optimizar el anclaje al suelo
Además de expandirse, toda planta necesita quedar bien sujeta al suelo, de modo que ni el viento, que según la zona puede ser muy agresivo, ni las fuertes corrientes de agua las arranque de su hábitat. En este sentido, uno de los beneficios de las raíces adventicias es que contribuyen a que la planta permanezca en el mismo sitio, al hacer más fuerte su anclaje. Por eso, las raíces adventicias suelen ser más gruesas que otro tipo de raíces abocadas a otras funciones, como las de absorber agua y nutrientes.
Abastecer de oxígeno
Las raíces adventicias cumplen otra función importante: en zonas donde hay inundaciones frecuentes, este tipo de raíces tienen la capacidad de absorber oxígeno a través de sus poros, siempre que estos estén expuestos y no sumergidos. De esta forma, a pesar de que las raíces y buena parte del tallo no tienen contacto con el aire, la planta puede respirar.
Otros beneficios de las raíces adventicias
- Además de las funciones mencionadas más arriba, las raíces aéreas son mejorantes. ¿Qué significa esto? Algunas especies pueden enterrarse en el suelo y oficiar de abono verde lo que optimiza la calidad del suelo para los próximos cultivos.
- Otro beneficio de las raíces adventicias es que contribuyen a la cobertura del suelo, de modo que reducen y previenen la erosión. Sirven como fuente alimenticia para abejas y fija los excedentes que se puedan producir si hay demasiado abono.
- Algunas raíces adventicias combaten las plagas al resultar atractivas para ellas, logran que los cultivos no sean atacados.
- Las raíces adventicias previenen la pérdida de nutrientes porque los retienen y los liberan al morir, colocándolos a disposición del cultivo nuevamente.
¿Qué tipos de plantas adventicias hay?
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de plantas con raíces adventicias.
Ficus
Los ficus suelen nacer como plantas epífitas, es decir, necesitan crecer sobre las ramas de otros árboles. Este proceso conduce a que algunos perjudiquen al árbol del cual se sirven, como es el caso de del ficus benghalensis.
Fresa salvaje
Esta planta herbácea perenne crece entre 20 y 30 centímetros, y suele cultivarse en huertos y macetohuertos. En este caso, las raíces adventicias surgen de los estolones que produce la roseta basal.
Grama común
Esta planta adventicia es muy utilizada para césped. Suele producir hojas de un verde cercano al gris de entre cuatro y quince centímetros de largo.
Hiedra
la Hedera helix –así es su nombre científico–, es una trepadora que se suele cultivar en regiones templadas y cálidas, y no faltan quienes las cultivan en interiores. En cuanto al tamaño, suele alcanzar hasta veinte centímetros de altura, aunque puede trepar unos diez metros más.
Maíz
Esta planta, una de las más importantes a nivel mundial por el consumo y volumen de dinero que genera, posee tallos de hasta un metro de los cuales brotan hojas alargadas. Si querés leer más sobre el maíz, no te pierdas este artículo de Rotoplas.
Pandanos
Por último, los pandanos son árboles cuyas hojas de color verde amarronado se desarrollan en forma de roseta. Su tronco tiende a ser fino, de no más de treinta centímetros, y las raíces adventicias les permiten mantenerse anclados al suelo.
Origen las raíces adventicias
Como hemos mencionado, es adventicia la raíz que no nace de la raíz principal de una planta. Son raíces adventicias por definición, entonces, todas aquellas raíces que salen posteriormente y no se desprenden de esa primera raíz que venía preformada en el embrión de la planta. También son raíces adventicias, por ejemplo, las raíces secundarias, que son aquellas ramificaciones de la raíz principal. También hemos mencionado que las raíces adventicias pueden cumplir numerosas funciones, y que no se limitan necesariamente a las conocidas como funciones principales de la raíz (absorción de agua y nutrientes). Este era el caso, por ejemplo, de raíces de anclaje como las del maíz.
Por lo general, son las raíces adventicias ejemplos de adaptación de algunos tipos de plantas cuyas raíces principales o embrionarias no están preparadas para una vida útil larga. De este modo, la raíz adventicia permite que la planta pueda seguir viviendo y desarrollándose aún si su raíz embrionaria muere. Otra característica propia de estos tipos de raíces, adventicias, es que son mayormente superficiales, es decir que no se entierran en profundidad; incluso algunas, como las de anclaje del maíz, quedan en posición externa, por arriba de la línea de la tierra. Por otro lado, las raíces adventicias no salen necesariamente desde la base del tallo de la planta, sino que pueden salir desde otras partes del tallo o tronco, desde ramas, e incluso puede engendrarse una raíz adventicia a partir de las hojas.
Los rizoides
Contra lo que mucha gente cree, no todas las plantas tienen raíces. Hay plantas que en lugar de raíces tienen lo que se conoce como rizoides. Se trata de plantas como los musgos y demás organismos acuáticos como algas y esponjas, auténticas reliquias evolutivas, ya que se cree que fueron de las primeras plantas en comenzar los procesos de evolución hace unos cuantos cientos de millones de años. En este tipo de plantas, entonces, que están menos desarrolladas y por ello no han generado raíces, los rizoides cumplen su función. ¿Qué función cumple la raíz de una planta? Como mencionamos un poco más arriba, puede cumplir muchas funciones y hay tantos tipos de raíces como funciones estas pueden cumplir, pero la principal función es la absorción de agua y nutrientes del suelo. Esas son las funciones que completarán los rizoides en las plantas que no tienen raíces.
Etimológicamente, el significado de rizoides es “que tiene forma de raíz”, ya que es una palabra compuesta por los vocablos griegos “riza”, que significa raíz, y “eidos”, que significa forma. Sin embargo, la realidad es que hay muchísimos tipos de rizoides, y la forma no es el único elemento que define qué son los rizoides.
Tipos de rizoides
Como mencionábamos hace un momento, hay distintas especies de rizoides, que a su vez se desarrollan en distintos medios, y ellas varían en sus funciones y formas. Veamos algunas de estas variedades.
Cuando encontramos organismos con rizoides en suelos o sustratos fangosos, estos rizoides suelen presentar ramificaciones con formas complejas. Por el contrario, los suelos o sustratos arenosos promueven el desarrollo de organismos con rizoides con forma de bulbo, que presentan una mayor flexibilidad. A su vez, superficies lisas o poco permeables, como la piedra, también posibilitan la vida de organismos con rizoides. En este caso, los rizoides se desplegarán de modo tal que ayuden al organismo a permanecer pegado a la superficie de dicha piedra.
Más sobre raíces
Además de la distinción entre raíces principales y raíces adventicias, también existen otras categorías según las cuales las raíces pueden ser clasificadas. Existe, por ejemplo, la clasificación según la forma, que contemplará la existencia de las raíces fasciculadas, las napiformes, las ramificadas y las tuberosas, además de las primarias (también llamadas axonomorfas).
También existe una posible clasificación según la dirección en que dichas raíces crecen, y aquí encontramos a las raíces adventicias como una de las variables, pero también a las acuáticas, las chupadoras, las aéreas y las raíces de almacenamiento. Finalmente, las raíces pueden clasificarse según el tipo de anclaje que la raíz otorga a la planta a la que pertenece, y de acuerdo a este criterio las raíces pueden ser contráctiles, fúlcreas (o zancos) y epífitas.
¿Se puede plantar una planta sin raíz?
Como hemos visto, toda planta tiene o bien una raíz, o bien algún nexo que cumple su función, como en el caso de los rizoides. De esto podemos concluir que las plantas necesitan algo que cumpla como mínimo la función básica de absorción de agua y nutrientes. Sin embargo, y contra lo que podría pensarse, sí se puede plantar una planta sin raíz, siempre y cuanto alguna parte de la planta cuente con lo que se conoce como “yema”.
La explicación más sencilla de cómo funciona esto es que si la planta que queremos plantar o reproducir no tiene raíces pero tiene en su tallo ramas u hojas, se puede cortar alguna de ellas y enterrar la planta de modo tal que el cabito liberado, todavía en el tallo, quede bajo tierra. En esos cabitos de los que crecen hojas o ramas poseen yemas, es decir, poseen células disponibles, que tienen la capacidad potencial de crecer con la forma que la planta más necesite. De este modo, allí donde crecía una rama podrá crecer una raíz, si la planta la necesita y esa sección del tallo está apropiadamente enterrada y nutrida.
Estas “yemas” poseen las células llamadas “meristemáticas”, que son células base, no especializadas, en capacidad latente de formar órganos y especializarse según la necesidad de la planta. Las células meristemáticas se encuentran en las plantas, y son las responsables del crecimiento y desarrollo de los tejidos vegetales. Estas células tienen la capacidad de dividirse con facilidad y diferenciarse en diferentes tipos celulares, lo que permite que la planta crezca en longitud y grosor.
Como hemos visto hasta aquí, las raíces cumplen funciones imprescindibles para las plantas, pero también se presentan de múltiples formas posibles y hasta tienen sustitutos que completan sus funciones cuando ellas no están. Como todo organismo vivo, las plantas han logrado adaptarse, variando formas y funcionamientos de modo tal que puedan siempre cumplir sus propias necesidades básicas.