Aprendé a realizar el cálculo de rentabilidad agrícola
En este artículo, Rotoplas te explica qué es el rendimiento de un cultivo y cómo se calcula, con especial hincapié en el rendimiento del cultivo de maíz, trigo y soja.
La tarea del agricultor no se limita a cultivar. Al menos, no si quiere vivir de su produccion. Por más que intente eludirlo, es inevitable: hay momentos de sembrar, momentos de cosechar y momentos de hacer números. Existe la posibilidad de que el rendimiento de un cultivo sea negativo sin que el productor lo sepa; asimismo, existe la posibilidad de que un cultivo sea insospechadamente rentable. Para salir de la oscuridad, en primer lugar es necesario conocer el rendimiento de un cultivo, y para eso existen los cálculos de rentabilidad agrícola.
En definitiva, la agricultura no deja de ser un negocio cuyo objetivo es la maximización de beneficios. La rentabilidad agrícola se mide sobre la base de factores económicos cuantificables y otros que no son cuantificables.
Ante la pregunta de cómo calcular el rendimiento de una cosecha, la tarea no es nada sencilla: para poder maximizar beneficios, estos dos componentes se deben analizar de manera conjunta y también por separado. Además, las variables que influyen en el rendimiento de un cultivo son muy diversas porque intervienen los costos fijos y los costos variables. La información de que se debe disponer, como por ejemplo la variación de la cotización de las cosechas, el costo de abonos y fitosanitarios, sin mencionar la gigantesca inversión en maquinaria, entre otros factores, hace que calcular el rendimiento de una cosecha no tenga nada de sencillo.
En este artículo te explicamos, en español y con lenguaje accesible, cómo realizar un cálculo de rendimiento agrícola y qué variables tener en cuenta, haciendo especial hincapié en el rendimiento del cultivo del maíz, la eficiencia en la cosecha de soja y en la cosecha de trigo. Se trata de algunos cálculos simples que son el primer paso para saber si vale la pena seguir cultivando o si estamos perdiendo dinero.
¿Qué es la rentabilidad agrícola?
Siempre que hay acción económica y se movilizan medios materiales y humanos para obtener un resultado en un lapso de tiempo determinado, se busca la rentabilidad. Es decir, se persigue la ganancia que justifica el riesgo de emprender la acción económica. Este concepto, aplicado a la actividad agrícola, es lo que se conoce como rentabilidad agrícola.
Es muy recomendable que los agricultores tengan un horizonte de expectativas en cuanto a los rendimientos de sus cultivos en términos de rentabilidad y el riesgo que conlleva realizarlos. ¿Por qué? Porque toda inversión está dada por la relación entre riesgo y rentabilidad: un riesgo muy alto conduce a una menor probabilidad de emprender la acción, pero al mismo tiempo la promesa de un alto nivel de rentabilidad agrícola conduce a asumir riesgos mayores.
Para poder calcular la rentabilidad de un cultivo previo a su siembra, hay que estimar la cantidad a producir. A esta producción estimada la multiplicamos por el precio, y luego le restamos los costos de producción. Con esta cuenta, que a priori es sencilla, se puede calcular el rendimiento de una cosecha a lo largo de su ciclo. Es fácil a simple vista, pero dentro de cada término conviven muchas variables y cambios a los que el productor se tiene que adaptar.
En caso de necesitar hacer un cálculo aproximado del rendimiento de tus parcelas, hay que tomar datos en una parte de ellas para después extrapolarlos. Es importante que la muestra sea representativa de todo el cultivo, ya que con mucha frecuencia se eligen los mejores lotes para tener un resultado más optimista, pero la consecuencia es que el rendimiento agrícola que obtengas como resultado no va a ser fiel al conjunto.
Cómo calcular rendimiento del cultivo de maíz
Este método para calcular el rendimiento del maíz se basa en desagregar la cosecha en los diferentes componentes (planta, mazorca, grano) y contarlos en diferentes muestras, para después extraer una estimación promedio que se pueda extrapolar a a los rendimientos del cultivo por hectárea.
Para calcular el rendimiento de cultivo de maíz, se puede aplicar la siguiente fórmula:
Rendimiento = densidad (plantas/10m2) x nº de mazorcas/planta x nº de granos/mazorca x peso de 1000 granos = kg/ha
Este método es utilizado para calcular el rendimiento de grano antes de cosechar el maíz, por lo tanto el resultado es una aproximación.
Cómo calcular la rentabilidad agrícola del trigo
En este caso, la fórmula es la siguiente:
Rinde = espigas/m2 x granos/espiga x peso 1000 granos x Coef.
Entre las consideraciones a tener en cuenta para calcular la rentabilidad agrícola del trigo, hay que observar el lote y diferenciar ambientes (en caso de que los haya) con distintos rindes y qué porcentaje de la superficie total representan, ya que la diferencia de ambientes afecta el resultado. Luego, medir la distribución de espigas/metro lineal para arribar a un promedio aproximado. Con ese número y la distancia entre líneas de siembra, se pueden determinar las espigas por metro cuadrado.
Después, determinar los granos por espiga. Hay que Identificar las espigas de tamaño promedio, contar los granos de un lado y multiplicar por 2. * Por último, hay que estimar el peso de mil semillas.
Por último, en la zona pampeana el coeficiente de error suele ser de 0.8; cada zona puede extraer el propio al comparar entre lo estimado y lo fehacientemente cosechado. El coeficiente de error considera todo tipo de errores, desde el desgranado natural hasta los errores de cálculo.
Cálculo de eficiencia en la cosecha de soja
La eficiencia de la cosecha en caso de la soja se estima, para cada sección homogénea del lote, así: es el producto del número de granos por unidad de superficie, del peso normal de cada grano y de un factor de estrés en llenado.Trasladado a fórmula, sería:
Rinde de cada sección (Kg/ha) = Granos/m² x Peso de 1000 granos (g) /100 x (1-factor de estrés en llenado)
La cantidad de granos/m² proviene de todos los segmentos muestreados en cada sección homogénea del lote. A su vez, estos surgen del promedio de número de granos por planta por la densidad en ese segmento. El peso de 1.000 granos para condiciones normales de llenado varía de acuerdo al genotipo. Es ideal conocer el genotipo antes de emprender el trabajo de calcular el rendimiento del cultivo.
¿Por qué es importante saber calcular la rentabilidad agrícola de mis cultivos?
Calcular la rentabilidad agrícola es una parte esencial de la gestión de una operación agrícola exitosa. Te permite tomar decisiones informadas, optimizar tus recursos y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de tu negocio. Veamos más en detalle alguna de estas razones:
- Toma de decisiones financieras: Conocer la rentabilidad te permite tomar decisiones financieras sólidas. Podés determinar si tus cultivos son rentables y si estás obteniendo un retorno adecuado de tu inversión en términos de tiempo, dinero y recursos. A veces la rentabilidad, sobre todo en la industria agrícola, necesita varias temporadas para hacerse visible.
- Planificación: con el cálculo de la rentabilidad de tus cultivos, podés planificar mejor tu producción agrícola. Saber cuánto puedes esperar ganar te ayuda a decidir qué cultivos plantar, cuánta tierra dedicar a cada uno y cuántos recursos (semillas, fertilizantes, mano de obra) asignar a cada cultivo.
- Optimización de recursos: La rentabilidad agrícola te ayuda a optimizar el uso de recursos como agua, tierra, fertilizantes y pesticidas. Puedes identificar áreas donde reducir costos sin afectar negativamente la producción, destinar parcelas a determinado cultivo y no a otro, etc.
- Evaluación de riesgos: Comprender la rentabilidad te permite evaluar el riesgo. Es buena idea identificar los cultivos más propensos a variaciones de precios o condiciones climáticas y tomar medidas para mitigar esos riesgos.
- Acceso a financiamiento: Si buscás financiamiento para tu operación agrícola, los prestamistas suelen requerir información sobre la rentabilidad de tus cultivos como parte de la evaluación de riesgos.
- Sostenibilidad a largo plazo: La rentabilidad es crucial para mantener una operación agrícola sostenible a largo plazo. Si no estás generando ganancias, será difícil mantener tu negocio y contribuir a la seguridad alimentaria.
- Mejora continua: Realizar un seguimiento constante de la rentabilidad te permite identificar oportunidades de mejora. Puedes ajustar tus prácticas agrícolas, buscar nuevas técnicas y adoptar innovaciones para aumentar la rentabilidad con el tiempo.
- Cumplimiento regulatorio: En algunos lugares es necesario informar sobre tus ganancias agrícolas para fines fiscales y regulatorios. Calcular la rentabilidad adecuadamente te va a ayudar con el cumplimiento de estos requisitos.
- Competitividad: En un mercado agrícola competitivo, la capacidad para calcular y optimizar la rentabilidad te da una ventaja: si no lo hacés vos, tarde o temprano lo va a hacer tu competencia. Podés competir de manera más efectiva al maximizar tus ganancias y reducir costos.
¿Cómo mejorar la rentabilidad agrícola de mis cultivos?
Como en todo negocio, ya sea una pyme, un emprendimiento personal o una fábrica de manufacturas a gran escala, la mejora de la rentabilidad consiste siempre en al menos una de estas dos posibilidades: a) reducir costos; b) aumentar los ingresos. Si pueden combinarse ambos factores, será mejor para nuestro negocio.
En ocasiones, la reducción de costos consiste en utilizar herramientas tecnológicas que aceleran procesos o logran estandarizar procedimientos que antes requerían más dinero, más recursos o más tiempo.
Veamos algunas estrategias que pueden ayudarte a lograrlo:
- Selección de cultivos apropiados: Elegí cultivos que sean adecuados para tu región y que tengan una demanda constante en el mercado. Realizá un análisis de mercado para identificar las oportunidades.
- Planificación y rotación de cultivos: La rotación de cultivos ayuda a mejorar la salud del suelo y reduce la presencia de plagas y enfermedades. Planifica tus cultivos de manera que se complementen y no agoten los recursos del suelo.
- Mejora de la gestión del suelo: Realizar análisis de suelo periódicos para determinar los nutrientes necesarios. Implementá prácticas de conservación del suelo, como la labranza mínima o la agricultura de conservación, para evitar la erosión.
- Uso eficiente de agua: Es buena idea implementar sistemas de riego eficientes para garantizar que tus cultivos reciban la cantidad adecuada de agua sin desperdiciar recursos.
- Gestión de plagas y enfermedades: Implementa estrategias de control integrado de plagas para minimizar el uso de productos químicos y reducir los costos. Monitoreá regularmente tus cultivos para detectar problemas a tiempo.
- Fertilización adecuada: Aplica fertilizantes de manera precisa y de acuerdo con las necesidades de tus cultivos. El exceso de fertilización puede ser costoso y perjudicial para el medio ambiente.
- Mecanización y automatización: La maquinaria agrícola adecuada puede aumentar la eficiencia y reducir los costos laborales. Investigá en tecnología agrícola moderna; al principio es costoso, pero vale la pena.
- Gestión financiera: Llevá un registro detallado de los costos y los ingresos de tu explotación agrícola. Esto te permitirá tomar decisiones basadas en datos con el fin de optimizar los recursos.
- Diversificación de ingresos: Considera la diversificación de tus fuentes de ingresos agrícolas. Por ejemplo, podés explorar la posibilidad de agregar actividades como el agroturismo o la producción de productos procesados.
- Educación continua: Mantenete al tanto de las últimas investigaciones y tendencias en agricultura. Asistir a talleres, conferencias y cursos de formación puede ayudarte a implementar prácticas más eficientes. ¡No es un gasto, es una inversión!
- Mercadeo y venta inteligente: Desarrollá estrategias efectivas para comercializar tus productos. Identificá nichos de mercado y busca oportunidades de venta directa al consumidor, como ferias locales o la venta en línea.
- Gestión del personal: Si tenés empleados, asegurate de contar con un equipo bien capacitado y motivado. La capacitación y la gestión eficiente del personal pueden aumentar la productividad y reducir los costos laborales.
- Considerar la sostenibilidad: Cada vez hay más demanda de productos agrícolas sostenibles. La adopción de prácticas sostenibles puede abrir oportunidades de mercado y mejorar la rentabilidad a largo plazo.
Acordate que mejorar la rentabilidad agrícola puede llevar tiempo y requerir inversiones iniciales, pero a largo plazo, puede conducir a una explotación más exitosa y sostenible. Adaptar estas estrategias a tu situación específica y a las condiciones de tu región es fundamental para lograr el éxito.
Estas fórmulas son solo el primer paso para conocer la rentabilidad agrícola, ya que al conocer el rendimiento de los cultivos por hectárea resta relacionar con los costos fijos y variables y con el precio del producto en el mercado.
¿Cómo se calcula el rendimiento por hectárea?
El rendimiento por hectárea en un área de siembra se calcula dividiendo la producción total obtenida por la superficie sembrada en hectáreas. Aquí te explico el proceso paso a paso:
- Determinar la producción total: Esta es la cantidad total de producto cosechado en toda el área de siembra. Se mide en unidades como kilogramos (kg), toneladas (t), etc.
- Calcular el área sembrada en hectáreas: Una hectárea es igual a 10,000 metros cuadrados. Si tienes el área en otra unidad, conviértela a hectáreas.
- Aplicar la fórmula:
Rendimiento por hectárea= Producción total (kg o t) / área sembrada (ha)
Ejemplo
Si obtuviste 20 toneladas de maíz en una superficie de 5 hectáreas, el rendimiento por hectárea sería:
Rendimiento por hectárea = 20 t / 5 ha = 4t/h
Esto significa que el rendimiento es de 4 toneladas por hectárea.
¿Cuál es el porcentaje de rentabilidad aceptable?
El porcentaje de rentabilidad aceptable en un área de siembra varía según varios factores como el tipo de cultivo, las condiciones locales, los costos de producción, y el mercado, entre otros. Sin embargo, un margen de rentabilidad agrícola aceptable suele estar entre el 20% y el 50%. Aquí te explico en detalle los factores que influyen en este porcentaje y por qué es importante:
1. Costos de Producción
- Insumos: Fertilizantes, pesticidas, semillas, y maquinaria representan una parte significativa de los costos.
- Mano de obra: Dependiendo del tipo de cultivo, la mano de obra puede ser intensiva y costosa.
- Costos operativos: Incluyen el riego, el mantenimiento de la maquinaria, y otros gastos operativos.
Si los costos de producción son altos, el porcentaje de rentabilidad debe ser mayor para que la operación sea viable.
2. Precio de Venta
- Los precios de los productos agrícolas pueden fluctuar debido a factores como la oferta y la demanda, las políticas agrícolas, y las condiciones climáticas.
- Un precio de venta más alto mejora la rentabilidad, pero también introduce un riesgo de volatilidad.
3. Riesgo y Incertidumbre
- Condiciones climáticas: Sequías, inundaciones, o heladas pueden reducir la producción y, por ende, la rentabilidad.
- Enfermedades y plagas: Pueden afectar los rendimientos y, en consecuencia, la rentabilidad.
- Mercados volátiles: La fluctuación de precios puede afectar la rentabilidad si los costos no se ajustan proporcionalmente.
4. Subvenciones y Políticas Gubernamentales
- En algunas regiones, los gobiernos ofrecen subvenciones o incentivos para ciertos cultivos, lo que puede mejorar la rentabilidad.
- Las políticas de importación y exportación también pueden influir en la rentabilidad, ya que pueden alterar la demanda interna y externa.
5. Sostenibilidad a Largo Plazo
- La rentabilidad debe ser sostenible a largo plazo. Una rentabilidad excesivamente baja puede llevar a la descapitalización y eventualmente a la salida del productor del mercado.
- Inversión en tecnología y prácticas agrícolas sostenibles puede mejorar la rentabilidad a largo plazo.
¿Por qué es importante el porcentaje de rentabilidad?
- Viabilidad Económica: El porcentaje de rentabilidad determina si una operación agrícola es económicamente viable. Si los márgenes son demasiado bajos, puede no ser rentable continuar con el cultivo.
- Capacidad de Inversión: Una buena rentabilidad permite al agricultor reinvertir en su operación, mejorar su infraestructura, y adoptar nuevas tecnologías que pueden aumentar la eficiencia y productividad.
- Sostenibilidad Financiera: La rentabilidad no solo debe cubrir los costos de producción, sino también proporcionar un retorno adecuado al agricultor por su tiempo y capital invertido. Esto es crucial para la sostenibilidad a largo plazo.
Errores a evitar a la hora de calcular la rentabilidad agrícola
Todo agricultor quiere calcular correcta y minuciosamente la rentabilidad agrícola, ya que determina la viabilidad económica de la operación. Sin embargo, es un proceso complejo que puede estar sujeto a varios errores que pueden distorsionar los resultados y llevar a decisiones financieras erróneas, o a lo sumo desaprovechadas. Veamos algunos de los errores más comunes que deben evitarse para asegurar un cálculo preciso y realista de la rentabilidad agrícola.
Uno de los errores más frecuentes es subestimar los costos de producción. En muchos casos, los agricultores no contabilizan todos los gastos asociados, como el mantenimiento de maquinaria, el costo de la mano de obra temporal, o los gastos indirectos como el combustible y la electricidad. Este enfoque incompleto puede llevar a una sobreestimación de la rentabilidad, ya que no se consideran todos los factores que afectan el margen de ganancia. Además, no incluir los costos de oportunidad, como el valor del tiempo del agricultor o el costo de arrendar la tierra, puede dar una imagen distorsionada de la rentabilidad real.
Otro error común es no ajustar los cálculos de rentabilidad a las fluctuaciones del mercado. Los precios de los productos agrícolas pueden variar mucho debido a factores como la oferta y demanda global, las políticas monetarias del gobierno o las condiciones climáticas. Si se basa en precios de venta optimistas sin considerar escenarios de precios bajos, se corre el riesgo de tomar decisiones basadas en expectativas poco realistas. Por eso es recomendable realizar análisis de sensibilidad que consideren diferentes escenarios de precios para obtener una visión más precisa de la rentabilidad.
La incorrecta estimación de los rendimientos también es un error a evitar. Muchas veces, los agricultores se basan en promedios históricos o en expectativas optimistas, sin considerar las variaciones anuales que pueden ocurrir debido a condiciones climáticas adversas, plagas, enfermedades. No ajustar los cálculos de rendimiento a las condiciones reales del terreno y a las prácticas agrícolas implementadas puede resultar en una sobreestimación de la producción, y por lo tanto, en una falsa percepción de la rentabilidad.
También es importante evitar la falta de consideración del riesgo: la agricultura es una actividad inherentemente riesgosa, y no todos los riesgos pueden ser sorteados. Al calcular la rentabilidad, hay que incorporar un margen de seguridad que considere factores imprevistos como cambios abruptos en el clima, fluctuaciones en los precios de los insumos, crisis económicas o guerras. Ignorar estos riesgos puede llevar a una sobreestimación de la rentabilidad y a la toma de decisiones que pueden comprometer la sostenibilidad a largo plazo de la operación agrícola.
Por último, otro error crítico es no realizar un análisis de flujo de caja detallado. Es posible que un proyecto agrícola parezca rentable en papel, pero si el flujo de caja no se gestiona como se debe, se pueden enfrentar problemas de liquidez, especialmente en los períodos de siembra y cosecha, cuando los gastos son altos y los ingresos aún no se han materializado. Un análisis de flujo de caja ayuda a prever estas necesidades y a planificar el financiamiento adecuado para evitar problemas financieros.