La importancia del agua en el campo
El modo en que el ser humano se relaciona con la naturaleza fue cambiando con el tiempo. En el universo agroindustrial, hemos logrado incrementar la producción a medida que aumentaba la población a alimentar. También se cubrieron otros fines como la producción textil, la alimentación de rebaños y la producción de aceites, entre otros. En todas ellas, la importancia del agua es capital. El agua en la agricultura es necesaria para el riego de cultivos, y con los años los métodos de riego se han ido perfeccionando de acuerdo al tipo de cultivo y a las necesidades del suelo.
En este artículo te contamos todo sobre la importancia del agua en la agricultura, sus cuidados y agentes contaminantes más comunes.
¿Qué es el agua agrícola?
El uso del agua en la agricultura consiste principalmente en el cultivo de productos frescos. En el caso de la ganadería, el agua se utiliza para alimentar el ganado. Es decir, el uso del agua en el campo permite la plantación y cosecha de frutas, verduras y granos, y la cría del ganado.
En cuanto al uso del agua en la agricultura estrictamente, se utiliza para el riego de los cultivos, los pesticidas, la aplicación de fertilizantes y el enfriamiento de cultivos. Pero, sobre todo, su destino es el riego. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el uso del agua en la agricultura ocupa el 65% de la extracción de agua dulce en el planeta. En otras palabras, el agua para riego supera al agua para consumo humano directo.
¿De dónde proviene el agua agrícola?
Si tanta es el agua que se utiliza para las actividades agrícolas, cabe preguntarse cuál es su proveniencia. Una parte de ella proviene de ríos y arroyos de agua dulce, ya sea a través de la extracción en superficie o de la confección de un pozo, ya que el agua destinada a riego supera la capacidad del suministro de red pública. Además, el agua utilizada en actividades agrícolas no requiere los tratamientos del agua tradicionales para el consumo humano directo. Hay, sin embargo, cultivos que sí dependen de la red de suministro público. Es el caso de las fresas, cuyo crecimiento se produce en unidades hortícolas pequeñas.
Todo esto conduce a un hecho innegable: la agricultura requiere enormes volúmenes de agua dulce. En Inglaterra, la Encuesta Nacional de Negocios Agrícolas sostiene que el suministro de agua de red continúa siendo la principal fuente de acopio hídrico. En Argentina, el 70% del agua dulce se utiliza en actividades agrícolas. Por ejemplo, por cada tonelada de cereales se requiere un riego de entre 1000 y 3000 metros cúbicos. Por otra parte, en los sistemas de riego actuales solo se aprovecha el 38%, es decir, se desperdicia más del 60%.
Debido a esto, resulta de vital importancia cuidar el recurso hídrico que se utiliza con fines de riego.
¿Cómo se debe tratar el agua agrícola?
El hecho de que el agua se utilice en cultivos agrícolas no significa que no deba someterse a tratamientos de desinfección: el agua contaminada es mala para los cultivos y el ganado.
- Utilizar un desinfectante lo más efectivo posible y que abarque el combate a la mayor cantidad de agentes patógenos posibles.
- A veces, una fuente de contaminación del agua es el mismo equipo de riego. Esporas de moho podrían quedar dentro de los tubos de recirculación del agua.
- Por lo anterior, es necesario aplicar desinfectante en el equipo de riego.
- Otro sitio al que prestarle atención es el tanque de agua. En este artículo de Rotoplas te explicamos cómo limpiar el sarro de tu tanque de agua. Recomendamos hacerlo al menos dos veces por año.
- Además de limpiar el tanque de agua y asegurarnos de que no haya desechos o residuos, debemos limpiar los baldes, tazas y recipientes.
Es de vital importancia conservar la calidad del agua, porque de ello depende el correcto crecimiento de nuestras plantas y cultivos, como así también del ganado. Si tenemos presencia de hongos en las plantas, debemos preguntarnos si la causa obedece a la contaminación del agua de riego.
La importancia del agua para el ganado
Además del uso del agua para la actividad agrícola, otro destino de gran envergadura es el ganado. En este caso el agua debe ser de buena calidad, ya que de ello depende la calidad de los productos finales como la carne y la leche.
De lo anterior se deduce que, para que los animales consuman agua en buen estado, deben tener acceso a un suministro de agua no contaminada. La tarea no es sencilla, ya que el ganado consume volúmenes realmente grandes de agua, y por lo tanto el riesgo de contaminación es más alto de lo que parece.
¿En qué consiste dicha contaminación? Básicamente, en sales minerales, toxinas, desechos de otros animales. Es importante conocer qué es la dureza del agua y cómo se mide para que nuestro ganado pueda alimentarse de la mejor manera. Si el agua está contaminada, el ganado puede padecer infertilidad, descenso en la producción de leche y enfermedades varias que podrían derivar en la muerte.
En resumen, el uso del agua de calidad redunda en buen rendimiento en la actividad agrícola y de buena producción ganadera. Asimismo, el agua contaminada se traduce en un rendimiento negativo de las plantaciones, los productos y la fertilidad de los animales.
¿Cuáles son los principales contaminantes del agua?
Los agentes que contaminan el agua con mayor frecuencia son:
- Salinidad. El fenómeno se produce cuando hay un nivel elevado de sal en el agua. Esto causa la sequedad del agua, lo que en estaciones de más calor resulta indeseable.
- La velocidad en que se filtra el agua. Si el sodio presenta niveles altos y hay deficiencia de calcio, la velocidad de irrigación se reduce.
- Toxicidad de los Iones. Si los iones se concentran en niveles elevados, los cultivos se perjudican.