Importancia del mantenimiento de tanques de agua en zonas rurales y urbanas

Mantenimiento de tanques de agua

En zonas donde el acceso al agua potable no es constante, los tanques de agua desempeñan un papel crucial en el almacenamiento y suministro de este recurso. Sin embargo, además de tener los tanques para almacenar agua adecuados, es indispensable realizar un mantenimiento regular para garantizar la calidad del agua y el buen funcionamiento de los sistemas de almacenamiento. De nada sirve contar con los mejores tanques si no se cuidan adecuadamente para preservar su integridad.

La importancia del mantenimiento de los tanques de agua

Los tanques de almacenamiento tienen funciones distintas en diferentes ámbitos. De este modo, en las ciudades, los tanques suelen ser parte de sistemas complejos que abastecen a hogares, edificios y negocios. El objetivo es tener un suministro constante en lugares donde se requiera o bien solucionar problemas de presión en el agua. En cambio, en las zonas rurales estos tanques son fundamentales para almacenar agua potable o de riego, especialmente en lugares con acceso limitado a redes de agua centralizadas.

En ambos ámbitos los tanques de agua cumplen una función muy importante, por lo que es necesario que estén siempre en condiciones óptimas. La falta de mantenimiento puede llevar a problemas graves, como:

Contaminación del agua: La acumulación de sedimentos, microorganismos, algas y residuos en los tanques puede comprometer la calidad del agua y poner en riesgo la salud de las personas que la consumen.

Reducción de la eficiencia del sistema: Los tanques sin mantenimiento pueden desarrollar fisuras, fugas o problemas de obstrucción en las conexiones, lo que afecta su capacidad para almacenar y distribuir agua.

Aumento de costos: Reparar o reemplazar tanques dañados es mucho más costoso que mantenerlos en buen estado desde el principio.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua contaminada está asociada a enfermedades como diarrea, que afecta a millones de personas anualmente, especialmente en comunidades con sistemas de almacenamiento deficientes. Por ello, el mantenimiento es clave para garantizar la seguridad hídrica.

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Mantenimiento de tanques de agua: aspectos a tener en cuenta

Inspección visual

– Revisar el tanque por fuera y por dentro para detectar fisuras, grietas o signos de corrosión.

– Verificar que las tapas estén en buen estado para evitar la entrada de insectos, suciedad o agua contaminada.

Limpieza interna

– Vaciar el tanque completamente.

– Eliminar los sedimentos acumulados en el fondo utilizando cepillos no abrasivos o equipos de limpieza a presión.

– Usar una solución desinfectante, como hipoclorito de sodio diluido, para desinfectar las paredes internas del tanque con un cepillo.

– Enjuagar el tanque varias veces para asegurarse de que no queden residuos de desinfectante.

Revisión de accesorios y conexiones:

– Inspeccionar y limpiar las válvulas, tuberías y grifos conectados al tanque.

– Reemplazar cualquier componente que presente desgaste o fugas. Si estos elementos son de metal, vale la pena revisar si hay oxidación o algún desgaste similar por la humedad.

Frecuencia de mantenimiento

– Es recomendable limpiar los tanques de agua potable al menos dos veces al año.

– En el caso de tanques destinados a agua de riego u otros usos no potables, la frecuencia puede ajustarse según las necesidades.

Escoge el mejor tanque de agua

Si bien lo ideal es tener un mantenimiento riguroso, a veces las condiciones ambientales y este cuidado no es suficiente para mantener la integridad del tanque. En este caso, lo ideal es seleccionar un tanque de calidad. Esto no solo garantiza un almacenamiento eficiente, sino que también facilita su mantenimiento. Algunos aspectos a considerar al elegir un tanque incluyen:

Material del tanque:

Es posible encontrar tanques de acero inoxidable, que si bien son durables y resistentes, son bien costosos y difíciles de instalar. Los de concreto fueron populares, pero requieren una inversión cuantiosa en materiales y son más susceptibles a grietas, fisuras y filtraciones. En la actualidad, los tanques de polietileno son la mejor opción. Este material es liviano, resistente a la corrosión y fácil de limpiar. Algunos tanques de polietileno, como los tanques Rotoplas, cuentan con protección contra rayos UV y tecnología antimicrobiana para mantener la calidad del agua.

Diseño del tanque

Escoge tanques con tapas herméticas y accesos amplios, mucho mejor si su interior es de un color claro; pues esto facilita la limpieza y la inspección interna. Los tanques verticales son más eficientes en espacios reducidos, mientras que los horizontales son útiles en áreas con techos bajos o para transporte.

Capacidad adecuada

El tamaño del tanque debe ajustarse a las necesidades específicas de consumo. Un tanque excesivamente grande puede ser más difícil de limpiar, mientras que uno pequeño puede no ser suficiente. Evalúa las necesidades de agua, tanto en volumen como cantidad de tiempo que debería durar la reserva de agua, y a partir de esto escoge una capacidad. Los tanques Rotoplas están disponibles en una gran cantidad de tamaños y diseños, adecuados para cada necesidad.

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Compatibilidad con sistemas de filtrado

La calidad del agua debe ser prioridad, por lo que es ideal instalar un dispositivo de acondicionamiento de agua estándar, que atrape ciertas partículas y mejore la calidad del agua almacenada.

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